N. L.
Las previsiones de primavera de la UE concluyen que la economía mejorará más de lo previsto. “Hoy, por primera vez desde que la pandemia golpeó, vemos prevalecer cierto optimismo sobre la incertidumbre, pero esa incertidumbre todavía está ahí y nunca debemos olvidarlo. Pero la recuperación ya no es un espejismo, está en marcha”, señaló el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, durante la presentación del informe.
Tras la adopción final del Reglamento relativo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) y un progreso significativo en la preparación de los planes de recuperación y resiliencia, la Previsión de Primavera incorpora las medidas de reforma e inversión establecidas en estos proyectos del plan de recuperación y resiliencia para todos los Estados miembros.
Las cifras que se obtienen en las previsiones económicas de primavera de 2021 representan una mejora sustancial de las perspectivas de crecimiento en comparación con las previsiones económicas de invierno de 2021, que fueron hechas públicas por la Comisión el pasado mes de febrero.
Se espera que las subvenciones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en toda la UE asciendan a 62.000 millones de euros en 2021 y a 77.000 millones en 2022, algo menos del 1% del PIB de 2019.
En las estimaciones económicas de primavera de 2021, la economía en el conjunto de la UE crecerá un 4,2 % en 2021 y un 4,4 % en 2022. La previsión de crecimiento de la economía de la zona del euro es un 4,3 % este año y un 4,4 % el año próximo. Las tasas de crecimiento seguirán siendo dispares dentro de la UE, pero se espera que las economías de los Estados miembros vuelvan a niveles anteriores a la crisis a finales de 2022.
El Comisario Gentiloni ha informado en rueda de prensa sobre los cinco mensajes clave de las previsiones. En primer lugar, se espera que las economías de la UE y de la zona del euro se recuperen con fuerza a medida que aumentan las tasas de vacunación y se alivian las restricciones. Este crecimiento estará impulsado por el consumo privado, la inversión y una creciente demanda de exportaciones de la UE a partir de una economía global en fortalecimiento.
En segundo lugar, pese a que el riesgo de agravamiento de la pobreza, la exclusión social y la desigualdad es muy real, se espera que el empleo crezca el próximo año y el desempleo disminuya, incluido el juvenil. Según los datos, el empleo ya aumentó en la segunda mitad de 2020 y las tasas de desempleo han disminuido desde sus máximos en la mayoría de los Estados miembros. Ahora, los regímenes de apoyo público, incluidos los apoyados por la UE a través del instrumento SURE, han impedido que las tasas de desempleo aumenten drásticamente. Sin embargo, los mercados laborales necesitarán tiempo para recuperarse por completo, ya que hay margen para que aumenten las horas de trabajo antes de que las empresas necesiten contratar más trabajadores.
Con respecto a las medidas fiscales, el apoyo público a los hogares y las empresas ha desempeñado un papel fundamental en la mitigación del impacto de la pandemia en la economía, pero ha provocado que los Estados miembros aumenten sus niveles de deuda. Por ello, se ha propuesto que los gastos significativos de la UE se financien mediante subvenciones del Fondo de Recuperación y Resiliencia.
Las dos últimas claves se centran en la inflación y en la incertidumbre en torno a qué perspectivas seguirán siendo elevadas. Con respecto a la inflación, esta se incrementó fuertemente a principios de este año, debido a la subida de los precios de la energía y a una serie de factores técnicos transitorios. Sin embargo, y a pesar de que variará significativamente a lo largo de este año ya que los precios de la energía asumida y los cambios en las tasas del IVA generan fluctuaciones notables en el nivel de precios, se espera que vuelva a moderarse en 2022.
Por último, relacionado con la incertidumbre, Paolo Gentiloni ha destacado que la población está nerviosa debido a que los riesgos que rodean las perspectivas son altos y seguirán siéndolo mientras la sombra de la pandemia de COVID-19 se cierne sobre la economía. Además, ha señalado que el impacto de las dificultades empresariales en el mercado laboral y el sector financiero podría resultar peor de lo previsto.
Gentiloni asegura que la actividad económica volverá al estado anterior a la crisis en el conjunto de la UE en el cuarto trimestre de 2021, mientras que en la Eurozona lo hará en los primeros tres meses de 2022
Con respecto al NextGenerationEU ha asegurado que representa un impulso sin precedentes para la economía de la UE y que el pronóstico de primavera incorpora por primera vez el impacto del MRR para todos los Estados miembros.
Mayor optimismo
Como conclusión, ha añadido que “desde hace un año venimos presentando previsiones muy negativas. Hoy, por primera vez desde que golpeó la pandemia, vemos que el optimismo prevalece sobre la incertidumbre. Esa incertidumbre, por supuesto, sigue ahí. No debemos olvidar esto. Pero la recuperación ya no es un espejismo: está en marcha. Debemos evitar errores que podrían socavarlo: a saber, una retirada prematura del apoyo político. La calidad, fuerza y duración de la recuperación aún podrían verse influenciadas por la pandemia, pero nuestro destino económico está principalmente en nuestras propias manos”.
Entre las principales economías de la Eurozona, la mayor subida del PIB en 2021 tendrá lugar en España (5,9 %), seguida de Francia (5,7 %), Italia (4,2 %), Alemania (3,4 %) y Países Bajos (2,3 %). En 2022 seguirá a la cabeza España (6,8 %), por delante de Italia (4,4 %), Francia (4,2 %), Alemania (4,1 %) y Países Bajos (3,6 %).
Por lo que a la tasa de desempleo se refiere, se situará en el 7,6 % en 2021 y en el 7 % en 2022 en los Veintisiete, mientras que en la Eurozona será del 8,4 % y del 7,8 %, respectivamente, debido al apoyo público a las empresas y los hogares durante la crisis. Bruselas prevé que la deuda pública de la UE alcance el 94,4 % del PIB este año y se reduzca al 92,9 % en 2022. En la Eurozona será del 102,4 % en 2021 y del 100,8 % en 2022.