Suplemento Especial Banca / Mercedes Cobo
Los bancos españoles han acelerado sus estrategias hacia la digitalización total de sus clientes, un objetivo que antes de la pandemia ya era prioritario y que ahora se ha convertido en una necesidad. El Covid ha marcado un antes y un después en las entidades que también se han sumado a la necesaria transformación de la sociedad, implicándose aún más en la transición hacia un mundo más sostenible. “Los bancos han sido imprescindibles para aminorar el daño que la pandemia ha infligido a empresas y familias, y están preparados y convencidos de que también lo serán en la recuperación post-Covid”, destaca José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB).
Las grandes entidades financieras españolas han logrado superar las pérdidas de la pandemia y han ganado cerca de 7.825 millones de euros en el primer trimestre de 2021, después de un año en el que la transformación digital ha sido uno de sus grandes retos. La crisis sanitaria ha demostrado lo acertada que ha sido la estrategia de la digitalización temprana por parte de las entidades financieras. En enero de 2020, solo el 28 por ciento de los bancos contaba con más del 60 por ciento de su base de clientes digitalizada y, un año después son ya la mitad los que tienen más de 6 de cada 10 clientes digitalizados, según los datos de la encuesta del Observatorio de la Digitalización Financiera Funcas y KPMG.
En España, Caixabank lidera las entidades con mayor número de clientes digitales, con más de 7 millones, que sumados a los 4 millones con los que contaba Bankia alcanza los 11 millones.
Le siguen BBVA, con cerca de 6 millones, Banco Santander, con más de 5 millones y Banco Sabadell, que también ronda los 5 millones.
El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri , explicaba que el primero de los retos a los que se enfrenta el sector es el entorno de tipos negativos, que va a prolongarse por un periodo largo de tiempo, y el segundo la revolución tecnológica, “que nos exige una profunda reconfiguración de nuestro core bancario y una migración desde almacenes de datos tradicionales a la nube”, pero en la que, además, “tenemos a grandes competidores”, “lo que nos requiere un enorme esfuerzo tanto desde el punto de vista financiero como desde la atracción de talento”.
En este sentido, José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), señala que “los bancos se han adaptado ya al nuevo ecosistema digital que exigen sus clientes, con las mismas garantías de seguridad que siempre. La llegada de nuevos competidores digitales, sin embargo, les supone un desafío, no por tener que medirse con el contrincante, algo siempre positivo, sino por el desigual terreno de juego en el que han de operar”.
Para el portavoz de la AEB, la recuperación tras la crisis sanitaria “obliga a avanzar en la reconversión de nuestro tejido productivo, en su modernización y transformación, para lo que serán importantes los fondos europeos”, e indica que “los bancos han sido un soporte eficaz en esos momentos difíciles y están determinados a liderar el cambio, acelerando la economía verde y preparados para la recuperación”.
Seis de cada diez clientes de las entidades financieras españolas ya están digitalizados
El impulso de la banca digital y los avances en finanzas sostenibles
La pandemia ha demostrado lo acertada que ha sido la estrategia de digitalización temprana por parte de las entidades financieras. Si antes de la crisis sanitaria la digitalización era una prioridad ahora se ha convertido en una necesidad. En enero de 2020, sólo el 28 por ciento de los bancos contaba con más del 60 por ciento de su base de clientes digitalizada y un año después son ya la mitad los que tienen más de 6 de cada 10 clientes digitalizados, según los datos de la encuesta del Observatorio de la Digitalización Financiera Funcas y KPMG.
Los bancos españoles han acelerado sus estrategias hacia la digitalización total de sus clientes. Si antes de la pandemia este objetivo ya era prioritario, tras los cambios producidos en los hábitos de sus clientes por el Covid ahora se ha convertido en una necesidad.
En enero de 2020, solo el 28 por ciento de los bancos contaba con más del 60 por ciento de su base de clientes digitalizada y, un año después son ya la mitad los que tienen más de 6 de cada 10 clientes digitalizados, según los datos de la encuesta realizada por el Observatorio de la Digitalización Financiera Funcas y KPMG entre los principales actores del sector financiero español.

Este fuerte incremento de clientes y operaciones digitales se debe, principalmente, “a la penetración digital en el sector más senior de la población, el segmento menos digitalizado hasta el momento”, ha explicado el socio responsable del sector Financiero de KPMG en España, Francisco Uría.
En España, Caixabank lidera las entidades con mayor número de clientes digitales, con más de 7 millones, que sumados a los 4 millones con los que contaba Bankia alcanza los 11 millones.
Le siguen BBVA, con cerca de 6 millones, Banco Santander, con más de 5 millones y Banco Sabadell, que también ronda los 5 millones.
Desde el Santander resaltan que hoy en día, gracias a la tecnología, es posible hacer llegar todo tipo de servicios financieros a todos los rincones de España. Destacan que la digitalización es una herramienta muy potente en este sentido para mejorar la inclusión financiera y el banco tiene muchos proyectos al respecto. De hecho, siguen ofreciendo los mismos servicios y productos financieros que se pueden contratar, además de en las oficinas, a través de canales alternativos, como son los cajeros automáticos, el teléfono, Internet o las oficinas móviles. Además, han reforzado su red de agentes financieros y colaboradores que prestan servicio, precisamente en aquellas poblaciones que carecen de sucursal.
Santander España cuenta ya con 5,4 millones de clientes digitales, que se conectan más de 22 veces al mes a la app y web del banco
La entidad tiene un acuerdo con Correos para ofrecer servicios de retirada e ingreso de efectivo en los 4.675 puntos de atención al ciudadano de Correos (2.393 oficinas y 2.282 puntos de atención rural) y llevar dinero a cualquier domicilio de España mediante los carteros. Esta opción se integra en la app del banco para aquellos clientes que ya la utilicen; el resto solo necesita una tarjeta bancaria de Santander y el documento de identidad para poder realizar este tipo de operaciones desde cualquier oficina de Correos. La operación es gratuita para los clientes del banco en aquellas oficinas de Correos ubicadas en municipios donde la entidad no tiene presencia física (dos operaciones por mes).
También tienen un acuerdo con Mapfre, que permite a la aseguradora ofrecer productos y servicios del banco a través de su red comercial en España, la más amplia del seguro español, con cerca de 3.000 oficinas distribuidas por todo el territorio nacional, más de 2.240 empleados comerciales y 8.000 mediadores profesionales. Para ello, cada punto de venta de la aseguradora tendrá asignada una oficina tutora de Banco Santander, contará con el apoyo de los equipos de gestión remota de ventas digitales y, de manera adicional, la red de Mapfre contará con el soporte de responsables comerciales del banco en su mismo territorio.
El uso de servicios digitales siguió acelerándose y se han superado los 44 millones de clientes digitales (+15% interanual), mientras que el 50% de las ventas se realizaron por canales online, en comparación con el 41% de hace un año. Santander España cuenta ya con 5,4 millones de clientes digitales, que se conectan más de 22 veces al mes a la app y web del banco, lo que supone que el 68% de nuestros clientes activos son clientes digitales.
CaixaBank es en la actualidad uno de los bancos mejor posicionados en tecnología y digitalización. Actualmente, CaixaBank es la entidad financiera con más clientes digitales en España, con más de 7 millones y una de las cuotas de mercado más elevadas del mundo en su mercado, de acuerdo con los datos de Comscore.
Caixabank lidera las entidades con mayor número de clientes digitales, con más de siete millones
Por su parte, Banca March continúa avanzando en un intenso proceso de transformación en las áreas de Digitalización, Tecnología y Operaciones. Tras el ambicioso Plan de Transformación Digital 2018-2020, con inversiones por importe de 75 millones de euros, la entidad sigue profundizando en esos ámbitos, como eje estratégico del Plan Trienal #JuntosEnAcción 2020-2022.
En 2020, la tasa de uso de los canales digitales por parte de los clientes de Banca Privada de la entidad aumentó un 13% hasta situarla en el 66% en diciembre.
La pandemia ha demostrado lo acertada que ha sido la estrategia de digitalización temprana de BBVA. El banco puso el foco desde el principio en la digitalización, hace ya bastantes años, y cuenta con muchas herramientas que permiten a sus clientes gestionar su dinero de manera más sencilla y tomar mejores decisiones. Casi un 40% de sus clientes digitales utilizan algunas de las herramientas de gestión de salud financiera que el grupo ha puesto a su disposición.
Los bancos son parte fundamental de la solución ante la crisis del Covid-19. En concreto, BBVA ha activado iniciativas de ayuda, con foco en empresas, pymes y autónomos, pero también para los particulares más afectados por la crisis del coronavirus, en distintos países. Durante 2020, BBVA ayudó a tres millones de clientes afectados por la pandemia con cerca de €63.000 millones entre líneas de crédito con aval público (€25.000 millones) y moratorias (€38.000 millones).
Durante el primer trimestre de 2021, Unicaja Banco ha continuado trabajando en el desarrollo y la implementación de su Plan Estratégico y de Transformación 2020-2022, dentro del que se incluyen, entre otros, los planes de transformación y de dinamización comercial, que se focalizan en la atención dirigida al cliente.
El número de clientes digitales (web y app) a finales del primer trimestre de 2021 ha representado un 54,8% del total. Respecto a los canales empleados por los clientes, del conjunto de las transacciones financieras y consultas registradas, el mayor peso corresponde a las transacciones digitales, tanto por web como por aplicación móvil (58% del total); el 20% tuvo lugar a través de TPV; el 17% en oficinas, y el 5% en cajeros automáticos.
Así, en el primer trimestre, las conexiones totales de clientes en los canales digitales aumentaron un 27% respecto al mismo período de 2020. En cuanto a las operaciones totales, crecieron un 38% en comparación con el mismo período de 2020. Los importes totales transaccionados en canales digitales experimentaron un incremento del 10% respecto al primer trimestre de 2021.
Por otra parte, a cierre de marzo, el número de usuarios Bizum del banco creció un 122% frente al mismo período de 2020, con un incremento en las operaciones del 372%, y del 309% en los importes transaccionados.
Los clientes digitales de Kutxabank superaron el 53% del total de los clientes particulares de la entidad vasca en 2020, un porcentaje que se eleva hasta el 67% entre los menores de 65 años. Asimismo, las ventas digitales de la entidad se multiplicaron por tres entre enero y diciembre del pasado año, y nueve de cada diez contrataciones se han realizado a través del teléfono móvil.
Uno de los servicios más utilizados ha sido el de la firma a distancia, que permite formalizar online operaciones y contratos bancarios, operando desde cualquier dispositivo, y desde cualquier lugar y, en concreto, su uso ha crecido un 88%.
Kutxabank ha añadido que la aplicación Bizum, la solución de pago por móvil, sigue fortaleciéndose entre los clientes de la entidad. En solo un año, el número de usuarios Bizum de Kutxabank ha crecido en un 91,38% y las operaciones realizadas a través de la aplicación se ha incrementado un 128,54%.
En el primer trimestre, las conexiones totales de clientes en los canales digitales de Unicaja Banco aumentaron un 27% respecto al mismo período de 2020
El banco ha destacado que ha sido pionero en la introducción de la solución Bizum para comercio electrónico y durante 2020 ha puesto en marcha Bizum Negocios «como solución novedosa en el mercado para los pagos en comercio físico».
Desde julio del pasado año, la empresa ha ampliado su servicio de gestión a distancia a 917.000 clientes con un mayor grado de vinculación. Esta herramienta de atención remota ha registrado en seis meses 1,2 millones de mensajes, y ha intercambiado un total de 117.000 ficheros.
Sostenibilidad
La transformación de la sociedad hace necesaria la implicación real y efectiva de las entidades financieras en la transición hacia un mundo más sostenible. El grupo que preside Ana Botín se ha fijado una serie de metas como facilitar más de 120.000 millones de euros en financiación verde entre 2019 y 2025. Esta cifra se incrementará hasta los 220.000 millones de euros en 2030 e incluye la contribución del grupo en todos sus ámbitos de actuación: financiación de proyectos, préstamos sindicados, préstamos verdes, financiación de circulante y exportaciones, asesoramiento y otros productos.

En junio del año pasado, Banco Santander volvió a los mercados de capital con una nueva operación de bonos verdes senior no preferentes (SNP) a 7 años. Este es el segundo bono verde de la entidad bajo su marco global de bonos sostenibles, tras el bono verde de 1.000 millones de euros lanzado en octubre del año pasado, un SP a 7 años.
En el caso del emitido el pasado verano, los beneficios netos se utilizarán para financiar y refinanciar préstamos relacionados con las energías renovables, eólica y solar, en consonancia con los Objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, en países centrales para el Banco (Europa, EE. UU. y Latinoamérica) y financiados por Santander.
Otro de los grandes, CaixaBank, es el séptimo banco más sostenible del mundo, según el informe ‘Sustainability Yearbook 2021’, publicado por S&P Global y que analiza a más de 7.000 compañías de todo el planeta.
Este año CaixaBank ha mejorado su puntuación -85 puntos, frente a los 81 conseguidos en la evaluación de 2020- y su posición en el ranking dentro del sector de la banca, siendo el séptimo de 612 en sostenibilidad.
CaixaBank, con 3.263 millones de euros financiados en energías renovables, es el primer banco español en emitir un bono social en apoyo a los ODS de las Naciones Unidas. Con un 85% de reducción de nuestra huella de carbono desde el año 2009, también es el primer banco español cotizado en compensar el 100% de las emisiones de CO2 calculadas. El 99,34% de la energía que consumen es de origen renovable.
En 2020, Banca March inició un proceso para que todas las compras de energía eléctrica fueran 100% verdes que ha culminado en un nuevo contrato de suministro que garantiza que toda la electricidad que consume el banco es de origen sostenible, procede de fuentes hidráulicas y está certificada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Gracias a esta transformación, Banca March elimina las emisiones de gases de efecto invernadero en su consumo de electricidad y reducirá sus emisiones anuales de C02 en más de 1.400 toneladas.
Los clientes digitales de Kutxabank superaron el 53% del total de los clientes particulares de la entidad vasca en 2020
El compromiso del banco con la sostenibilidad se refleja en todos sus ámbitos de actuación. Así, Banca March forma parte de Pacto Mundial de la ONU, la iniciativa por la sostenibilidad corporativa más grande del mundo, como socio-Signatory. Junto con 690 entidades españolas y 1.590 en el todo el mundo, busca alinear sus objetivos con las políticas y los planes que fomentan alianzas con gobiernos, sociedad civil y sector privado para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 impulsada por Naciones Unidas.
Por su parte, BBVA aspira a que todos sus productos tengan su correspondiente solución alternativa sostenible. En España ya lo ha logrado en 2021.
El banco ha sido pionero en incorporar la sostenibilidad como una de sus prioridades estratégicas: ayudar a los clientes en la transición hacia un mundo sostenible. Esta estrategia se plasma en el Compromiso 2025. Desde 2018 hasta marzo de 2021 ha movilizado 59.000 millones de euros (50.154 hasta diciembre de 2020) de su compromiso de lucha contra el cambio climático, lo que supone ir muy por delante del objetivo total del grupo BBVA de movilizar 100.000 millones de euros en 2025. Asimismo, el banco ha avanzado en hacer realidad el compromiso de alinear su actividad con los objetivos del Acuerdo de París.
Desde 2020, BBVA es neutro en carbono en las emisiones que genera directamente por su actividad. Recientemente el banco ha dado un paso más, asumiendo el compromiso de reducir a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón, dejando de financiar a empresas en esas actividades, antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el mundo emergente. En este sentido, BBVA anunció en abril su compromiso de ser neutro en emisiones de carbono en el año 2050.
Por otra parte, Unicaja Banco ha continuado realizando actuaciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y banca sostenible y responsable a lo largo del primer trimestre de 2021, de las que, entre otras, destacan los trabajos para la implementación del Plan de Acción sobre Finanzas Sostenibles han seguido su curso. Así, entre otras actuaciones, se ha puesto en marcha un plan de formación en finanzas sostenibles destinado a toda la plantilla de Unicaja Banco.
La aprobación de tres nuevas políticas relacionadas con la sostenibilidad: la Política de Sostenibilidad, que concreta el posicionamiento del grupo respecto de las finanzas sostenibles; la Política Ambiental, Energética y de Cambio Climático, para establecer los principios básicos de actuación en materia medioambiental, de eficiencia energética y de gestión en materia de cambio climático, y la Política de integración de los riesgos de sostenibilidad en el proceso de toma de decisiones y en el asesoramiento sobre productos de inversión y seguros.
Kutxabank movilizó un total de 1.718 millones de euros en 2020 en diversos proyectos que desarrollan iniciativas de generación de energías renovables y que apuestan por la transición hacia una economía baja en carbono, lo que supuso un incremento del 70% con respecto a la financiación y los avales suscritos en el ejercicio anterior.
Las divisiones especializadas en empresas e instituciones aprobaron operaciones por valor de 926 millones de euros en inversiones englobadas dentro de la economía verde y sostenible.
Tribuna / José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB)

Los bancos, determinados a liderar el cambio
Los bancos se han adaptado ya al nuevo ecosistema digital que exigen sus clientes, con las mismas garantías de seguridad que siempre. La llegada de nuevos competidores digitales, sin embargo, les supone un desafío, no por tener que medirse con el contrincante, algo siempre positivo, sino por el desigual terreno de juego en el que han de operar. Mientras que los bancos se mueven con una mochila regulatoria y supervisora de servicio público y protección al cliente, el otro equipo no lleva ese peso. Y este no es solo un problema de competencia, sino un potencial problema para la estabilidad financiera y para el cumplimiento de las garantías que requieren los consumidores, especialmente en los momentos más difíciles. Los bancos han sido imprescindibles para aminorar el daño que la pandemia ha infligido a empresas y familias, y están preparados y convencidos de que también lo serán en la recuperación post-Covid.
La recuperación tras la crisis sanitaria obliga a avanzar en la reconversión de nuestro tejido productivo, en su modernización y transformación, para lo que serán importantes los fondos europeos. Se trata de un desafío para las empresas, que han de guiarse por una mayor responsabilidad social con el entorno en el que operan y por las exigencias de la vertiginosa transformación digital de la sociedad, acelerada aún más por la pandemia. En los peores momentos de la crisis sanitaria, la prevalencia de los servicios telemáticos ha permitido trabajar desde casa, seguir con la educación y, sobre todo, mantener la comunicación. Los bancos han sido un soporte eficaz en esos momentos difíciles y están determinados a liderar el cambio, acelerando la economía verde y preparados para la recuperación.
La gran banca supera las pérdidas del Covid
Las cifras de un año de pandemia
Los cinco grandes bancos superan las pérdidas que les acompañaron durante todo 2020 y en el primer trimestre del año han disparado su beneficio a 7. 800 millones de euros, favorecidos, más que por un incremento del negocio, por la reducción de costes, las menores provisiones ante el virus y el resultado de CaixaBank tras la absorción de Bankia.
La gran banca española (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter) ganó cerca de 7.825 millones de euros en el primer trimestre, frente a las pérdidas de 1.053 millones de un año antes. Una mejora, que no se debe tanto a un aumento del negocio bancario en sí, sino a una reducción de los costes de explotación y a las menores dotaciones para hacer frente al virus y, también por el impacto contable positivo de la fusión de CaixaBank y Bankia.. Sin este impacto el beneficio conjunto de la gran banca que cotiza dentro del Ibex 35 se situaría en los 3.619 millones de euros.
La nueva CaixaBank obtuvo un beneficio de 4.786 millones en los tres primeros meses del año, incluido el impacto extraordinario por la absorción de Bankia. Sin ello, las ganancias se situarían en 514 millones, 5,7 veces más que en 2020. Al margen de CaixaBank, los otros cuatro grandes bancos españoles anunciaron resultados superiores a las estimaciones de los analistas. De ellos, todos salvo el Sabadell, ampliaron sus beneficios.

Banco Santander ganó 1.608 millones en el trimestre, cinco veces más que un año antes, cuando dotó de provisiones por 1.600 millones debido a la pandemia y realizó ajustes en el valor de algunas filiales. Sólo en España el beneficio ordinario fue de 243 millones, en comparación con los 90 millones del mismo periodo del año anterior, gracias a las menores provisiones y la reducción de costes,
Por su parte, el grupo BBVA obtuvo, entre enero y marzo, un beneficio neto de 1.210 millones -frente a las pérdidas de 1.792 millones de un año antes-, con lo que recuperó niveles previos a la pandemia debido a las menores dotaciones a provisiones y saneamientos y al comportamiento de los ingresos recurrentes.
En el caso del Sabadell, el banco ganó 73 millones hasta marzo, un 22,1 % menos, pero logró que TSB, su filial británica, volviera a generar beneficios después de tres años; ahora espera que el plan de eficiencia impulsado en España tenga un impacto positivo de 141 millones al año.
Bankinter, por su parte, ganó 148,3 millones, un 13,8% más que en el primer trimestre de 2020. Las cuentas del trimestre incluían, si bien de forma desagregada de la actividad bancaria, a Línea Directa, ha inició su andadura en solitario al salir a Bolsa.
Pero el horizonte persistente de bajos tipos de interés, la alta competencia y la proliferación de los canales y perfiles digitales, especialmente tras la crisis del coronavirus, continúan siendo un desafío en materia de costes al que las entidades están respondiendo con fuertes ajustes de plantilla.
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, advertía en un debate organizado por El Confidencial y Caixabank, de que la crisis del coronavirus pasará factura a las entidades financieras, puesto que su rentabilidad va a seguir baja durante un periodo de tiempo y no se descarta que necesiten más capital. La directiva reclamó “prudencia” a las entidades financieras hasta que se estabilice la economía.
Con este escenario, Delgado insistió en que uno de los principales desafíos de la banca es su baja rentabilidad en relación con el coste de capital. En su opinión, este indicador se mantendrá contenido por la suma de varios factores, entre los que destacó los bajos tipos de interés, la compresión de los márgenes, así como por las necesidades de provisiones para paliar las potenciales insolvencias y la falta de viabilidad en determinadas empresas.
La banca ha tenido un papel fundamental en la contención de los efectos de la crisis
En este sentido, aunque la morosidad bancaria se ha mantenido estable durante esta crisis, el Banco de España ha exigido a las entidades que sigan haciendo provisiones por los riesgos latentes, sobre todo por el aumento de los créditos en vigilancia especial. “Será necesario perseverar en el esfuerzo realizado durante este año y el próximo”, señala el supervisor. Y recuerda que “las consecuencias de la crisis aún no están determinadas” y, por tanto, es importante que las políticas continúen siendo expansivas hasta que se asiente la recuperación en un contexto en el que crecen vulnerabilidades como la deuda. El Banco de España ha pedido a las entidades que continúen con las dotaciones a un ritmo igual que en 2020, cuando ya se dio un esfuerzo muy significativo: 8.700 millones para el total del negocio, del que el 40% se corresponde con la actividad en España. Según el último test de estrés realizado por el Banco de España, las entidades han realizado en promedio en torno a un tercio de las dotaciones que había que hacer entre 2020 y 2022.
Los retos
En cuanto a los desafíos, y en la misma línea que Margarita Delgado, el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, ha reconocido que la banca, que durante un tiempo fue un sector en enorme expansión, es hoy un sector en reconversión, obligado a tomar decisiones de calado, ya que se enfrenta a grandes desafíos, acelerados por la crisis provocada por la pandemia.
En su intervención en las ‘VIII Jornadas Financieras’ de Deusto Business School, Goirigolzarri ha explicado que el primero de los retos a los que se enfrenta el sector es el entorno de tipos negativos, que va a prolongarse por un periodo largo de tiempo y que “está afectando directamente a nuestro nivel de rentabilidad, lo que nos está obligando a repensar el modelo tradicional, porque determinadas actividades dejan de ser rentables, y es necesario incrementar las fuentes de ingresos con otras actividades y hacer un enorme esfuerzo de eficiencia”.
Para presidente de Caixabank, el segundo desafío es la revolución tecnológica, “que nos exige una profunda reconfiguración de nuestro core bancario y una migración desde almacenes de datos tradicionales a la nube”, pero en la que, además, “tenemos a grandes competidores”, “lo que nos requiere un enorme esfuerzo tanto desde el punto de vista financiero como desde la atracción de talento”.
Goirigolzarri indicaba como tercer reto el “entorno de enorme competencia”, tanto en el mundo de la financiación, con competidores no bancarios con menores exigencias regulatorias, como en el segmento de banca de particulares, “donde la retroalimentación del cambio de los hábitos de los clientes y la revolución tecnológica está haciendo caer las barreras de entrada en el sector” para las grandes tecnológicas y los nuevos entrantes.
Los bajos tipos de interés, la alta competencia y la proliferación de los canales y perfiles digitales, continúan siendo un desafío en materia de costes para las entidades
La banca ha tenido un papel fundamental en la contención de los efectos de la crisis económica con el despliegue de toda una serie de iniciativas que han logrado oxigenar a empresas, autónomos y familias. Desde el comienzo de la pandemia, las entidades bancarias se comprometieron en facilitar la recuperación y pusieron en marcha un plan de choque, en línea con las medidas aprobadas por el Gobierno, que buscaba proteger y apoyar a los clientes especialmente afectados por la situación de excepcionalidad económica generada por el coronavirus. Ahora hace frente a un nuevo escenario marcado por el teletrabajo y el empujón de la digitalización.
Solvencia a prueba de crisis
La banca española cuenta con una posición de solvencia que le permitirá afrontar con garantías el aumento de la morosidad y el deterioro de los activos esperados este año, gracias al incremento del nivel de provisiones hasta el 57,8% del margen operativo, según un informe sobre la situación de la banca por Axesor Rating.
El informe, que analiza los resultados de Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia, Bankinter, Abanca, Unicaja y Liberbank, considera «especialmente positiva» la mejora de la posición de solvencia y el aumento de los colchones de capital de las entidades financieras del último trimestre, teniendo en cuenta la «dureza» de los test de estrés que realizará la Autoridad Bancaria Europea (EBA) durante la primera mitad de 2020.
Para 2021, Axesor asegura que, en términos de ingresos, «será un mejor año», una vez se vaya recuperando de forma gradual la normalidad en la movilidad y no se repitan los confinamientos domiciliarios más estrictos o los episodios de turbulencia en los mercados financieros. Por otro lado, valora «muy positivamente» el esfuerzo de las entidades para reducir costes. Según los analistas, la tendencia para 2021 «es seguir reduciendo costes de forma intensa a través de fusiones, de reestructuración de la red de sucursales y personal o mejoras en la gestión operativa, apoyados por la digitalización que durante 2020 se ha demostrado un gran aliado del sector financiero en su relación con el cliente en un entorno de limitaciones a la movilidad».
Asimismo, espera una mejora en los márgenes de intereses de los bancos, debido a la sustitución de las disposiciones más antiguas por las nuevas, en mejores condiciones.