Salvo algunas excepciones, como es el caso de Iberdrola, lo cierto es que la tendencia general de las grandes compañías del Ibex este año 2020 ha sido la de deshacerse de filiales y negocios internacionales para concentrarse en pocos mercados, el doméstico entre ellos. Las razones para vender y replegarse son variadas, pero, señalan los expertos, desde luego el Covid ha sido el argumento que les faltaba. Las recientísimas ventas del negocio americano del BBVA por casi 10.000 millones de euros o de la filial chilena de Naturgy por más de 2.500 millones, son las desinversiones más fuertes, pero no las únicas. Y los expertos señalan que 2021 ‘pinta’ similar.
Naturgy llegó a un acuerdo con la compañía estatal china State Grid International para la venta de su participación en la Compañía General de Electricidad (CGE) de Chile por un importe total de 2.570 millones de euros
Las grandes del Ibex vuelven a casa por Navidad, como el turrón. Aunque lo cierto es que este año de la pandemia serán muchos los que se piensen emprender el viaje al que alude el anuncio más famoso de estas fiestas, y también que los gigantes del selectivo llevan, en realidad, meses volviendo. “Hay diversas razones para vender parte del negocio internacional que tanto trabajo les costó construir: en algunos casos ha sido la necesidad de centrarse en otros negocios, o de tener liquidez para comprar otros activos más core. El covid ha metido prisa a todos los procesos. Pero el resultado es que las empresas han entrado en una etapa de menos expansión y más concentración”, señala una fuente.
La mayor operación, al cierre de esta edición y a falta de tan solo unos días para que acabe el año es la venta de la filial estadounidense del BBVA por 11.600 millones de dólares, unos 9.700 millones de euros, que es también la mayor operación en la historia del grupo. La entidad que preside Carlos Torres se anota con la operación unas plusvalías netas de impuestos de unos 580 millones de euros (686 millones de dólares), su patrimonio se incrementará en 1.400 millones de euros (1.658 millones de dólares) y la transacción tendrá un impacto positivo en el capital de máxima calidad (CET1) de BBVA de cerca de 300 puntos básicos, unos 8.500 millones de euros (10.067 millones de dólares). De fondo, conseguir liquidez para afrontar el baile de fusiones. Las conversaciones con Sabadell no han fructificado, pero surgirán nuevas oportunidades. Y la decisión no fue fácil. BBVA desembarcó en Estados Unidos en 2004 y después de varias compras se convirtió en el principal banco del denominado «Sun Belt», los estados del sur del país. BBVA sumaba más de 100.000 millones de dólares en activos, 637 oficinas y posiciones de liderazgo en Texas, Alabama y Arizona.
Adiós Latinoamérica
La segunda por importe de la operación sería la que Naturgy llevó a cabo el mes pasado cuando llegó a un acuerdo con la compañía estatal china State Grid International Development Limited (SGI) para la venta de su participación, del 96,04%, en la Compañía General de Electricidad (CGE) de Chile por un importe total de 2.570 millones de euros, fijado en euros y pagadero en efectivo una vez finalice la transacción. “El acuerdo alcanzado hoy nos permite avanzar de manera decidida en nuestra transformación y supone un primer paso importante en nuestros objetivos de rotación de activos que nos permitirá ser más ambiciosos en nuestros planes de inversión y crecimiento. Queremos ser una compañía líder en la transición energética a nivel global y esta operación nos proporciona flexibilidad estratégica y mayor capacidad financiera para crecer”, explicaba el presidente de Naturgy, Francisco Reynés. La transacción permitirá reducir la deuda neta de la compañía en, aproximadamente, 4.000 millones de euros hasta los 10.800 millones
Las desinversiones de Telefónica en Latinoamérica, anunciadas pero no concluidas, serían las terceras de la lista. Hace un año el presidente, José María Álvarez-Pallete, avisaba de que la compañía iba a concentrar el negocio latinoamericano en Brasil y poner el foco en los mercados europeos de España, Alemania y Reino Unido. Esta operación les permitiría suprimir cerca del 60% de su deuda. Hablamos de las filiales de Argentina, Uruguay, Chile, Perú, México, Colombia, Ecuador y Venezuela podrían y cuyo precio total podría rondar los 20.000 millones de euros. Por ahora, el grupo ha vendido tras alcanzar un acuerdo con Liberty la venta del 100% de los activos en Costa Rica por un precio de 500 millones de dólares estadounidenses, unos 425 millones de euros al tipo de cambio actual. Ya a comienzos de 2019 la operadora anunció la venta de sus negocios en Panamá, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y El Salvador por unos 2.000 millones de euros. Desandando un camino que emprendió en 2004 al comprar las operaciones de la estadounidense Bellsouth en la región por valor de 4.727 millones de euros.
La mayor operación, al cierre de esta edición y a falta de tan sólo unos días para que acabe el año es la venta de la filial estadounidense del BBVA por 11.600 millones de dólares, que es también la mayor operación en la historia del grupo
Entre las constructoras también hay movimientos. ACS se ha desprendido del 50% de su minera australiana Thiess tras venderla al fondo de inversión Elliott por cerca de 1.150 millones de euros, después de que a comienzos de octubre saliera de Cobra. La operación le generará 845 millones de plusvalías después de impuestos.
Hace unas semanas, la compañía española Ebro Foods, cuya central del negocio arrocero se encuentra en Sevilla, ha informado de la firma de un acuerdo con la italiana Barilla para venderle por 165 millones de dólares canadienses (unos 105 millones de euros al cambio actual) su división de pasta seca en Canadá. El negocio en el país norteamericano de Ebro Foods del que ahora se desprende abarca las marcas Catelli, Lancia y Splendor, así como una fábrica en Montreal, según ha explicado la empresa este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Iberdrola juega a la contra
La pasada semana Iberdrola aceleraba su apuesta por Brasil con la adquisición de la distribuidora de Brasilia por 400 millones de euros. Con esta adquisición, Iberdrola completa nueve operaciones corporativas este año, a pesar de los desafíos de la COVID-19. En octubre, llegaron a un acuerdo para la compra de la americana PNM Resources, con un valor de 7.000 millones de euros. En septiembre, el grupo presidido por Ignacio Galán anunciaba su salto al mercado japonés, tras la compra de la promotora local Acacia Renewables, con una cartera de proyectos offshore de 3,3 GW de potencia.
En septiembre, la compañía anunció la adquisición de una cartera de proyectos eólicos de 400 MW de capacidad en Brasil. Antes, se adquirió la empresa australiana de energías renovables Infigen Energy, tras el lanzamiento de una OPA amistosa en junio. La operación permite a Iberdrola convertirse en uno de los operadores líderes del mercado australiano de energía renovable, con 670 MW eólicos operativos y una cartera de proyectos eólicos y solares de 1 GW en distintas fases de desarrollo.
También en junio, la compañía acordó con la sueca Svea Vind Offshore AB (SVO) una opción de adquisición mayoritaria para el desarrollo futuro de la mayor cartera de proyectos de energía eólica marina en Suecia. Se prevé que estos proyectos, que suman 9 gigavatios (GW) de capacidad y están en distintas fases de tramitación, puedan ir entrando en operación a partir de 2029. En mayo, dos operaciones: la compra de dos proyectos eólicos terrestres en Escocia, que suman 165 MW de capacidad y cuyo desarrollo implicará una inversión de alrededor de 190 millones de euros; y la adquisición de la francesa Aalto Power por algo más de 100 millones de euros. La compañía cuenta con 118 MW eólicos terrestres operativos y una cartera de proyectos de 636 MW en distintas fases de desarrollo. El pasado 9 de marzo, justo antes de que se nos echara encima la pandemia, Iberdrola se hizo con el 100% del capital del parque eólico marino francés Saint-Brieuc.