Suplemento Especial Sostenibilidad / Mercedes Cobo ■
Las compañías españolas han introducido en su cultura corporativa un papel cada vez más activo y comprometido con la defensa del planeta, y la protección del medio ambiente. Se esfuerzan por definir un propósito que conecte su estrategia de negocio con el objetivo de impactar positivamente en la sociedad, el cambio climático y el desarrollo sostenible. Con el foco puesto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, definidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, están llevando a cabo planes estratégicos para contribuir al desarrollo socioeconómico.
El desarrollo económico global demanda una mayor responsabilidad social y ambiental que garantice más inclusión, más protección de los ecosistemas y la biodiversidad y más riqueza compartida en beneficio de las personas con el fin de que nadie se quede atrás, señalan desde Telefónica.
En este contexto, indican, surge la necesidad de ir un paso más allá y evaluar y medir cuál es el impacto social y medioambiental que generan las operaciones empresariales, de forma que pueda ser integrado en la gestión de la organización como un indicador a considerar en los procesos de toma de decisiones.
Por ello, Telefónica pone foco en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), definidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, como marco estratégico que guía sus compromisos con la sociedad y la protección del medioambiente, así como pilar para analizar y evaluar su contribución al desarrollo socioeconómico. Durante los últimos años, el Grupo Telefónica ha evaluado e identificado cuáles son los principales objetivos y metas de la Agenda 2030 en los que está generando mayor valor en función de sus capacidades técnicas y comerciales y las regiones geográficas en las que está presente.
Para Telefónica, sostenibilidad es pensar en la sociedad y en el planeta y contribuir a través de su negocio a ser parte de la solución a los desafíos de la humanidad.
En línea con su misión, considera que su responsabilidad es aprovechar las capacidades de la conectividad y la digitalización, no solo para aportar valor a sus clientes, sino también para ayudar a afrontar grandes retos como el cambio climático, la desigualdad, la empleabilidad, la innovación, etc. en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La energía eólica marina es una de las claves del crecimiento de Iberdrola. Al igual que el grupo fue pionero en su apuesta por la energía eólica terrestre hace dos décadas, la compañía lidera el desarrollo de la eólica marina.
Iberdrola cuenta con una cartera de proyectos en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Polonia, Suecia, Irlanda, Taiwán, Japón, Filipinas y Brasil, que se podría incrementar en los próximos años gracias a las numerosas subastas en las que está participando.
La estrategia crecimiento sostenible del grupo Iberdrola basada en promover la electrificación de la economía a través de la inversión en energías renovables, redes eléctricas y almacenamiento energético le ha permitido convertirse en un líder energético global y en la primera de su sector en Europa por capitalización, con unos 70.000 millones de euros de valor en Bolsa.
Para Sacyr la protección de la biodiversidad es una responsabilidad que aborda desde una perspectiva global, con un enfoque integrador y desde una actitud proactiva.
La compañía cuenta con una Política de Biodiversidad aprobada en 2020 por el Consejo de Administración. Conservar la biodiversidad es un elemento destacado en la toma de decisiones de Sacyr, estableciendo objetivos para ello, de tal manera que en 2021 se adhirió al Pacto por la Biodiversidad, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España.
La gestión del CO2 es una acción prioritaria dentro de la organización para contribuir a un futuro sostenible. Sacyr se ha comprometido a reducir sus emisiones absolutas de gases de efecto invernadero (GEI) de alcance 1 y 2 en un 42% y en un 25% las de alcance 3 en 2030, con el objetivo de lograr las cero emisiones netas antes de 2050.
La excelencia medioambiental como un valor fundamental de la cultura empresarial
La Agenda 2030 como brújula
Combatir el cambio climático, la desigualdad y aumentar el uso de energías renovables sin perjudicar al suministro y las inversiones es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los grupos españoles. Conscientes de su labor como agentes de cambio hacia un mundo más sostenible, las entidades dan un paso más para evaluar su impacto social y medioambiental de forma que pueda ser integrado en los procesos de toma de decisiones.

El desarrollo económico global demanda una mayor responsabilidad social y ambiental que garantice más inclusión, más protección de los ecosistemas y la biodiversidad y más riqueza compartida en beneficio de las personas con el fin de que nadie se quede atrás, señalan desde Telefónica.
En este contexto, indican, surge la necesidad de ir un paso más allá y evaluar y medir cuál es el impacto social y medioambiental que generan las operaciones empresariales, de forma que pueda ser integrado en la gestión de la organización como un indicador a considerar en los procesos de toma de decisiones.
Por ello, Telefónica pone foco en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), definidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, como marco estratégico que guía sus compromisos con la sociedad y la protección del medioambiente, así como pilar para analizar y evaluar su contribución al desarrollo socioeconómico. Durante los últimos años, el Grupo Telefónica ha evaluado e identificado cuáles son los principales objetivos y metas de la Agenda 2030 en los que está generando mayor valor en función de sus capacidades técnicas y comerciales y las regiones geográficas en las que está presente.
Telefónica se ha propuesto como objetivo alcanzar las cero emisiones netas en 2040 así como a neutralizar las emisiones de sus principales operaciones en 2025
Para Telefónica, sostenibilidad es pensar en la sociedad y en el planeta y contribuir a través de su negocio a ser parte de la solución a los desafíos de la humanidad.
En línea con su misión, considera que su responsabilidad es aprovechar las capacidades de la conectividad y la digitalización, no solo para aportar valor a sus clientes, sino también para ayudar a afrontar grandes retos como el cambio climático, la desigualdad, la empleabilidad, la innovación, etc. en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Lo desarrolla a través de tres pilares: (E) Construir un futuro más verde: aprovechar el poder de la digitalización para frenar el cambio climático. (S) Ayudar a la sociedad a prosperar: promover el progreso económico y social basado en la digitalización, sin dejar a nadie atrás. (G) Liderar con el ejemplo: Ir más allá de lo que se espera de nosotros y asumir en todo momento nuestra responsabilidad para generar así confianza.
El Informe de Gestión Consolidado 2021 de Telefónica demuestra que la operadora cumple sus metas al integrar la sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como elementos holísticos de su estrategia y de su actividad diaria. Reduce un 70% sus emisiones de carbono por el uso de energías renovables y la integración de tecnologías más eficientes. Contribuye a fortalecer las economías locales y al crecimiento inclusivo al trabajar con más de 9.000 empresas proveedoras, de las cuales el 62% son pymes. Refuerza su apuesta por la financiación sostenible con el objetivo de superar los 10.000 millones de euros en los próximos años y publica su primer análisis según la taxonomía europea ambiental de actividades sostenibles. Las redes y los servicios de telecomunicaciones, y más tras la pandemia, han adquirido una nueva dimensión y se convierten en palancas fundamentales para lograr una digitalización justa, inclusiva y clave para la descarbonización.
En Telefónica se aborda el compromiso con el planeta incidiendo en los ODS ambientales (7,11 y 13), desvinculando su crecimiento de la huella ambiental y ayudando a descarbonizar la economía. De hecho, ha reducido en un 70% sus emisiones de carbono por el uso de energías renovables y la integración de tecnologías más eficientes. Por ello, se ha propuesto como objetivo alcanzar las cero emisiones netas en 2040 así como a neutralizar las emisiones de sus principales operaciones en 2025.
Para contribuir a la digitalización de sus clientes, Telefónica, en calidad de socio integral de numerosas empresas, ofrece soluciones digitales que persiguen también contribuir a descarbonizar la economía. Con sus soluciones Eco Smart, las emisiones evitadas en 2021 superaran los 8,7 millones de toneladas de CO2. Esto equivale a plantar un bosque de 143 millones de árboles y demuestra la capacidad de las nuevas tecnologías para acelerar la transformación de la economía hacia un modelo más sostenible.
El grupo continúa impulsando la digitalización y la conectividad inclusiva con más de 369 millones de accesos en todo el mundo, entre los que figuran las más de 13.485 comunidades rurales conectadas gracias al proyecto Internet para Todos. Además, se propone alcanzar una cobertura de banda ancha del 90-97% de la población en zonas rurales en sus principales mercados, fortaleciendo su compromiso con la inclusión digital.
Telefónica contribuye al fortalecimiento de las economías locales y al crecimiento inclusivo al trabajar con más de 9.000 empresas proveedoras, de las cuales el 62% son pymes, y a generar más de 1,2 millones de empleos entre directos, indirectos e inducidos.
Para facilitar la formación en competencias digitales y la empleabilidad, Telefónica y su Fundación ofrecen diferentes programas y en 2021 anunció la creación de un nuevo Hub mundial de Innovación y Talento en Distrito Telefónica con una inversión de unos 100 millones de euros hasta 2024.
Estos avances han sido reconocidos con la primera posición mundial en el Digital Inclusion Benchmark (DIB), elaborado por la World Benchmarking Alliance, que analiza cómo ayudan las empresas tecnológicas más influyentes a promover una economía y una sociedad digitales más inclusivas.
Telefónica tiene el firme compromiso de mejorar de manera continua su marco de gobierno corporativo, incrementando, potenciando y consolidando las mejores prácticas en esta materia. Por ello, durante 2021 se produjo una modificación en su Consejo de Administración, reduciendo el número de miembros de 17 a 15, contando con 9 independientes y un 33% mujeres, lo que supone avanzar hacia la paridad de género en los máximos órganos.
Durante 2021 los principales analistas de sostenibilidad del mercado han considerado a Telefónica como una de las empresas del sector más comprometidas con la ESG, mejorando las valoraciones recibidas, entre otros, por Moody’s, S&P, Sustainalytics, FTSE o MSCI.
Hoja de ruta
Todos los proyectos de Sacyr se guían por su Plan de Sostenibilidad 2021-2025, de tal manera que la gestión sostenible marca su hoja de ruta para crear un futuro que genere un impacto social, económico y medioambiental positivo para la sociedad.
En su base se encuentra el respeto por los recursos naturales y el trabajo por un mundo más justo. Por ello, Sacyr está comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU de tal manera que para cada uno de los 17 ODS ha creado una serie de actuaciones encaminadas a su cumplimiento.
Sacyr lleva a cabo iniciativas para reducir el impacto en los ecosistemas impulsando la economía circular, el uso responsable del agua y la mejora de la eficiencia energética, con el compromiso firme de ser neutros en carbono en 2050.
La sostenibilidad de las actividades de Sacyr está en el centro de decisión de la compañía y así lo reconocen diferentes agencias internacionales.
Sacyr lleva a cabo iniciativas para reducir el impacto en los ecosistemas impulsando la economía circular, el uso responsable del agua y la mejora de la eficiencia energética
En el primer trimestre del año, Standard & Poors situó a Sacyr entre las 10 empresas de infraestructuras más sostenibles del mundo y lo incorporó a su Yearbook 2022. Carbon Disclosure Project otorgó a la empresa el reconocimiento Supplier Engagement Leader 2021 por tomar medidas para medir y reducir el riesgo climático dentro de la cadena de suministro, involucrando a los proveedores en el cambio climático.
Además, el prestigioso rating Sustainalytics sitúa a Sacyr como líder en sostenibilidad del sector de infraestructuras en España y sexto del mundo.
La sostenibilidad también llega a la financiación de los proyectos. Sacyr emitió en el primer trimestre un bono social por importe de 262 millones de euros con el objetivo de financiar la concesión Rumichaca-Pasto (Colombia) y el pasado ejercicio realizó otra emisión de un bono social para el proyecto concesional Montes de María, también en Colombia.
Financiación verde
La apuesta pionera del grupo Iberdrola por una estrategia de crecimiento sostenible basada en promover la electrificación de la economía a través de la inversión en energías renovables, redes eléctricas y almacenamiento energético le ha permitido convertirse en un líder energético global, en la primera de su sector en Europa, con una capitalización de unos 65.000 millones de euros.
Por su parte, Telefónica lleva años trabajando para alinear la sostenibilidad ambiental y social con la financiera, lo que le ha llevado a ser el mayor emisor sostenible del sector de telecomunicaciones en el mercado de bonos. La compañía trabaja para ampliar su modelo de financiación bajo criterios ESG con el objetivo de superar los 10.000 millones de euros.
Otra de las grandes, Sacyr, cerró en España una financiación verde ligada al cumplimiento de KPI sostenibles y la emisión de bonos del Fondo de Titulización Sacyr Green Energy Management, con consideración green bond.
Las compañías mantienen el propósito de conectar sus planes de negocio con los objetivos del planeta
La sostenibilidad, eje de la estrategia de las empresas españolas
La sostenibilidad también es rentable y así lo están demostrando las empresas españolas. Cada vez más comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y conscientes de la necesidad de cambios estructurales, están llevando a cabo planes estratégicos para impulsar la transición energética y conseguir alcanzar la neutralidad en carbono en 2050.

Las compañías españolas han introducido en su cultura corporativa un papel cada vez más activo y comprometido con la defensa del planeta y la protección del medio ambiente, y se esfuerzan por definir un propósito que conecte su estrategia de negocio con el objetivo de impactar positivamente en la sociedad, el cambio climático y el desarrollo sostenible.
Iberdrola se ha consolidado como la empresa de referencia mundial en energía eólica, con más de 15.000 aerogeneradores en funcionamiento en 415 emplazamientos de 14 países. La compañía reafirma así su liderazgo en el sector, con 20.700 megavatios (MW) en operación y 4.000 MW adicionales en fase de construcción.
La empresa refuerza su apuesta por la energía producida por el viento con proyectos eólicos terrestres y marinos actualmente en construcción en una decena de países. Solo en el periodo 2022-2025, el grupo tiene previsto destinar a nueva capacidad eólica inversiones de entre 12.000 y 15.000 millones de euros.
Iberdrola lidera la energía eólica mundial con más de 15.000 aerogeneradores en 400 parques
Cuando las iniciativas que se encuentran en fase de desarrollo entren en operación, la compañía contará con una potencia eólica instalada capaz de suministrar energía limpia al equivalente a más de 12 millones de personas y evitará la emisión a la atmósfera de unos 43 millones de toneladas de CO2.
Iberdrola gestiona en la actualidad parques eólicos repartidos en tres continentes, en su gran mayoría instalaciones terrestres. Estados Unidos es el país con mayor generación procedente de este recurso renovable, con 8.000 MW, un 41% del total. Le sigue España que, con 6.100 MW en operación, concentra un 31% de la potencia eólica del grupo, y Reino Unido, con 2.000 MW (10%).
En cuanto a eólica marina, Iberdrola cuenta ya con tres grandes complejos offshore en funcionamiento: East Anglia ONE y West of Duddon Sands, en Reino Unido (más de 1.100 MW conjuntamente) y Wikinger (350 MW), en Alemania.
Tecnología ‘offshore’
Al igual que el grupo Iberdrola fue pionero en el impulso de la energía eólica terrestre hace más de dos décadas, la compañía encabeza hoy el desarrollo de la eólica marina, una de las claves del crecimiento de la compañía, por el que inició su apuesta hace ya 15 años.
Así, de los 4.000 MW actualmente en construcción, más de 2.500 MW (65%) corresponden a proyectos marinos. Entre ellos, el que será el primer parque eólico a escala comercial en Estados Unidos, Vineyard Wind 1 (806 MW). En este país, la compañía promueve también Park City Wind (804 MW).
En Europa, el grupo cuenta con dos importantes proyectos offshore en desarrollo: Baltic Eagle (476 MW), en Alemania – que formará parte del mayor hub eólico marino del mar Báltico, con 1.100 MW – y Saint-Brieuc (500 MW) en la Bretaña francesa.

La apuesta por la eólica marina se reforzará en los próximos años. Para ello, Iberdrola cuenta con una cartera de proyectos de más de 43.000 MW, de los que casi 30.000 MW – un 67% del total – corresponden a desarrollos offshore. De esta forma, el grupo confirma su liderazgo global en esta tecnología.
Centrado en países con objetivos renovables ambiciosos, la compañía cuenta con proyectos en Alemania, Japón, Suecia, Irlanda, Polonia, Taiwan y Filipinas con 15.300 MW de potencia conjunta. Además, cuenta con iniciativas en Estados Unidos, que alcanzan los 3.700 MW y Reino Unido, que superan los 10.000 MW.
La mayor aportación internacional se refleja también en la cartera de iniciativas onshore. Así la compañía tiene previsto desarrollar nuevos proyectos en los países con más acción climática y marcos regulatorios más estables, como Estados Unidos – con 2.500 MW terrestres en cartera-, Reino Unido – 2.600 MW – y otras áreas geográficas, con 4.800 MW. En España, la cartera de la compañía alcanza los 1.100 MW.
En cuanto a eólica marina, Iberdrola acaba de iniciar el traslado de las primeras plataformas eólicas marinas (jackets)para su parque de Saint Brieuc, en la Bretaña francesa, desde el astillero de Navantia Seanergies en Fene (A Coruña), donde el consorcio Navantia-Windar está construyendo estas estructuras destinadas a sustentar los aerogeneradores.
Se trata de las primeras cuatro plataformas del total de 62 con las que contará la instalación, que será el primer gran emplazamiento del grupo Iberdrola de esta tecnología en Francia. El contrato para su construcción ha sido, a su vez, el mayor encargo hasta la fecha ejecutado por la asociación de Navantia y Windar en eólica marina.
Las estructuras serán trasladas en una barcaza de la empresa Van Oord de 122 metros de eslora. Se espera que lleguen a su destino en el puerto de Brest (Francia) en un plazo aproximado de tres días, dependiendo de las condiciones meteorológicas, en los que recorrerán los más de 1.500 kilómetros que separan el puerto de Ferrol de su emplazamiento en el Canal de la Mancha.
La entrega de las primeras plataformas demuestra la realización con éxito del contrato firmado hace dos años, valorado en 350 millones de euros. El encargo comprendía la fabricación y ensamblaje de las 62 estructuras en las instalaciones de Navantia Windar en Brest y Fene así como los pilotes que anclan los aerogeneradores al lecho marino, en las instalaciones de Windar en Avilés.
Este acuerdo ha afianzado una relación de más de ocho años entre Iberdrola y Navantia-Windar. Ambas compañías suman contratos por un valor superior a los 1.000 millones de euros, incluyendo la adjudicación a Windar de las piezas de transición de los parques eólicos marinos de Baltic Eagle, en Alemania y Vineyard Wind 1, en Estados Unidos, así como los encargos ya culminados para Wikinger, en el mar Báltico, e East Anglia One, en el Reino Unido.
En 2021, Sacyr protegió a más de 700 especies en todo el mundo, realizó más de 881.000 plantaciones en sus proyectos y compensó 1.500 t de CO2 en proyectos de reforestación
Además, esta colaboración ha contribuido a convertir a Navantia Seanergies, la marca creada por Navantia para impulsar su negocio en las energías verdes, en un referente global en la construcción de componentes de eólica marina y en el primer proveedor de este tipo estructuras en Francia, con uno de los mayores potenciales de desarrollo en esta industria en Europa.
Navantia y Windar
El proyecto da continuidad al empleo de Navantia y Windar en sus respectivas instalaciones, ya que supone la generación de 1.250 empleos directos en Avilés y Fene. Además, a raíz de este contrato, Navantia-Windar ha abierto una planta en Brest, Francia, donde se han fabricado los 186 stabbings y plataformas intermedias de las piezas de transición, y la estructura de celosía para 34 de las 62 estructuras del parque, generando 250 empleos.
La construcción del parque de Saint-Brieuc generará en Francia más de 1.500 puestos de trabajo repartidos entre diversas empresas en el país (incluidos los 250 de la planta de Navantia-Windar Brest). Esto supone en total la creación de al menos 2.750 empleos entre ambos países.
Las plataformas de Saint-Brieuc descansan sobre tres patas. Cada una de ellas mide hasta 75 metros de alto, 25 de ancho y pesa 1.150 toneladas. Para la fijación de estas estructuras Iberdrola ha utilizado por primera vez un innovador dispositivo hidráulico denominado pile grippers que aporta una fijación adicional y proporciona estabilidad durante la fase de instalación, que se espera que comience en los próximos meses.
El de Saint-Brieuc será el primer gran parque de energía eólica marina del grupo Iberdrola en Francia. Con casi 500 MW de capacidad, generará energía limpia suficiente para satisfacer el consumo de electricidad de 835.000 personas, una vez que entre en operación en 2023.

Situado a unos 16 kilómetros de la costa, contará con una superficie de 75 kilómetros cuadrados. Su construcción supone una inversión global de cerca de 2.500 millones de euros.
Esta nueva instalación muestra la apuesta de Iberdrola por el mercado francés, en el que la compañía prevé invertir unos 4.000 millones de euros hasta 2025, principalmente en proyectos renovables.
La planta se convertirá en el cuarto parque eólico marino de la compañía en funcionamiento, tras West of Duddon Sands, ubicado en el mar de Irlanda; Wikinger, en el mar Báltico; e East Anglia ONE, uno de los desarrollos eólicos marinos más grandes del mundo, situado en la zona sur del mar del Norte.
La energía eólica marina es una de las claves del crecimiento de Iberdrola. Al igual que el grupo fue pionero en su apuesta por la energía eólica terrestre hace dos décadas, la compañía lidera el desarrollo de la eólica marina.
Iberdrola cuenta con una cartera de proyectos en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Polonia, Suecia, Irlanda, Taiwán, Japón, Filipinas y Brasil, que se podría incrementar en los próximos años gracias a las numerosas subastas en las que está participando.
La estrategia crecimiento sostenible del grupo Iberdrola basada en promover la electrificación de la economía a través de la inversión en energías renovables, redes eléctricas y almacenamiento energético le ha permitido convertirse en un líder energético global y en la primera de su sector en Europa por capitalización, con unos 70.000 millones de euros de valor en Bolsa.
Navantia Seanergies es la división creada por Navantia para contribuir al desarrollo de las energías verdes, a través de la construcción de elementos para parques de energía eólica marina y el desarrollo del hidrógeno como vector de transporte energético. Navantia Seanergies, que nace de las sinergias con las demás divisiones de la compañía pública de construcción naval e integración de sistemas de alta tecnología, es proveedora de todo tipo de soluciones en plataformas para parques eólicos marinos y subestaciones y representa un aliado industrial sólido, con experiencia demostrada, capacidad de innovación, modernas instalaciones y una cadena de valor consolidada al servicio de la transición energética.
Telefónica Tech, la unidad de negocios digitales de Telefónica, desempeña un papel clave en la construcción de negocios más responsables y rentables
Navantia cuenta con una sólida trayectoria en el sector de la energía eólica marina. Desde 2014 ha participado en un total de 11 proyectos por importe de casi 1.000 millones de euros, ha fabricado, en alianza con Windar Renovables, más de 100 plataformas eólicas marinas (jackets) y fue la primera compañía española en construir una subestación para un parque eólico marino. Navantia Seanergies se así posiciona para ser un suministrador global de referencia en un mercado que en el mundo crecerá un 13% hasta 2030.
Windar Renovables es un líder global en energías limpias y sostenibles a través de la fabricación de plataformas y torres para la industria eólica marina, así como torres para parques eólicos terrestres. Dirigida por su equipo fundador, dispone de una red de instalaciones de fabricación estratégicamente situadas para atender los mayores mercados eólicos del mundo. Cuenta con centros de producción en España (Asturias, Galicia y Andalucía), la India, Brasil y México. La capacidad de fabricación de todas las soluciones disponibles, la calidad controlada de sus productos y la innovación le han granjeado la confianza de los principales actores del sector de renovables, que se materializa en una sólida cartera de pedidos a futuro. El modelo de negocio de Windar Renovables se basa en distinguirse a través de la innovación y en ofrecer a sus clientes soluciones integrales y a medida, gracias a su capacidad y flexibilidad, y aplicando siempre criterios de sostenibilidad.
Biodiversidad
Para Sacyr la protección de la biodiversidad es una responsabilidad que aborda desde una perspectiva global, con un enfoque integrador y desde una actitud proactiva.
La compañía cuenta con una Política de Biodiversidad aprobada en 2020 por el Consejo de Administración. Conservar la biodiversidad es un elemento destacado en la toma de decisiones de Sacyr, estableciendo objetivos para ello, de tal manera que en 2021 se adhirió al Pacto por la Biodiversidad, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España.
En 2021, Sacyr protegió a más de 700 especies en todo el mundo, realizó más de 881.000 plantaciones en sus proyectos y compensó 1.500 t de CO2 en proyectos de reforestación.
Otro de los proyectos estratégicos para Sacyr es la medición del capital natural en todos los proyectos que lleva a cabo.
Sacyr ha desarrollado un proyecto pionero de valoración del capital natural en el que han definido una metodología propia cuyo resultado es la identificación de los servicios ecosistémicos más relevantes, así como unos indicadores de medida para cada uno de ellos. El objetivo es calcular el balance de capital natural y mejorar su operativa, estableciendo metas de impacto positivo y estrategias más eficientes de mitigación.
Este análisis se ha llevado a cabo en el proyecto de Pamplona-Cúcuta, en Colombia, que atraviesa diferentes tipos de ecosistemas y se desarrolla en una región de alto valor de biodiversidad, complementado con una óptica global para tener en cuenta la gran variedad de proyectos desarrollados por la compañía.
Reducción de emisiones
La gestión del CO2 es una acción prioritaria dentro de la organización para contribuir a un futuro sostenible. Sacyr se ha comprometido a reducir sus emisiones absolutas de gases de efecto invernadero (GEI) de alcance 1 y 2 en un 42% y en un 25% las de alcance 3 en 2030, con el objetivo de lograr las cero emisiones netas antes de 2050.
Este ambicioso compromiso ha sido aprobado por la iniciativa Science Based Target (SBTi). En 2021 incrementaron su consumo de energía procedente de fuentes renovables, concretamente el 26% de la energía eléctrica. Y además han reducido las emisiones de alcance 1 y 2 un 4% respecto al año anterior.
Innovación, pieza clave
La digitalización del mundo empresarial está estrechamente ligada con el desarrollo sostenible, ya que contribuye a la reducción de emisiones y genera importantes eficiencias. Telefónica Tech, la unidad de negocios digitales de Telefónica, desempeña un papel clave en la construcción de negocios más responsables y rentables. Su portfolio de soluciones y servicios para la transformación digital de las empeñas está diseñado con tecnología “verde” y cuenta con el sello EcoSmart, verificado por AENOR, al conseguir reducir el consumo de energía y agua y de las emisiones de CO2, y fomentar la economía circular.
Por un lado, los servicios en la nube de Telefónica Tech se basan en centros de datos altamente eficientes que ayudan a los clientes a reducir su consumo de energía, evitando las emisiones de CO2 y contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático. Y por otro, sus servicios de IoT, Big Data, IA y Blockchain ayudan a las empresas a optimizar su negocio tomando decisiones basadas en datos que minimizan el impacto medioambiental.
Así, por ejemplo, la solución para la gestión inteligente del agua de Telefónica Tech consigue mediante la telemetría reducir las fugas de agua en un 35% y los costes de funcionamiento y mantenimiento en un 20%. En el caso de las soluciones de producción inteligente para entornos agrícolas y ganaderos, la colaboración con Vertical Green logra reducir el consumo de agua en un 95% para clientes como Onubafruit, al mismo tiempo que incrementar la producción de verduras ecológicas en un 40%.
Asimismo, Tendam obtuvo un ahorro de más del 15% en el consumo energético de las tiendas tras implantar la solución de eficiencia energética de Telefónica Tech en 36 establecimientos; mientras que la solución de gestión de la movilidad (gestión de flotas, seguimiento de activos, etc.) alcanza reducciones del consumo de combustible de en torno al 10-15%, optimizando así las rutas de recogida de residuos y generando un impacto positivo en el medio ambiente. Además, Telefónica Tech y Ecoembes han puesto en marcha contenedores amarillos inteligentes, una tecnología accesible y sostenible para que las administraciones públicas faciliten el reciclaje y apoyen la economía circular.