Suplemento Especial Planes de Pensiones / Mercedes Cobo
El Covid-19 también ha hecho mella en los planes de pensiones. El patrimonio de los españoles en planes de pensiones del sistema individual se ha reducido en 140 millones en el último mes de septiembre, hasta los 77.462 millones, y acumula una rentabilidad media negativa del 2,3% en el último año, según los datos de Inverco. En este entorno, las gestoras y entidades comerciales de este tipo de productos aprovechan la recta final del año, en la que los inversores realizan la mitad de las aportaciones, para atraer nuevos clientes y defender los propios. Los expertos aconsejan acompañar el plan de una necesaria personalización y planificación financiera, acorde a las necesidades futuras de cada persona.
En España existen casi 1.000 planes de pensiones individuales diferentes que se pueden contratar en función del riesgo a asumir. Un total de 7,5 millones de partícipes cuentan con este producto financiero para completar su pensión. Los últimos tres meses de cada año empieza una carrera entre las entidades que comercializan este tipo de productos para captar clientes nuevos y fidelizar los propios, bien para que se hagan nuevas aportaciones o bien atrayendo clientes de la competencia.
El interés por incrementar el importe del plan de pensiones en la recta final de año responde a que desgrava en la declaración de la renta que se efectúa el próximo año. Es uno de los pocos beneficios fiscales que existen para los contribuyentes si ya se tiene pagada la hipoteca.
Este año, marcado por la crisis del coronavirus, los bajos tipos de interés y la baja remuneración que se ofrece en los depósitos bancarios, la mayor parte de las entidades financieras ya han lanzado sus campañas, en las que ofrecen de media una bonificación de hasta el 5%.
La campaña de promoción de este año coincide con el anuncio de que el Gobierno estudia eliminar el incentivo fiscal que actualmente tienen las aportaciones a los planes de pensiones. Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, tranquiliza los ánimos e indica que “las únicas declaraciones públicas de miembros del Gobierno han mencionado la conveniencia de trasladar progresivamente los incentivos fiscales de los planes de pensiones individuales a los planes de empleo, pero para nada han hablado de su eliminación”.
Añade además, que en cualquier caso, “la necesidad de seguir incentivando fiscalmente a los planes de pensiones (es un mecanismo de diferimiento fiscal, que no beneficio fiscal), tanto del segundo pilar (empresas) como del tercero (individuales), es hoy más necesario que nunca teniendo en cuenta que la mayor longevidad está erosionando y va a seguir haciéndolo de forma más intensa la sostenibilidad del sistema de pensiones”.
El presidente de Inverco señala que formas de afrontar el reto demográfico: “aumentar los ingresos del sistema público (más cotizaciones o más impuestos, ya sean finalistas o no), reducir las prestaciones (aumento de la edad legal de jubilación (actualmente 65 años y 10 meses), aumento de la edad real de jubilación (actualmente 64,1 años), penalización de las jubilaciones anticipadas, aumento del número de años de cómputo (actualmente, los últimos 22 años, etc), o la tercera, una mezcla de ambas”.
Advierte que “sea cual sea la decisión política, es urgente la adopción de medidas lo antes posible. Desde 2012 el sistema público de reparto experimenta un déficit constante entre el 1,4% y el 1,8% del PIB. Al margen de las crisis económicas (2020 va ser especialmente intenso), lo que se observa es una crisis estructural por los tres motivos anteriormente citados, y que va a agravarse progresivamente en los próximos 15 años.
Llega la recta final para captar el ahorro
Las entidades hacen frente al Covid con sus mejores ofertas
En este tramo final del año las compañías se preparan para sacar el mayor partido a la época en que los inversores realizan la mitad de las aportaciones a planes de pensiones. Un producto que no goza de su mejor momento debido a la crisis del Covid-19, y en un contexto de bajos tipos de interés y de una baja remuneración en los depósitos bancarios. Pese a las rentabilidades negativas, estos vehículos de ahorro para la jubilación han recuperado más de 5.100 millones de euros en los últimos seis meses. No obstante, el patrimonio total aún continúa por debajo de los 79.850 millones que tenía a cierre de 2019, antes de la pandemia.
Como consecuencia de la crisis de la Covid-19, los planes de pensiones no gozan de su mejor momento de salud: el patrimonio de los españoles en planes de pensiones del sistema individual se ha reducido en 140 millones en el último mes de septiembre, hasta los 77.462 millones, y acumula una rentabilidad media negativa del 2,3% en el último año, según los datos de Inverco. Pese a esas rentabilidades negativas, estos vehículos de ahorro para la jubilación han recuperado más de 5.100 millones de euros en los últimos seis meses. No obstante, el patrimonio total aún continúa por debajo de los 79.850 millones que tenía a cierre del 2019, antes de la pandemia.

En este contexto de bajos tipos de interés y la baja remuneración que se ofrece en los depósitos bancarios, entidades como el Santander, ofrecen a sus clientes hasta el 5% si traspasan sus planes de pensiones desde otra entidad o realizan nuevas aportaciones.
La mayor preocupación por la pandemia ha aumentado el volumen en depósitos y otros productos financieros
José González, Director de Pensiones y Previsión Colectiva en Santander Asset Management, indica que “complementar la pensión pública de jubilación es una necesidad”, aunque la jubilación se vea a muy largo plazo. Para Santander Pensiones comenzar a ahorrar cuanto antes y de manera constante a través de planes de pensiones se convierte en la opción más eficiente de cara a construir el ahorro para la jubilación, para facilitar esta labor, han puesto a disposición de sus clientes un planificador para la jubilación.
Dentro de la gama de planes de los que disponen (RF, RV, Mixtos, Temáticos,…), impulsan la estrategia de Ciclo de Vida. “Pensamos que es el modelo óptimo de ahorro para la jubilación, consolidándose como un eficiente modelo de ahorro a largo plazo. Recordamos que los planes de pensiones que incorporan la estrategia de ciclo de vida, en función de la edad del partícipe, van ajustando de manera sistemática la asignación de activos, reduciendo la exposición a los activos de riesgo y aumentando la inversión en renta fija, es decir, se adaptan a nuestro ciclo vital”, señala José González.
Desde Santander Pensiones ofrecen también la gama Mi Proyecto Santander Sostenible, que aplica en la gestión de su cartera criterios tanto financieros como extra-financieros o de inversión sostenible y responsable (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), con el fin de obtener una visión más completa y global de los activos donde invertir en relación a su sostenibilidad financiera, social y ambiental.
González explica que siempre han tenido claro que, “de cara a instrumentar el ahorro privado para la jubilación, el plan de pensiones es el vehículo financiero-fiscal más adecuado para este objetivo. También es el más conocido y preferido por los ahorradores y gran parte de su atractivo (aunque no el único) reside en la fiscalidad. La aportación a planes de pensiones reduce la base imponible general del IRPF, rebajando así nuestra carga fiscal. La diversificación de activos que también ofrece el plan de pensiones nos permite conseguir objetivos de rentabilidad en el medio y largo plazo. No debemos olvidar que el plan de pensiones como producto finalista que es, cobra aún más sentido como inversión a largo plazo, que es donde obtenemos principalmente mayores retornos.
El plan de pensiones además se ha mostrado como una excelente herramienta ofreciendo cobertura y liquidez a los hogares españoles en situaciones de crisis. En los últimos 10 años los planes de pensiones han pagado 3.760 millones de € a 693.000 hogares por desempleo o enfermedad grave. Destacando especialmente las 50.000 familias que han rescatado su inversión en planes de pensiones para afrontar los efectos del covid-19.”
Para los expertos de Banca March, el plan debe acompañarse de una necesaria personalización y planificación financiera, acorde a las necesidades futuras de cada persona. En su opinión, “no existe un único producto adecuado, sino que, dependiendo de las necesidades y perfil de cada inversor, existen diferentes alternativas de ahorro a largo plazo para la jubilación.

En Banca March disponen de diferentes categorías de planes, todos ellos gestionados por March AM (mejor gestora de renta variable de España en los premios Allfunds Bank de 2019). Planes de Previsión Asegurado (PPA), seguros de ahorro que ofrecen una rentabilidad mínima garantizada para complementar el ahorro destinado a la jubilación y una reducción de las primas pagadas en la base imponible del IRPF, en condiciones iguales a las de los planes de pensiones. Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), su objeto es acumular un fondo, procedente del pago de las primas, con el que se podrá constituir una renta vitalicia, disfrutando así de importantes ventajas fiscales en el momento de hacer efectiva la prestación. Desde Banca March ofrecen dos opciones de PIAS: March Vida PIAS y March PIAS Next Generation en formato Unit Linked, en el que el tomador asume íntegramente el riesgo de la inversión, invirtiendo sus aportaciones en la cartera de fondos Next Generation de Banca March. En los Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP) se garantiza un tipo de interés durante el primer año, que se revisará anualmente. Al igual que los PIAS, su incentivo fiscal está en el momento de percibir la prestación. En el caso de March Vida SIALP, garantiza a vencimiento el 100% de la suma de primas aportadas.
Los expertos de Banca March consideran que la creciente longevidad de nuestro país plantea un nuevo y complicado reto: “planificar nuestras finanzas de cara a la jubilación ya que, además de necesitar ingresos durante más años, es probable que las pensiones futuras no sean como las actuales”.
Aconsejan que lo importante ante una situación de alta volatilidad bursátil como la que estamos viviendo en estos momentos es no precipitarse en tomar decisiones y contar con un gestor personal. “Dado el panorama actual de los mercados, es importante invertir en soluciones de ahorro con capacidad para preservar el capital en momentos de dificultades. Por lo que respecta a los productos de previsión, concretamente a los planes de pensiones, teniendo en cuenta que están pensados para ahorrar a largo plazo, si además buscamos un momento específico para realizar nuestras aportaciones, cualquier corrección de mercado se convierte en una excelente oportunidad para invertir”.
Desde Caixabank indican que “dentro de una visión general de los mercados y entendiendo la dificultad de predecir las perspectivas económicas en el mercado financiero impactado por el contexto de la Covid-19, vemos como los indicadores macroeconómicos siguen apuntando que la reactivación económica avanza, si bien a un menor ritmo y con grandes desigualdades por países y sectores. Además, el incremento del ritmo de contagio del virus a nivel mundial, junto con otros factores no económicos hace que exista una mayor preferencia por activos defensivos, en detrimento de activos de riesgo que ofrecen retornos negativos a cierre de septiembre”.
Economía familiar
Poniendo foco en la economía familiar, hacen referencia a un reciente estudio realizado por IPSOS (1) en el que se señala que un tercio de los españoles no tiene ningún colchón financiero. Si se suman aquellos que tienen ahorro sólo para 3 meses se alcanza el 50%. El estudio también destaca el hecho de que el 22% de los españoles no cree tener problemas económicos en el futuro. “En consecuencia, el ahorro de las familias más vulnerables se ha visto afectado. Y la incertidumbre en el futuro hace que los clientes tengan una mayor sensibilidad ante el ahorro para la jubilación”.
Es en este contexto disponen de una amplia oferta de ahorro previsión: para los que empiezan a ahorrar: CaixaFuturo, un seguro de vida ahorro que permite aportaciones periódicas desde 50€, sin riesgo de mercado y con rescate en cualquier momento. Para aquellos que quieren optimizar su esfuerzo de ahorro: Valor Futuro 10, UL, un seguro de vida Unit Linked, dónde el cliente asume el riesgo de las inversiones y que le permite ahorrar en un producto gestionado a largo plazo, con una garantía temporal en caso de fallecimiento o invalidez de 10 años desde la contratación o hasta los 67 años. Para los que quieren diversificar su ahorro, generando un capital destinado a su jubilación mediante un producto que ofrece ventajas fiscales, destacan los planes de pensiones. Y en especial, la gama destino que guía a los clientes adaptándose a la fecha objetivo de jubilación, alejándoles del sesgo de decisiones financieras inadecuadas ante una situación de incertidumbre.
Unicaja Banco ha lanzado una campaña de planes de pensiones en la que como novedad se bonifican con un 6% las nuevas aportaciones periódicas anuales, con un máximo de 300 euros y un compromiso de permanencia de tres años. Igualmente, se contemplan bonificaciones tanto por los traspasos procedentes de otras entidades (hasta el 4% del importe traspasado) como por las aportaciones extraordinarias (1% del importe aportado).
En concreto, la empresa incentiva los traspasos de fondos de pensiones procedentes de otras entidades financieras, estableciendo un mínimo de 6.000 euros y fijando el 20 de enero de 2021 como fecha límite para solicitar esa transferencia. Para ello, contempla una serie de bonificaciones en efectivo, que oscilan entre el 2%, el 3% y el 4% sobre los saldos incorporados.
Las bonificaciones, que dependerán del compromiso de permanencia, serán del 2% del saldo traspasado para un plazo de tres años; del 3% para cinco años, y del 4% para siete. Durante este tiempo el cliente se compromete a mantener su posición en planes comercializados por Unicaja Banco y a no realizar un rescate en forma de capital (sí está permitido en renta).
Unicaja Banco también incentiva las aportaciones extraordinarias llevadas a cabo en la recta final del año (3.500 euros como mínimo), con un 1% de la aportación realizada, siendo el compromiso de permanencia de tres años.
Una de las grandes apuestas de Kutxabank en el ámbito de los productos de previsión son los planes perfilados. Se trata de planes que se diseñan según las necesidades y los perfiles de riesgo de cada cliente, para quienes se elaboran planes a medida, con seguimiento profesional por parte de los equipos especializados.
Además, todas las inversiones que se realizan en todos los productos gestionados se desarrollan bajo criterios de inversión socialmente responsable. De esta forma, se asegura que las entidades en las que se invierte cumplen y promueven en su ámbito de actuación el respeto de los derechos humanos, el cuidado del medioambiente, las prácticas de políticas de buen gobierno y las buenas prácticas en materia fiscal.
Su habitual campaña de ahorro-previsión de final de año viene acompañada por numerosos incentivos, de los que se podrán beneficiar tanto quienes realicen traslados y aportaciones, como quienes decidan consultar los simuladores que utilizan los gestores comerciales de Kutxabank. En el caso de las captaciones, los nuevos partícipes que decidan trasladar sus saldos de previsión a los planes perfilados, podrán obtener un incentivo de hasta el 4,20% con un compromiso de permanencia de 7 años, y un tope máximo de 6.000 euros.
Desde Kutxabank indican que, aunque las aportaciones a las EPSVs y planes de pensiones siguen teniendo un carácter estacional, cada vez son más los clientes que deciden fijar unas cuotas periódicas de suscripción. De hecho, más de un tercio de los partícipes de estos productos de previsión han establecido ya este modelo de hábito de ahorro recurrente. La entidad dispone de la opción de financiar al 0% las aportaciones realizadas a los productos de previsión perfilados, a la vez que permiten beneficiarse de la fiscalidad que conllevan en la base imponible general del IRPF.
Traspasos
En el caso de Mapfre, ha lanzado una nueva acción comercial para traslados de fondos de pensiones y PPA, en la que otorga hasta un 5% de bonificación a los clientes que realicen traslados de planes de pensiones y PPA externos, totales o parciales de otras compañías a los planes de pensiones adheridos a Programa tu futuro durante los meses de octubre, noviembre y diciembre.
De esta forma se premia a los clientes que realicen traslados de otras compañías, otorgando hasta ese 5% del capital trasladado en forma de Tréboles MAPFRE que se podrán descontar en próximos recibos de seguros, siempre que el capital trasladado mínimo sea de 6.000€ y aplicando un tope máximo de 7.500 tréboles para los menores de 60 años, y de 4.500 para aquellas personas de 60 años en adelante.
Además, un 1% de esta bonificación está vinculado a la realización de aportaciones, por lo que la campaña también pretende promover el ahorro periódico para la jubilación.
El plan Programa Tu Futuro de Mapfre permite ahorrar en una cesta de planes de pensiones adaptada a cada cliente, en función de su edad y perfil de riesgo, ajustando continua y automáticamente la composición de dichos planes en función de las variaciones que se producen en el ciclo vital de cada persona. Mapfre cuenta con 7 planes de pensiones que componen la oferta de Programa tu futuro y que satisfacen, desde las necesidades de los clientes más decididos, hasta las de los más prudentes.
Asimismo, Mapfre premia con hasta un 5% los traslados de Derechos Económicos de EPSV al Programa de Ciclo de Vida de la Compañía. Se trata de una nueva acción comercial en el País Vasco en la que otorga hasta un 5% de bonificación a los clientes que realicen traslados de Planes de Previsión Social (EPSV) de otras entidades y pasen a formar parte del programa Ciclo de Vida de sistema individual de Mapfre durante los meses de octubre, noviembre y diciembre.
La compañía ha reforzado la oferta en seguros de vida-ahorro con el lanzamiento de Renta Dividendo Europa, un nuevo unit linked ligado a la evolución de una cartera de acciones con alta rentabilidad trimestral por dividendos, cotizadas en el índice europeo EuroStoxx50. Ofrece a los clientes un anticipo trimestral de los dividendos generados por la cartera, regularizándose las posibles diferencias en los pagos de dividendos de la anualidad siguiente. La cantidad mínima necesaria para contratar este producto será de 15.000€ como aportación única, permitiendo realizar aportaciones periódicas desde un recibo mínimo mensual de 40€, así como otras posibles aportaciones adicionales desde 600€. Asimismo, el seguro ofrece una garantía adicional al ahorro acumulado en caso de fallecimiento y la posibilidad de disponer del saldo acumulado, total o parcialmente, transcurrido un año desde la fecha de efecto.

En Mutuactivos, la gestora del grupo Mutua Madrileña , según explica su director comercial, Ricardo González Arranz, disponen de seis planes de pensiones para los diversos perfiles de inversión que existen: Fondomutua Conservador, un plan de pensiones de renta fija mixta, Fondomutua, de renta fija mixta también. Fondomutua Moderado y Fondomutua Flexibilidad, los dos de renta variable mixta, dos planes con un binomio riesgo-rentabilidad equilibrado, Fondomutua Bolsa europea y Fondomutua Renta Variable Internacional, ambos de renta variable.
Además, otra de las propuestas de Mutuactivos es ahorrar a través del Plan de Previsión Asegurado (PPA), un producto que garantiza el capital invertido y una rentabilidad fija (que se sitúa en la actualidad en el 0,7%, neta de comisiones).
“En Mutuactivos, la filosofía de gestión de nuestros vehículos pensados con vistas a ahorrar para la jubilación se define por la gestión activa, rigurosa y eficiente, la preservación del capital, el estricto control del riesgo y la aplicación de comisiones bajas, muy competitivas, lo que permite mantener rendimientos atractivos, habitualmente por encima de la inflación y sostenidos a lo largo del tiempo”, indica.
En cuanto a por qué es interesante ahorrar a través de un plan de pensiones explica que “un plan de pensiones es un producto de ahorro previsión a largo plazo que disfruta de excepcionales ventajas fiscales por las aportaciones realizadas y cuyo principal objetivo es cubrir las contingencias de jubilación, fallecimiento e incapacidad. Los derechos consolidados acumulados a través del plan de pensiones permiten complementar la pensión pública de jubilación. Cada inversor puede definir el tipo de aportaciones que mejor se adapte a sus necesidades: periódicas o extraordinarias. Este vehículo permite realizar un ahorro consistente y periódico para cubrir cualquier riesgo futuro”.
El 80% de los españoles que saben qué es la inversión socialmente responsable tendría en cuenta el cumplimiento de criterios ISR a la hora de contratar un plan de pensiones
En cuanto a qué edad conviene suscribir un plan de pensiones, recomienda que cuanto antes mejor. “La planificación del ahorro privado para la jubilación es una tarea inexcusable de la que debemos concienciarnos. Lo ideal es empezar a ahorrar desde que entramos en el mercado laboral y comenzamos a generar ingresos”.
Eva Valero, Directora del Observatorio de Pensiones de Caser, reflexiona sobre las consecuencias de la pandemia en el ahorro y los ahorradores: “hemos visto que aunque se dé algo por hecho, puede venir algo absolutamente externo a ti y lo cambie”. De hecho, esa mayor preocupación, resalta, ha aumentado el volumen en depósitos y otros productos financieros.
Del “Estudio sobre los estilos de ahorro y preparación para la jubilación”, se desprende que la jubilación (43%) sigue siendo el principal motivo de ahorro entre los españoles. Cuando empiecen a ahorrar para la jubilación, el 58% lo hará contratando un producto específico. Más de la mitad (56%) se plantearía ahorrar si hubiese fórmulas más sencillas e innovadoras. Un 60% de los españoles no conoce la existencia de nuevas fórmulas de ahorro asociadas con el consumo. Sin embargo, las nuevas tendencias de consumo responsable sí influyen en sus ahorros: el 94% son conscientes de la importancia del ahorro energético adoptando hábitos con este objetivo y un 65% tiene en cuenta las condiciones de fabricación de los productos, su procedencia, tipo de embalaje, aditivos, etc. El 80% de los españoles que saben qué es la inversión socialmente responsable tendría en cuenta el cumplimiento de criterios ISR a la hora de contratar un plan de pensiones.
Caser Seguros cuenta con un plan de pensiones para cada generación. Caser Generación: Generación 60, 65 y 70. Se trata de planes diseñados para cada ciclo de la vida, por ello, va adaptando la inversión automáticamente, de tal forma que a medida que va pasando el tiempo, esta sea más conservadora. Automáticamente, con el paso de los años el plan va reduciendo la inversión en los activos con mayor riesgo para invertir en activos más conservadores. Con ello, estabiliza las ganancias según se acerca la fecha de jubilación. El plan cuenta con inversiones que siguen los criterios socialmente responsables: sostenibilidad ambiental, de gobierno corporativo, social y financiera.
España, a la cola en incentivos fiscales
España se sitúa como el cuarto país de la UE con menores beneficios fiscales a los productos de ahorro privado para la jubilación, según los datos de la OCDE y del Instituto de Estudios Económicos (IEE). Para un contribuyente con ingresos medios, el porcentaje de incentivo fiscal es del 16,3%, lo que contrasta con el 27% de media europea.
Los datos que se recogen en el informe del IEE “La necesidad de favorecer la fiscalidad del ahorro para la jubilación” indican que los «sistemas complementarios de la Seguridad Social están muy desarrollados en países de nuestro entorno» y se observa tanto en los volúmenes de patrimonio de los fondos de pensiones privados como en los seguros de vida. En relación al PIB, países como Holanda, Suiza o el Reino Unido cuentan con un valor superior al 100%, mientras que España no alcanza el 10%.
El informe asegura que España «es uno de los 6 países que peor trata los incentivos fiscales a los planes de pensiones dentro de los 37 que están dentro de la OCDE». Dentro de la Unión Europea el promedio es algo inferior a lo que registra la OCDE y el sistema de incentivos fiscales en España se sitúa en el 65% de la media europea, mientras que países como Irlanda u Holanda están por encima del 170% de la media de la OCDE que es tres veces superior al de España.
Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco
“Seguir incentivando fiscalmente los planes de pensiones es hoy más necesario
que nunca”
El presidente de Inverco considera que la combinación de los tres pilares (sistema público de reparto, planes de pensiones de empresa y planes de pensiones individuales) permite afrontar los retos de la longevidad que “está erosionando y va a seguir haciéndolo de forma más intensa la sostenibilidad del sistema de pensiones”. Indica que “es una decisión política decidir qué porcentaje de nuestra pensión debe provenir de cada uno de los tres pilares” y explica que “la media actual de los países de la OCDE es 41% del sistema de reparto, 12% de capitalización obligatorio y 6% de capitalización voluntario”. En el caso de España, “toda nuestra pensión proviene del sistema de reparto y supone 720€ para un salario de 1.000 euros. La pregunta es si esta prestación es sostenible en el medio y largo plazo”.
El Gobierno estudia eliminar el incentivo fiscal que actualmente tienen las aportaciones a los planes de pensiones ¿Qué le parece?-Las únicas declaraciones públicas de miembros del Gobierno han mencionado la conveniencia de trasladar progresivamente los incentivos fiscales de los planes de pensiones individuales a los planes de empleo, pero para nada han hablado de su eliminación.
En relación con el tercer pilar, y teniendo en cuenta el escaso desarrollo del sistema de empleo, sigue siendo necesario e imprescindible para todos aquellos que no puedan acceder al sistema de empleo por no estar las reformas pertinentes desarrolladas o, una vez implementadas éstas, hasta que el trabajador alcance un nivel de cobertura del segundo pilar suficiente. Y en especial para autónomos (suponen el 16% de los trabajadores); para trabajadores temporales (27% del total), y para trabajadores a tiempo parcial (14% del total). Estos dos últimos colectivos podrían ser partícipes de un plan de empleo, pero sus acumulaciones serán poco significativas. Y también para los cónyuges sin ingresos, ya que de otra forma no tendrán forma de acceder a una pensión de cualquier tipo (de Seguridad Social o complementaria).
En cualquier caso, la necesidad de seguir incentivando fiscalmente a los planes de pensiones (es un mecanismo de diferimiento fiscal, que no beneficio fiscal), tanto del segundo pilar (empresas) como del tercero (individuales), es hoy más necesario que nunca teniendo en cuenta que la mayor longevidad está erosionando y va a seguir haciéndolo de forma más intensa la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Sin embargo, España es el cuarto país de la UE con menos incentivos fiscales a planes de pensiones.
Efectivamente, los datos de la OCDE ponen de manifiesto el escaso desarrollo de los planes de pensiones en España, y de ahí la necesidad de aumentar sus incentivos para que el día de mañana los españoles disfrutemos de dos pensiones, una del sistema público (actualmente como una tasa de sustitución del 80%, frente a la media de los países de la OCDE del 52%), y otra, complementaria del sistema privado de capitalización. Hoy día esto ya sucede en 2 de cada 3 países de la OCDE.
“Desde 2012 el sistema público de reparto experimenta un déficit constante entre el 1,4% y el 1,8% del PIB”
¿Es Reino Unido el modelo a seguir en planes de empresa?
La solución, con independencia de los ajustes que se hagan en el sistema público de pensiones, pasan por el establecimiento de un sistema de capitalización, que obligue a las empresas a establecer un plan de pensiones para sus trabajadores, y a éstos a poder darse de baja si así lo desean. Este esquema basado en la economía conductual ha sido puesto en práctica en el Reino Unido con unos resultados espectaculares: 1,1 millones de empresas adheridas, más de 10 millones de trabajadores, y sólo un 9% de los mismos se han dado de baja. Con ello se daría un impulso definitivo a los planes de pensiones de las empresas que permitiría aumentar la cobertura a todos los trabajadores, que actualmente es muy reducida.
La OCDE destaca que la reforma que emprendió Reino Unido en 2012, es la única que permite, sin exigir obligatoriedad, extender a toda la población trabajadora un complemento a su pensión pública.
¿Habría que implantar planes de pensiones de empresa obligatorios?
En relación con el segundo pilar (sistema de empleo), cabe hacer las siguientes reflexiones previas: la negociación colectiva ha sido insuficiente para desarrollar el sistema de empleo, incluso con incentivos fiscales, tanto para empresas como para trabajadores. Los incentivos fiscales a las empresas que hacen aportaciones a un plan de pensiones para sus trabajadores se han reducido considerablemente y son básicamente dos: para los trabajadores: menores límites de aportación y mayor tributación en prestaciones en forma de capital (también aplicable a los Planes individuales), para las empresas: se ha eliminado la deducción en cuota 10% en el Impuesto sobre Sociedades (en 2006), y se han incluido las aportaciones a Planes en la base de cotización de la Seguridad Social. Si bien a corto plazo no se dan las condiciones para ello y desde el principio de voluntariedad para las empresas y con incentivos adicionales, algunos de ellos se eliminaron en 2006, (deducción fiscal en la cuota del impuesto sobre sociedades), y en 2016 (sujeción a la base de cotización de la Seguridad Social), debe analizarse seriamente la implantación lo antes posible y como muy tarde en 2025 de un modelo de adscripción por defecto (no es obligatorio para los trabajadores) como el del Reino Unido antes mencionado.
¿Cree que el Covid19 va a impulsar la reforma del sistema de pensiones de la Seguridad Social?. ¿Y el ahorro a largo plazo?
El gasto público en pensiones es del orden del 11% del PIB, y se oyen comentarios apoyando que la economía española tiene capacidad para afrontar su sostenibilidad con los parámetros de gasto actuales, que elevarían el gasto hasta el 15% del PIB. Sin embargo, y por ponerlo en contexto, este aumento de gasto supondría 45.000 millones de euros anuales más, es decir el 52% de la recaudación anual del IRPF o el 63% de la del IVA, datos que son muy explicativos.
Hay tres formas de afrontar este ingente reto demográfico: aumentar los ingresos del sistema público (más cotizaciones o más impuestos, ya sean finalistas o no), reducir las prestaciones (aumento de la edad legal de jubilación (actualmente 65 años y 10 meses), aumento de la edad real de jubilación (actualmente 64,1 años), penalización de las jubilaciones anticipadas, aumento del número de años de cómputo (actualmente, los últimos 22 años, etc), o la tercera, una mezcla de ambas.
Sea cual sea la decisión política, es urgente la adopción de medidas lo antes posible. Desde 2012 el sistema público de reparto experimenta un déficit constante entre el 1,4% y el 1,8% del PIB. Al margen de las crisis económicas (2020 va ser especialmente intenso), lo que se observa es una crisis estructural por los tres motivos anteriormente citados, y que va a agravarse progresivamente en los próximos 15 años.
El Tribunal de Cuentas recientemente ha publicado un informe en el que resalta que entre 2011 y 2018, el Estado ha tenido que aportar al sistema público de pensiones 112.000 millones de euros (dos veces la recaudación anual del IRPF). Asimismo, el Banco de España en otro Informe reciente destaca que por cada euro aportado al sistema público, el pensionista recibe 1,74 euros, es decir casi el doble. Por último, el Instituto de Actuarios menciona la inequidad actual del sistema, que para hacerlo sostenible desde el punto de vista actuarial, la economía española debería crecer un 5,7% en los próximos 40 años o en caso contrario aumentar el tipo de cotización del 16,15% al 24,43%.
¿Es el ahorro privado una herramienta básica para completar la pensión pública?
El ahorro finalista de ahorro para la jubilación que representa el plan de pensiones es fundamental para complementar la pensión pública, en un contexto de creciente longevidad, para sí preservar su sostenibilidad a corto, medio y largo plazo. Los planes de pensiones permiten un mecanismo de ahorro para complementar nuestra pensión pública cuando nos jubilemos, y por ello deben promoverse e incentivarse aún más.
“Al margen de las crisis económicas, lo que se observa es una crisis estructural que va a agravarse progresivamente en los próximos 15 años”
La longevidad que está experimentando la sociedad de los países desarrollados hace que, siendo un gran motivo de satisfacción poder vivir más tiempo y en mejores condiciones físicas, sin embargo, haya que plantearse seriamente la financiación a medio y largo plazo del estado de bienestar y, especialmente del sistema de pensiones.
En España hay tres factores que van a presionar de forma constante el gasto del sistema de pensiones público en las próximas dos décadas: el número de pensionistas pasará de forma progresiva de 9 a 15 millones en las próximas dos décadas (mayor número de pensionistas), el tiempo de permanencia como jubilado se está incrementando en 1,5 años cada 10 años (más tiempo cobrando la pensión),y el importe medio de la pensión es creciente (las nuevas altas son un 30% superiores a las bajas solo por efecto sustitución, sin incluir indexación alguna, (mayor importe de la pensión).
¿Ir hacia un sistema público-privado sería lo más razonable?
La combinación de los tres pilares (sistema público de reparto, planes de pensiones de empresa y planes de pensiones individuales) permite afrontar, con estos tres pilares, los retos de la longevidad.
¿Cuál sería la mejor combinación?
Es una decisión política el decidir qué porcentaje de nuestra pensión debe provenir de cada uno de los tres pilares anteriormente mencionados. A modo de ejemplo, la media actual de los países de la OCDE es 41% del sistema de reparto, 12% de capitalización obligatorio y 6% de capitalización voluntario, con un total del 59% de tasa de sustitución (es decir que si el salario mensual antes de la jubilación era de 1.000 euros, el pensionista cobrará 410€ del sistema de reparto y 180€ (120€ más 60€) del de capitalización.
En el caso de España toda nuestra pensión proviene del sistema de reparto y supone 720€ para un salario de 1.000 euros. La pregunta es si esta prestación es sostenible en el medio y largo plazo.
El personaje y su imagen
Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) de Madrid, Martínez-Aldama, tras su paso por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en enero de 1995 se incorpora a Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y de Fondos de Pensiones). Desde junio de 2015, es presidente de la asociación. Hasta entonces y desde abril de 2001, era director general de la misma. Puesto que simultanea con distintos cargos en Pensions Europe (antes EFRP, European Federation for Retirement Provision), y con el de miembro del Consejo de Administración del Management Committee y del Audit Committee de Efama (European Funds and Asset Management Association), antes FEFSI. Desde 2013 también es miembro del Consejo de Administración, del Management Committee y del Audit Committee. Con anterioridad, ha sido miembro de la EAMA (European Asset Management Association). También ha sido vicepresidente y miembro del Consejo de Administración de la Federación Internacional de Administradoras de Pensiones, y miembro del Consejo de Administración de la Federación Iberoamericana de Fondos Mutuos. Desde 2009 es director del Observatorio Inverco.