N. L.
Es prácticamente de lo único de lo que se ha hablado. Del desplante del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha corrido como pólvora por las redes sociales. Lo que apenas ha trascendido son las conclusiones de la reunión celebrada entre los tres mandatarios que tenía como objetivo la cooperación económica, la movilidad y el tema de la inmigración centrada en los refugiados.
No estaba en la portada de los periódicos pero las imágenes del desprecio del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, corrieron como pólvora por las redes sociales. A la presidenta la dejaron sin silla durante su visita a Ankara junto al presidente del Consejo, Charles Michel, en lo que fue el encuentro oficial protocolario y tuvo que sentarse en un sofá, apartada de la conversación y menospreciada públicamente.
El incidente protocolario se enmarca en un contexto de protestas internacionales contra Turquía, tras retirarse del Convenio de Estambul sobre la prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres, y la violencia doméstica. De otro lado, nadie del servicio de protocolo de la Comisión se encontraba en Ankara, para prever o corregir una situación como ésta. En la relaciones internacionales, una silla menos o una silla vacía no es un acto inocente.
“El respeto de los derechos fundamentales y el Estado de Derecho son cruciales para la Unión Europea. Esto debe ser una parte integral de nuestra relación”, ha insistido Ursula Von der Leyen
La reunión celebrada entre los tres mandatarios tenia por objeto tres cuestiones de especifica competencia de la Comisión Europea, como son la cooperación económica, la movilidad y el tema de la inmigración centrada en los refugiados. Protocolariamente, la posición principal debía haber sido para la presidenta Von der Leyen. Pero quedó ninguneada y sin silla, en el posado público de inicio de la reunión, donde Erdogan y Michel se sentaron juntos en ambas sillas, dejando a la presidenta de pie hasta que alguien le ofreció un sofá apartado sin poder entrar en la conversación.
“La Presidenta decidió quedarse”, explicó su portavoz, Eric Mamer, durante la rueda de prensa diaria de la Comisión, cuyo incidente ha centrado el debate. Y explicó que Von der Leyen “debía haberse sentado al mismo nivel que Erdogan y Michel, pero decidió no decir nada”.
Cabe resaltar que el presidente del Consejo, Charles Michel, tampoco cedió su silla a la presidenta von der Leyen. Es más, en la nota de prensa y en la página web del Consejo sobre la reunión en Ankara, tampoco hay rastro de esa imagen, que ha sido cortada en el momento en el que los tres líderes iban a sentarse.
Según la Comisión, la posición protocolaria entre ambos debía ser la misma, ya que ambos son presidentes de dos instituciones europeas.
A la pregunta sobre la prevalencia de la posición de la Comisión, dados los temas tratados en la reunión de su competencia, el portavoz de Von der Leyen insistió en que se han pedido explicaciones. Y añadió que “Erdogan tenía claro lo que se estaba discutiendo y lo discutió con la presidenta”.
En este sentido, el portavoz de la Comisión dejó claro que “la UE estará preparada para usar sus herramientas si Turquía sigue provocando inestabilidad”. Estas palabras se enmarcan dentro de los últimos encuentros y desencuentros entre ambas potencias por la cuestión de los refugiados sirios, principalmente. Las negociaciones para la adhesión de Turquía a la UE sigue congeladas en los capítulos de respeto a los Derechos Humanos.
Veinticuatro horas después del incidente y de que la Comisión haya pedido explicaciones dejando claro “que no se vuelva a repetir en el futuro”, sigue sin haber respuesta del gobierno turco. En todo caso, el portavoz insistió en que “no estamos haciendo una cuestión de ello”, porque no le querían dar trascendencia pública. Pero, añadió Mamer “que no lo denunciemos en público, no significa que no lo hagamos por lo cauces institucionales y que no le demos importancia”.
De otro lado, se ha confirmado que “la Presidenta ha pedido a su equipo que le aclaró quién es el responsable de este incidente”. Por último, la Comisión asegura que ha sido un “incidente entre instituciones”. Pero quedó en el aire la pregunta, varias veces repetida, de si fue un incidente semita y si ello habría ocurrido en el que caso de que la presidenta hubiese sido un hombre. “Que sea hombre o mujer no cambiaría nuestra posición”, fue la única explicación.
Lo que sí se ha confirmado es que la Presidenta llevó el mensaje a Erdogan sobre la posición Europa sobre el Convenio de Estambul de protección de las mujeres. “La Presidenta ha llevado este mensaje y es lo que cuenta”, aseguraron fuentes oficiales, sin querer entrar en la cuestión de si ésta fue la respuesta de Erdogan. Lo que sí añadió el portavoz es que harían llegar “un mensaje al presidente Erdogan sobre el rol de la mujer en el mundo político”.
Nueva etapa con Ankara
El inicio del diálogo entre Turquía y Grecia para calmar la situación de tensión en el Mediterraneo Oriental, así como la “desescalada” que ha percibido la UE en relación con el conflicto con Chipre, han allanado el camino hacia una nueva etapa con Ankara. Además, Bruselas quiere renovar el acuerdo migratorio con Turquía, que finalizó el pasado mes de agosto.
El incidente protocolario se enmarca en un contexto de protestas internacionales contra Turquía, tras retirarse del Convenio de Estambul sobre la prevención y lucha contra la violencia hacia las mujeres
Pero la presidenta advierte que a pesar de que las intenciones son buenas la relación es frágil y dependerá de los movimientos que haga Erdogan. “El respeto de los derechos fundamentales y el Estado de derecho son cruciales para la Unión Europea. Esto debe ser una parte integral de nuestra relación”, ha insistido la alemana. Von der Leyen recuerda que “Turquía debe respetar las reglas y normas internacionales de derechos humanos, con las que, dicho sea de paso, el país se ha comprometido, como miembro fundador del Consejo de Europa”.
Entre los temas que preocupan ahora en la Unión Europea está la retirada de Turquía del Convenio de Estambul por la lucha contra la violencia de género. “Se trata de proteger a las mujeres y proteger a los niños contra la violencia. Y esta es claramente la señal incorrecta en este momento. La Unión Europea nunca dudará en señalar nuevos avances negativos”, ha apuntado von der Leyen. “Esto también es válido para las acciones unilaterales contra Estados miembros de la UE como Grecia o Chipre”.