Nuria Díaz
Los tambores de fusión en el sector de las telecos redoblan aún a considerable distancia, pero ya se escuchan. Los analistas estiman que la fuerte competencia y la estricta regulación europea han dejado a las compañías sin posibilidades de crecer en solitario y les abocan a protagonizar una nueva oleada de movimientos corporativos. Y MásMóvil, aunque esté aún en plena digestión de Euskaltel, se consolida como el principal objeto de deseo tanto para Orange como también, según algunas fuentes, para Vodafone. Pese a la predisposición de todas las implicadas, los asuntos de competencia parecen un escollo difícil de salvar. Y mientras, Telefónica, la primera del ranking a distancia, se ha autoexcluido del proceso y mira los toros desde la barrera.
La consolidación del sector de las telecos en España lo ha sido por oleadas. La última se inauguraba en marzo de 2014 cuando Vodafone firmaba la compra de Ono por 7.200 millones de euros, convirtiéndose en la compra más importante en el sector desde la de Amena por France Télécom en 2005, por un valor de 10.000 millones y de la de Airtel por Vodafone, en 2001 por 24.000 millones. Apenas un par de meses después, en mayo, Telefónica compró Digital Plus al Grupo Prisa por 725 millones de euros en efectivo, operación que se terminó de cerrar en 2015. Año en el que Orange compró Jazztel. La que podríamos denominar segunda oleada de fusiones la cerraba MásMóvil, el operador más joven, que se hacía con Yoigo en 2016 y, como preámbulo de la nueva oleada que todos los expertos aseguran que se avecina, con Euskatel el año pasado.
MásMóvil, el operador amarillo, que dirige el carismático Meinrad (‘Meini’) Spenger, está aún digiriendo la firma vasca pero ya aparece en todas las quinielas como la llave de las próximas operaciones
MásMóvil, el operador amarillo, que dirige el carismático Meinrad (“Meini”, como le conoce todo el mundo) Spenger, está aún digiriendo la firma vasca pero ya aparece en todas las quinielas como la llave de las próximas operaciones. “Que ellos están en la ecuación está claro, señala una fuente del sector. La incógnita es si la negociación que sale adelante es con Vodafone o con Orange”, concluye. La pasada semana los medios se hacían eco de las informaciones que apuntan a que en la sede francesa de Orange estarían haciendo números para intentar pujar por MásMóvil y reforzarse en la segunda posición en el ranking español. Una fusión de Orange con MásMóvil daría lugar a un grupo con una facturación de 8.000 millones de euros. Por clientes, Orange finalizó 2020 con 15.913.000 de telefonía móvil, 4.032.000 clientes de banda ancha fija y 725.000 de televisión, mientras que MásMóvil cerró el curso con 12 millones de accesos de los que dos millones son banca ancha. La suma les deja lejos de Vodafone que cerró su año fiscal con 11,4 millones de clientes de móviles de contrato, 3,2 millones de banda ancha y 1,6 millones de televisión.
Sinergias
Los analistas le ven sentido empresarial. Iván San Félix, analista de Renta 4 Banco afirma que “son dos compañías con buen encaje estratégico que ya tienen una parte del camino andado porque MásMóvil es el principal arrendatario de la fibra de Orange o sea que por ese lado podrían darse importantes sinergias que harían interesante la operación a nivel de costes”.
A finales del pasado mes de noviembre las dos operadoras actualizaron un macro-acuerdo de alquiler de la red de fibra óptica y la cobertura 5G de los naranjas.
A finales del pasado mes de noviembre, Orange y MásMóvil actualizaron un macroacuerdo de alquiler de la red de fibra óptica y la cobertura 5G de los naranjas, lo que hace más fácil su encaje estratégico
El plan en el que estarían trabajando las dos compañías de telecomunicaciones pasaría por una integración al 50%, de forma que los accionistas de los dos grupos –por un lago el grupo francés Orange y el por otro, principalmente, los fondos KKR, Cinven y Providence– dispongan de la misma participación de la empresa resultante.
Lo que ocurre es que Vodafone también podría tener interés en reforzar su posición en el mercado español, donde desde hace tiempo viene sufriendo para mantenerse. De hecho, según los últimos datos auditados correspondientes al tercer trimestre del pasado 2021, la adquisición de Euskaltel le sirvió a MásMóvil para pisarle los talones a Vodafone, a solo 1,5 puntos porcentuales de distancia. Las fuentes consultadas señalan que también ha habido conversaciones entre los de Meinrad Spenger y la operadora roja. De hecho, de entrada, parecen los más predispuestos a llegar a un acuerdo. “»Buscamos activamente más oportunidades de estructura de mercado, incluyendo establecer alianzas estratégicas en redes o consolidación de mercado», señaló la compañía a finales del año pasado en una presentación de resultados sobre su sociedad en España. Es más, la operadora ya busca operaciones similares en otros países de Europa aquejados de los mismos problemas que en España. Así, todo parece indicar que Vodafone negocia su fusión en Italia con Iliad, el cuarto operador móvil.
Las conversaciones entre las dos compañías están en curso y ambas partes están estudiando activamente formas de cerrar una alianza de sus respectivos negocios en Italia, según señala Reuters. Un mercado que está que arde porque Telecom Italia todavía está evaluando la posibilidad de aceptar una opa por valor de 10.800 millones de euros del fondo estadounidense KKR.
Telefónica mira el proceso desde lejos. Al menos por ahora. Es mucho más grande y tendría muy difícil en España que las autoridades de la competencia le permitieran ninguna compra de este calibre sin obligarla a importantes desinversiones
Competencia, ojo avizor
Tal es la situación que incluso hay quien ve una fusión más a lo grande, como seria la de Orange y Vodafone, pero claramente desencadenaría una revisión regulatoria mucho más amplia en países en los que ambos tienen operaciones, como España, Rumanía, Egipto y la República del Congo. La fusión entre Orange y Vodafone, que no faltan fuentes que señalan que ha estado también sobre la mesa, habría dado lugar a la mayor operadora de telecomunicaciones de Europa, con un volumen de ingresos cercano a 85.000 millones de euros.
Y mientras, Telefónica mira el proceso desde lejos. Al menos por ahora. Es mucho más grande y tendría muy difícil en España que las autoridades de la competencia le permitirán ninguna compra de este calibre sin obligarla a importantes desinversiones.
El escenario esta completamente abierto porque también hay fuentes que opinan que, pese al ruido de los últimos días, es complicado que en Europa se acepte más concentración. Cualquier cosa podría pasar.
¿Por qué esta fiebre por las bodas?
La situación actual del mercado con cuatro grandes operadores: Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil junto con un gran número de pequeños operadores virtuales que parece que no pero van teniendo su cuota de mercado, ha llevado a un escenario complicado. Estas cuatro compañías suman el 94% de los clientes de móvil en España y el 97% en la banda ancha fija. Por un lado, las grandes compañías tratan de llevar a los clientes a los paquetes convergentes, que aúnan en una tarifa los servicios de fijo, móvil, internet y televisión, pero lo cierto es que ya sea por la crisis, la pandemia, o por la presión en los precios, lo que está ocurriendo es que se están yendo hacia las opciones low cost. Una sangría y pocas posibilidades de crecer en solitario que esta llevando a las compañías, según los analistas, a buscar pareja un poco “a la desesperada”. “Si es que no hay muchas opciones”, señala una fuente del sector. Lebara o Lycamobile, Pepephone o Yoigo ya se las comió MásMovil, demostrando la voracidad de los fondos propietarios. Los analistas señalan a Digi, orientada originariamente a la población inmigrante rumana -su máximo accionista y fundador lo es- pero que hoy puede presumir de tener más de 3 millones de clientes.