N. L.
La Comisión no cree que haya que aplicar más medidas excepcionales para ayudar a las compañías aéreas a mantener sus derechos de operar en todos sus trayectos (‘slots’) y tampoco cree que estén siendo obligadas a efectuar vuelos fantasma, sin pasajeros, para preservar esos derechos. Las normas europeas imponen a una línea aérea la utilización del 80% de los ‘slots’ de los que dispone en una ruta determinada. Si no operan esas frecuencias, la temporada siguiente pierde el derecho de uso.
La Comisión Europea ha decidido entrar de lleno en la polémica sobre los “vuelos fantasma” suscitada por Lufthansa y lo ha hecho para desmentir a la aerolínea alemana, que a principios de semana se quejaba de que se verá obligada a operar 18.000 vuelos sin pasajeros entre enero y marzo –3.000 de ellos de Brussels Airlines– para mantener sus derechos de aterrizaje o despegue (llamados slots).
Según Bruselas, no hay evidencias de que la compañía esté operando vuelos innecesarios como alega y el reglamento europeo, que incluye una cláusula que permite a las aerolíneas no utilizar todos sus ‘slots’ en circunstancias excepcionales como las provocadas por la pandemia y ha sido adaptado a la situación actual, funciona adecuadamente y no debe ser adaptado.
La irrupción de la pandemia y las restricciones de viaje impuestas por los gobiernos redujeron el tráfico aéreo y la demanda de pasajeros por lo que la Comisión Europea decidió suspender temporalmente la normativa, que empezó a aplicar de nuevo en primavera pasada
Según las reglas europeas, las aerolíneas están obligadas a utilizar el 80% de los slots de los que disponen en una ruta determinadas. Si no lo hacen los pierden en la temporada siguiente. La irrupción de la pandemia, y las restricciones de viaje impuestas por los gobiernos, redujeron el tráfico aéreo y la demanda de pasajeros por lo que la Comisión Europea decidió suspender temporalmente la normativa, que empezó a aplicar de nuevo en primavera pasada aunque con un umbral inferior del 50% y una cláusula que da flexibilidad y permite operar rutas por debajo de este porcentaje. Bruselas ya ha propuesto aumentarlo en la temporada de verano -de finales de marzo hasta finales de octubre- al 64%, muy por debajo todavía del 80% de la norma.
“Para la Comisión, los vuelos vacíos son malos para la economía y el medioambiente y por eso tomamos medidas desde el inicio de la pandemia para evitar los vuelos fantasma», ha explicado el portavoz de Transporte de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker, sobre una decisión que insiste está basada “en hechos” -en datos de Eurocontrol y número de reservas- y que pese a las quejas de la aerolínea alemana “ha funcionado bien” porque se puede solicitar no utilizar ‘slots’ en circunstancias excepcionales, algo que han hecho todas las aerolíneas incluida Lufthansa.
En el caso concreto de la aerolínea alemana, que ha recibido más de 9.000 millones de euros en ayudas de estado para capear la pandemia, Bruselas no tiene tiene evidencias de qué la empresa esté operando “vuelos innecesarios”.
Es más, tiene “justificación” del operador germano para no respetar el 50 % de sus ‘slots’ y su nivel de vuelos asciende al 61% de los operados a principios de 2019, por encima del umbral del 50% “así que todavía tiene margen”, sostienen fuentes del Ejecutivo comunitario que apuntan a que la aerolínea ha estado cancelando 1 de cada 3 vuelos vendidos -concentrando pasajeros en determinados vuelos- y que si lo ha hecho es porque “comercialmente y económicamente” les conviene.
Los vuelos fantasma “no son necesarios”
“Han justificado no que estuvieran vacíos, sino que desde su perspectiva no eran necesarios. Cuando no son necesarios presumiblemente es porque no dan los beneficios que esperan”, sostienen insistiendo en que las autoridades europeas ya están teniendo en cuenta el impacto de ómicron y que no han detectado una gran reducción en los vuelos operados. “Por tanto no creemos que sea necesario operar vuelos fantasmas y no hemos recibido evidencias de que esto esté ocurriendo”, han zanjado. La realidad, apuntan las mismas fuentes, es que como norma general solo se han cancelado 1 de cada 10 vuelos y que a fecha de 15 de octubre, antes de la irrupción de la variante ómicron, el tráfico aéreo en la UE era del 77% respecto a los primeros seis días de 2019.
“Para la Comisión Europea, los vuelos vacíos son malos para la economía y el medio ambiente y por eso tomamos medidas desde el inicio de la pandemia para evitar los vuelos fantasma», ha explicado el portavoz de Transporte de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker
Según datos de Eurocontrol, a fecha 9 de enero se operaron en la UE, 1.867 respecto a los 2.719 de ese mismo día en 2019.
Además de Lufthansa, Ryanair también ha comunicado que cancelará el 33% de sus vuelos previstos para el mes de enero ante el aumento de las restricciones en toda Europa. Todavía no ha decidido qué viajes suspenderá en febrero y marzo “a la luz de la incertidumbre actual sobre la variante ómicron y las restricciones de viaje dentro de Europa”, asegura en un comunicado. Preguntada por los vuelos fantasma y si se vería obligada a operar aviones casi vacíos para conservar sus slots, la compañía rehusó hacer comentarios. Las principales aerolíneas europeas están consensuando un mensaje común para hacérselo llegar a la Comisión la semana que viene.
Bélgica se ha adelantado. Su vice primer ministro y encargado de Transportes, Georges Gilkinet, ha dirigido una al Ejecutivo comunitario para que cambie las reglas: “¡Es incomprensible y no tiene sentido desde el punto de vista económico, ecológico y social!”.