La solución acordada por los 27 Estados miembros, a propuesta de la Comisión, pasa por realizar tests masivos de PCR y tests rápidos de antígenos, y que ambos sean reconocidos en todos los países de la UE. Además, se recomienda reforzar el rastreo de contactos y mejorar los preparativos para las campañas de vacunación. Con media Europa confinada, la UE se prepara para encerrarse este invierno hasta pasada la Navidad.
Los líderes de la Unión Europea han fijado las bases para responder de forma más armonizada a la segunda ola de coronavirus en el continente, en una estrategia en la que ven clave el intercambio de experiencias y datos, el rastreo, el reconocimiento mutuo de test o una vacunación eficiente.
La cumbre europea, que se ha celebrado de forma telemática, ha coincidido con la misma jornada en la que el Viejo Continente ha superado los diez millones de casos de coronavirus y tiene la incidencia más alta desde que empezó la pandemia, con 1,5 millones de contagios de COVID-19 reportados en los últimos siete días y las hospitalizaciones en niveles que no se veían desde los meses de marzo y abril.
Libertad de movimientos
Ante este panorama, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha subrayó la importancia de que se preserve el funcionamiento del mercado único europeo y de la libertad de movimientos de los ciudadanos, dos áreas que se vieron fuertemente afectadas en la primera ola de la pandemia con el cierre de fronteras.
También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha incidido en que se ha aprendido de los errores de la pasada primavera sobre cómo lidiar contra la pandemia y ha apuntado a que «cerrar fronteras no sirvió para parar el virus» y a que hay una «voluntad ampliamente compartida» de defender «la fuerza del mercado interior» y garantizar las cadenas de suministro.
Para ello, ha considerado claves cinco prioridades en las que la respuesta debe consensuarse a nivel europeo: los test para detectar el virus, las aplicaciones de rastreo de contagios, las estrategias de vacunación y el intercambio de información entre expertos y con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. Respecto a los test, tanto Michel como Von der Leyen han destacado la importancia de que todos los Estados miembros acuerden el «reconocimiento mutuo, distribución y uso» de estas pruebas.
Los expertos nacionales que asesoran a cada país en la lucha contra el virus dispondrán de una plataforma para compartir las mejores prácticas para que otros puedan beneficiarse de ellas
Para Von der Leyen, esta estrategia debe «ir de la mano» con una armonización de los métodos de rastreo de la enfermedad, de manera que se garantice la interoperabilidad de las aplicaciones que 22 de los 27 Estados miembros han puesto en marcha o están en proceso. La Comisión, ha recordado, ha creado una plataforma con este objetivo, y espera que todas las aplicaciones móviles que existen en la actualidad estén vinculadas por esta vía para el mes de noviembre.
220 millones para traslados
La alemana ha anunciado que el Ejecutivo comunitario planteará un proyecto piloto para crear un registro de datos de pasajeros con el que se facilite el rastreo del virus, una iniciativa que esperan esté en marcha para finales de este año aunque, reconoció, «no es prioritaria» porque la recomendación actual es de no viajar.
Sobre la vacunación, ha dicho que hay un consenso entre los Estados miembros para el criterio de reparto de las vacunas adquiridas a nivel comunitario: todos los países las recibirán al mismo tiempo y en las mismas condiciones, en proporción a su población.
Para ello, Bruselas ha pedido a todos los gobiernos nacionales que le remitan sus planes nacionales de inmunización, de forma que la Comisión pueda comprobar que son «adecuados para su objetivo».
Por último, Von der Leyen ha aprovechado la rueda de prensa para aunciar que Bruselas destinará 220 millones de euros a costear el traslado de pacientes entre países de la UE allá donde sea necesario.
Michel, por su parte, se ha mostró partidario de que los Veintisiete acuerden también a qué grupos de población se debe priorizar una vez lleguen las primeras remesas de vacunas, una idea sobre la que, ha dicho, algunos Estados miembros ya están trabajando.
Von der Leyen hizo también hincapié en la importancia de que los Estados miembros compartan información para que la respuesta europea pueda ser más eficiente.
«Por ejemplo», ha explicado la alemana, «conocer a nivel europeo datos sobre la capacidad de las UCI puede ayudar a organizar con tiempo el traslado de pacientes. Cuando más información se comparta por parte de los países, mejor se puede coordinar la respuesta».
Von der Leyen anunciaba, en rueda de prensa, que Bruselas destinará 220 millones de euros a costear el traslado de pacientes entre países de la UE allá donde sea necesario
Los expertos nacionales que asesoran a cada país y a la UE en la lucha contra el virus dispondrán de una plataforma para compartir las mejores prácticas para que otros puedan beneficiarse de ellas.
Ante los aumentos récord en infecciones y hospitalizaciones en toda Europa, la presidenta de la CE ha instado a «evitar cometer el error de contraponer la sanidad a la economía» y ha insistido en aplicar las «únicas herramientas» frente al virus, como la distancia social y evitar aglomeraciones y espacios cerrados, para «mantener a raya este virus y después relanzar la economía».
Juntos, más fuertes
La importancia de una acción europea coordinada contra la pandemia es vital para la canciller alemana Angela Merkel, quien ha tuiteado que «para Alemania, como país en el centro de Europa, es importante que las fronteras permanezcan abiertas, que haya un ciclo económico en funcionamiento y que luchemos juntos».
Con «toda Europa en el ojo del huracán», en palabras del primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, cuyo país es el más golpeado por la segunda ola, «las decisiones sobre la libre circulación de personas y bienes, y en especial de material médico deben tomarse a nivel europeo» y «hacer todo lo posible para mantener las fronteras abiertas y asegurar el funcionamiento del mercado interior».
Que esos test rápidos para detectar el Covid-19 sean «accesibles y disponibles para todos» en la UE «al mismo tiempo» ha sido lo que ha reclamado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien piensa que hay que «evitar a toda costa la lucha por los equipos de protección que hubo al inicio de la crisis».