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La Comisión Europea y el Gobierno británico han llegado a un nuevo acuerdo sobre el comercio en Irlanda del Norte para cerrar una de las disputas políticas y legales que arrastran desde el Brexit. El acuerdo implica la reforma del llamado Protocolo de Irlanda del Norte, que Boris Johnson firmó en 2020 como parte del acuerdo de salida del Reino Unido de la UE. El protocolo suponía que Irlanda del Norte se quedaba a todos los efectos dentro del mercado común de la UE para cumplir con el objetivo prioritario de evitar la frontera física.
El Reino Unido y la Unión Europea han alcanzado un acuerdo sobre Irlanda del Norte, al que denominan “marco de Windsor”. Este tratado, confirmado en Londres en un encuentro entre el primer ministro, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, busca poner fin al conflicto más duro en las relaciones entre Londres y Bruselas desde el Brexit en 2016.
“El Reino Unido y la Unión Europea han podido tener sus diferencias en el pasado, pero seguimos siendo aliados. Somos socios comerciales y amigos”, ha resaltado al comienzo de su interlocución Sunak. El líder del gobierno conservador ha dicho que es un proceso que “llevará tiempo” pero que el “acuerdo está escrito” y que llevará “estabilidad” a Irlanda del Norte. Aunque no se conoce el texto final aún, el ‘premier’ ha adelantado que el nuevo marco de Windsor establece “tres grandes pasos” hacia adelante.
El primer pilar del acuerdo es el establecimiento de un “carril verde” para productos, que podrán llegar a Irlanda del Norte “sin necesidad de tanta burocracia”. Al mismo tiempo, se establecerá un “carril rojo” que buscará salvaguardar el mercado común de la Unión Europea
El primer pilar del acuerdo es el establecimiento de un nuevo “carril verde” para ciertos productos, que podrán ingresar a Irlanda del Norte “sin necesidad de tanta burocracia”. Al mismo tiempo, se establecerá un “carril rojo” que buscará salvaguardar el mercado común de la Unión Europea. En este sentido, el objetivo común es establecer una solución definitiva que atienda las “dificultades prácticas” actuales, a la vez que establece un balance entre la flexibilidad y las salvaguardas. Para esto será central la distinción entre artículos de riesgo para el bloque comercial europeo y los que no lo son.
En segundo lugar, el nuevo pacto establece que el gobierno podrá realizar “cambios críticos” en el IVA y otros impuestos especiales que se cobran en Irlanda del norte.
Por último, el convenio entre los antiguos socios busca a la vez “salvaguardar la soberanía del pueblo de Irlanda”, según ha comentado Sunak. En ese sentido, el objetivo de Londres es que la única legislación de la Unión Europea que se aplique en Irlanda del Norte sea la “mínima necesaria” para evitar una “frontera dura” con el resto de la isla a la vez que permite que las empresas norirlandesas puedan acceder al mercado vecino.
En este sentido, el marco establece la aplicación de un nuevo mecanismo ante dificultades. Esto permitirá a la Asamblea de Irlanda del Norte, que tiene competencias locales, vetar la aplicación de cualquier nueva legislación aprobada por Bruselas. “Así se establecerá un proceso claro mediante el cual los representantes elegidos democráticamente podrán poner un freno de emergencia a los cambios en las normas de la UE sobre mercancías que tendrían efectos significativos y duraderos en la vida cotidiana en Irlanda del Norte”, ha defendido Sunak.
Solución a largo plazo
“Este marco va a dejar claro las nuevas medidas para la isla de Irlanda en cuanto a las fronteras entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Es un nuevo capítulo con soluciones a largo plazo que estamos convencidos funcionarán para todo el pueblo y los comercios”, ha resaltado von der Leyen. La líder comunitaria ha mencionado directamente uno de los problemas existentes con el sistema actual, como es el comercio de alimentos y medicamentos. A partir de ahora, ha prometido on der Leyen, los irlandeses podrán encontrar los mismos productos de ambos lados de la frontera a la vez que se defiende el mercado único de la UE.
La Comisión y el Reino Unido deberán darle forma a la ‘letra pequeña’ del acuerdo. El comité mixto UE-Reino Unido, copresidido por el ministro de Asuntos Exteriores británico, James Cleverly y el vicepresidente de la CE Maroš Šefčovič serán los encargados de encauzar el diálogo
Cerrar este capítulo del Brexit puede ser una buena noticia para Sunak, que se enfrenta a la depresión económica del país, la escasez de frutas y verduras en los supermercados británicos, los precios disparados de la electricidad y las huelgas de servicios esenciales cada semana. El primer ministro tiene también que apaciguar al grupo más anti-europeo de su propio partido en el Parlamento -que exige una votación en la Cámara de los Comunes- y asegurarse el respaldo del partido unionista de Irlanda del Norte más radical (DUP), que bloquea desde mayo del año pasado la formación de un nuevo Gobierno en Belfast como protesta por el protocolo. El líder del DUP, Jeffrey Donaldson, ha dicho que su partido necesita “tiempo” para mirar los detalles del acuerdo. Sunak aseguró que dará “tiempo” y “espacio” a los partidos de Irlanda del Norte para que examinen el documento legal.
En un intento de presentar una imagen de unidad institucional, el rey Carlos III invitó a Von der Leyen a tomar el té al castillo de Windsor después de consultar con el Gobierno para una cita descrita como “una apuesta” de Sunak y que enfadó a algunos conservadores partidarios de la ruptura total con la UE.
La presidenta de la Comisión ha subrayado la buena relación con el primer ministro británico, a quien llamó “socio y amigo” a su llegada al hotel de lujo a las afueras de Windsor donde se celebró el encuentro que el primer ministro ha bautizado como “el marco de Windsor”.