N. L. ■
Bruselas acusa a Londres de haber incumplido los compromisos de control aduanero, lo que facilita el contrabando en Irlanda del Norte y la entrada de productos ilegales en el mercado comunitario a través de Irlanda. “No es aceptable la violación de tratados internacionales”, ha señalado el vicepresidente de la Comisión encargado de las relaciones con Londres, Maros Sefcovic. Advierte de que los procedimientos abiertos pueden desembocar en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que podría imponer a Londres una sanción multimillonaria.
Bruselas emprende acciones legales contra el proyecto de ley con el que Boris Johnson pretende reescribir el Brexit. La Comisión Europea considera que la nueva legislación anunciada por Boris Johnson viola el derecho internacional al vulnerar el tratado firmado por él mismo con la Unión Europea en relación con el Protocolo de Irlanda del Norte. Así, el Ejecutivo comunitario ha anunciado este miércoles su respuesta “a la intención británica, de nuevo, de violar el derecho internacional”, en tanto que “el proyecto permite a los ministros no aplicar el protocolo. Todo lo negociado en respuesta al Brexit que quería Londres, puede ser sorteado. Creemos que vulnera el derecho internacional y no es aceptable para la UE”.
Para Londres es decepcionante que la Unión Europea haya optado por reactivar los procedimientos legales relacionados con los períodos de gracia actualmente vigentes, que son vitales para evitar que los problemas causados por el Protocolo se agraven
El comisario europeo para el Brexit, Maros Sefcovic, ha afirmado este miércoles: “No hay justificación para cambiar unilateralmente un acuerdo internacional. Es una quiebra del derecho internacional. Es ilegal. Reino Unido está dañando la confianza de la UE”.
La reacción legal anunciada por Bruselas consiste en “descongelar” el procedimiento iniciado en marzo de 2021 contra Reino Unido por no aplicar el protocolo en lo que se refiere a los controles fronterizos a lo que llega a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña y posponer unilateralmente las moratorias de controles aduaneros en el mar de Irlanda. Bruselas enviará una notificación y, si no responde Londres, acudirá al Tribunal de Justicia de la UE. Además, Bruselas toma acciones legales por no cumplir partes significativas del protocolo, como los controles de productos sanitarios y fitosanitarios.
“Primero, vamos a proceder a reactivar el procedimiento de marzo de 2021, si no responde en dos meses, los llevaremos al TJUE. Además, vamos a lanzar dos nuevos expedientes, sobre los controles aduaneros y por no proveer datos de trazabilidad comercial para proteger el mercado único de la UE”, ha dicho Sefcovic.
Eso sí, el procedimiento de infracción contra la nueva legislación no podrá lanzarse hasta que esa nueva legislación entre en vigor, explica Bruselas.
Si la vía judicial no funciona o Reino Unido prosigue en su proyecto de saltarse unilateralmente el acuerdo del Brexit, la consecuencia sería que decaería el acuerdo comercial de relación futura pactado tras el acuerdo de retirada. Es decir, Reino Unido y la Unión Europea entrarían en una guerra comercial y en un bloqueo de las transacciones comerciales al quedarse sin vigencia el tratado existente que emana del acuerdo del Brexit.
“No está llevando los controles necesarios en las fronteras, lo que tiene afectos en la aplicación de la ley”, dice la Comisión Europea: “Cuando decidimos no seguir con estas acciones legales [a finales de julio de 2021], fue porque Reino Unido nos pidió crear un espacio para el diálogo y quitar presión a las negociaciones. Pero no ha habido avances desde febrero en las discusiones. Desde nuestro punto de vista, Reino Unido ha roto las condiciones que mantenían ese procedimiento parado. No hemos tenido discusiones desde finales de febrero”.
“Es decepcionante”
Fuentes del Gobierno británico han reaccionado al anuncio de Bruselas: “Es decepcionante que la UE haya optado por reactivar los procedimientos legales relacionados con los períodos de gracia actualmente vigentes, que son vitales para evitar que los problemas causados por el Protocolo se agraven. La apuesta del Reino Unido sigue siendo una solución negociada, pero las propuestas presentadas por la UE son las mismas que hemos estado discutiendo durante meses y no resuelven los problemas. En muchos casos, nos alejan de los acuerdos actuales”.
Si la vía judicial no funciona o Londres prosiguiera en su proyecto de saltarse unilateralmente el Brexit, decaería el acuerdo de relación futura pactado tras la firma del protocolo de retirada. Es decir, Reino Unido y la Unión Europea entrarían en una guerra comercial
“El Protocolo está socavando el Acuerdo de Belfast (Viernes Santo)”, insiste Londres, “interrumpiendo el comercio y provocando que las personas en Irlanda del Norte reciban un trato diferente al del resto del Reino Unido. La UE continúa insistiendo en que no está dispuesta a cambiar el Protocolo en sí, por lo que estamos obligados a actuar nosotros mismos para cambiar las partes que están causando problemas. La legislación que presentamos esta semana ofrece soluciones prácticas y razonables que también protegen el mercado único de la UE y apoyan el comercio Norte-Sur”.
El plan de Johnson pasa porque los productos ingleses que se queden en Irlanda del Norte no tengan controles y dejar al Tribunal de Justicia de la UE sin competencias sobre las disputas entre Bruselas y Reino Unido relativas a la gobernanza del acuerdo del Brexit. Así es como pretende Boris Johnson reconducir unilateralmente un acuerdo que él mismo firmó hace un año y medio, y que impugna dos asuntos fundamentales para los 27: los controles a los productos británicos existen en Irlanda del Norte porque luego no hay frontera con la UE en tanto que no existe entre la República de Irlanda y la de Irlanda del Norte, y es imprescindible un control a todo lo que entra en el Mercado único.