N. L.
Los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona se han comprometido a acotar durante 2023 las ayudas energéticas a los hogares más vulnerables y empresas temporalmente expuestas a la crisis de la energía. “En este contexto, una combinación coherente de políticas sigue siendo crucial para respaldar el crecimiento, reducir las presiones inflacionarias y abordar los riesgos de fragmentación. Si las medidas se prolongan o se promulgan otras nuevas, los déficits podrían aumentar notablemente”, ha advertido el comisario Paolo Gentiloni.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) se han comprometido a reorientar sus ayudas energéticas de forma que estén más focalizadas en los colectivos vulnerables y las empresas más afectadas por el impacto de la guerra en Ucrania, dejando así atrás la acciones más universales.
Los Diecinueve aprobaron una declaración conjunta en la que garantizan que están trabajando para que las medidas que componen su respuesta a los elevados precios energéticos sean “más eficientes, mejor coordinadas y asequibles desde el punto de vista fiscal”.
Paschal Donohoe, reelegido en el cargo, afirmó que los socios trabajarán “mes a mes” en 2023 para “mejorar más la calidad” de las medidas energéticas, garantizar que el nivel de apoyo a la economía es “el adecuado” y avanzar hacia un “enfoque común” al respecto
“En 2023 examinaremos nuestras medidas para asegurar que son más específicas y centradas en los hogares vulnerables y las empresas viables que están temporalmente expuestas” a las consecuencias de la agresión militar de Rusia sobre Ucrania, en especial los desorbitados precios del gas y su traslado a la factura eléctrica.
Aunque remarcó que se trata de un área de competencia nacional, el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, afirmó que los socios del euro trabajarán “mes a mes” en 2023 para “mejorar más la calidad” de las medidas energéticas, garantizar que el nivel de apoyo a la economía es “el adecuado” y avanza hacia un “enfoque común” al respecto.
En esta línea, los responsables de Economía de los países de la moneda común señalan en el texto pactado que puede ser una opción el modelo “dual” propuesto por la Comisión Europea para focalizar mejor las ayudas de apoyo, pero siempre teniendo en cuenta las “características nacionales”.
El sistema de Bruselas consistiría en subvencionar una parte del consumo energético de familias y empresas, mientras que el resto se pagaría al precio del mercado, lo que debería permitir ayudar a los beneficiarios pero sin dejar de incentivar una reducción de la demanda.
El Eurogrupo aborda así una de las principales preocupaciones expresadas tanto por el Ejecutivo comunitario como por el Banco Central Europeo (BCE), que llevan meses advirtiendo de que la mayoría de las ayudas son universales y benefician sin discriminación al conjunto de la población, generando presiones inflacionistas.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, llegó incluso a enviar una carta en las primeras semanas de la guerra en la que pidió a los ministros de Finanzas que se abstuvieran de adoptar medidas generales, en especial bajadas del IVA de la electricidad o el gas como las que finalmente aprobaron muchas capitales.
El propio Eurogrupo así lo reconoce en su declaración de este lunes, en la que afirma que “muchas de las medidas son amplias y están centradas en los precios, en lugar de ser específicas y abordar las rentas” de hogares y empresas. El coste de estas ayudas en 2023, añaden, se estima en un 0,9 % (frente al 1,3 % de este año), pero admiten que “podría aumentar significativamente si las medidas ya anunciadas se mantienen durante todo el año”.
“Si se prolongan las medidas actuales o se adoptan nuevas, los déficit podrían aumentar mucho más de lo previsto y esto iría en contra de los esfuerzos del BCE para reducir la inflación”, advirtió el italiano Gentiloni en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Estímulos universales
De hecho, los Diecinueve subrayan que no está “justificado” mantener unos estímulos universales en 2023, sino que el foco de las ayudas debe ponerse en las partes más afectadas por la inflación al mismo tiempo que “se mantiene la agilidad para ajustarse rápidamente a la situación cambiante si fuera necesario”.
A su llegada a la reunión, la vicepresidenta española de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró que el Gobierno está estudiando precisamente qué medidas de las desplegadas hasta ahora pueden extenderse a 2023, cuáles se pueden retirar y cuáles se pueden “limitar” a un colectivo determinado.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, envió una carta en las primeras semanas de la guerra en la que pidió a los ministros de Finanzas que se abstuvieran de adoptar medidas generales como bajadas del IVA de la electricidad o el gas que finalmente aprobaron muchos países
“Poco a poco vamos tratando de enfocarlas en aquellos sectores más afectados, en aquellos colectivos más vulnerables o también las clases medias”, expresó Calviño, quien después precisó que la única medida que el Ejecutivo ha decido por ahora prorrogar es la gratuidad de los trenes de Media Distancia y Cercanías.
En esta misma reunión, el Eurogrupo han reelegido este lunes por consenso al ministro de Finanzas de Irlanda, Paschal Donohoe, como presidente de este foro para un nuevo mandato de dos años y medio a partir del próximo 13 de enero.
«Desde otoño de 2021, el Eurogrupo ha estado al frente para evaluar y analizar el impacto de los precios de la energía y la inflación en la economía de la eurozona. Ahora que he sido reelegido, mi primera prioridad será reforzar la coordinación», ha dicho Donohoe en un comunicado, agradeciendo a sus homólogos la renovada confianza.