N. L.
“Luz verde al quinto paquetes de sanciones contra Rusia y el primer golpe, aunque matizado, a su gran fuente de ingresos, la energía. La Unión Europea ha aprobado una nueva ronda de medidas contra Moscú, que incluye el embargo a la importación de carbón en respuesta a la masacre de civiles en ciudades a las afueras de Kiev, como Bucha. Esta medida llega en el contexto de una estrategia de “independencia” europea de la energía rusa, y se calcula que el impacto será de 4.000 millones de euros al año para las arcas del país
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia, Josep Borrell, han viajado a Kiev, para entrevistarse con el presidente ucraniano Vorodimir Zelenski, con un nuevo paquete de sanciones contra el régimen de Vladimir Putin bajo el brazo.
Tras dos días de intensas negociaciones y algunos “ajustes técnicos”, los embajadores permanentes de los Veintisiete han cerrado un acuerdo sobre la quinta ronda de sanciones que incluye, por primera vez, medidas contra el sector energético ruso y concretamente la prohibición de las importaciones de carbón procedente de Rusia.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, admitió que «tarde o temprano» serán necesarias sanciones contra el gas y el petróleo, una posibilidad a la que siguen resistiéndose países como Alemania o Austria por el impacto económico que tendrá la decisión
Impacto de 4.000 millones
Según avanzó el Ejecutivo comunitario en su propuesta inicial el impacto de esta medida será de unos 4.000 millones de euros anuales, un golpe más bien simbólico frente a los 700 u 800 millones diarios que destina la Unión Europea a pagar el gas y petróleo que recibe de Rusia y que desde el inicio de la guerra suponen más de 35.000 millones de euros, según reconoció hace unos días Borrell ante el pleno de la Eurocámara. Según fuentes diplomáticas, el embargo al carbón no se aplicará a los contratos existentes hasta agosto ya que tendrá un período transitorio de 120 días.
Según ha anunciado la presidencia francesa de la UE, la nueva batería de medidas incluye la congelación de los activos de varios bancos rusos -Bruselas propuso cuatro incluido el VTB, el segundo mayor del país, lo que afectará al 23% de la cuota de mercado en el sector bancario ruso-; el embargo del envío de armas hacia Rusia; la prohibición de exportaciones de bienes tecnológicos de alto valor añadido estimadas en 10.000 millones de euros y que incluirá maquinaria sensible, equipos de transporte o semiconductores; así como la prohibición de algunas materias críticas procedentes de Rusia por valor de 5.500 millones. Además, la batería incluye una antigua demanda de numerosas delegaciones como es la prohibición de acceso a los puertos europeos para los barcos con pabellón ruso, aunque con excepciones para algunos servicios esenciales como la alimentación, y limitaciones para los transportistas por carretera rusos y bielorrusos.
El paquete se completa con nuevas sanciones individuales a “oligarcas, actores de la propaganda rusa, miembros del aparato de seguridad y militar así como entidades del sector industrial y tecnológico ligados a la agresión rusa contra Ucrania. La nueva batería de sanciones, que Bruselas propuso tras conocerse la masacre de Bucha y que ha necesitado de varias reuniones a nivel de embajadores para quedar pulida a gusto de todas las delegaciones, será adoptada por procedimiento escrito y ha entrado en vigor una vez publicado en el Diario Oficial de la UE. Fuentes diplomáticas han justificado los retrasos en la adopción de la decisión en la necesidad de clarificar cuestiones técnicas sobre la prohibición de acceso a los puertos malestar y el malestar porque Bruselas presentara públicamente la propuesta antes de hacer partícipes del contenido a los Veintisiete que son quienes tienen la última decisión.
Petróleo y gas
Aunque ni el petróleo ni el gas ruso están en la nueva hornada de sanciones, tal y como reclaman con insistencia desde hace semanas Polonia, las tres repúblicas bálticas o la Eurocámara en una resolución aprobada, el jefe de la diplomacia europea ha avanzado desde la OTAN que la prohibición de las importaciones de petróleo estarán sobre la mesa de los ministros de exteriores de la UE cuando se reúnan en Luxemburgo.
El paquete se completa con nuevas sanciones individuales a “oligarcas, actores de la propaganda rusa, miembros del aparato de seguridad y militar, así como entidades del sector industrial y tecnológico ligados a la agresión rusa contra Ucrania y sus efectos colaterales
«Tarde o temprano, y espero que temprano, se producirá», ha dicho sobre una de las principales fuentes de ingreso del Kremlin. De hecho, la decisión de la UE de mantener a salvo a estos dos hidrocarburos ha recibido un duro reproche de manos del ministro de exteriores ucraniano. «Mientras Occidente continúe comprando gas y petróleo a Rusia estará apoyando con una mano a Ucrania y con la otra a la maquinaria rusa», ha reprochado Dimytro Kuleba.
La propia von der Leyen ya avanzó que el Ejecutivo comunitario trabaja ya en posiciones sanciones adicionales al petróleo en forma de recargos o pagos a cuentas bloqueadas. También el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, admitió que «tarde o temprano» serán necesarias sanciones contra el gas y el petróleo, una posibilidad a la que siguen resistiéndose países como Alemania o Austria por el impacto económico que tendrá la decisión ante la elevada dependencia de Rusia. Tampoco Hungría está por la labor de cerrarle el grifo al gas ruso. Países como Estonia, en cambio, han anunciado oficialmente que dejarán de importar gas de Rusia antes de finales de año.