Nuria Díaz ■
Tras la toma de control del Gobierno de la Sareb el año pasado por estas fechas, el denominado ‘banco malo’ da un volantazo estratégico y ofrecerá 50.000 viviendas de alquiler social procedentes de su cartera de inmuebles. El anuncio ha suscitado, sin embargo, muchas críticas entre la oposición, que lo considera electoralista, y algunas asociaciones sectoriales que señalan que, tras leer la letra pequeña, un gran porcentaje no esta listo para entrar, y otro tanto se encuentra en zonas muy poco tensionadas lo que no soluciona el problema en ciudades ‘saturadas’ como Madrid o Barcelona.
Sareb tiene nueva estrategia. Un año después de que el Gobierno tomara el control absoluto de la sociedad, con Javier Torres al frente, el Consejo de ministros ha presentado el plan de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria que destinará hasta 50.000 viviendas para alquiler social y asequible, procedentes de su cartera de inmuebles y la cesión de suelos urbanizables. Esta iniciativa se suma a las actuaciones previstas en el Plan Estatal de Acceso a la Vivienda 2022-2023, como el Bono de Alquiler Joven y las ayudas a la rehabilitación y eficiencia energética, y tiene como objetivo incrementar el parque público de vivienda en 100.000 unidades. La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño ha afirmado que desde que el Gobierno tomó el control de la Sareb, en abril de 2022, hace ahora un año aproximadamente, tiene un triple objetivo: impulsar el parque público de vivienda, apoyar la inclusión social y mejorar la vertebración y cohesión en todo el territorio nacional. Todo ello, «con el mejor uso posible de los activos públicos para hacer una gestión responsable y velar por el dinero de los contribuyentes». Así, ahora y como accionista mayoritario el Gobierno estaría tratando de darle a la sociedad una labor social como herramienta de vivienda pública.
La Sareb dispone de un ‘stock’ potencial de vivienda terminada de 21.000 unidades, además de otras 14.000 habitadas y de suelos disponibles para la promoción de hasta 15.000 nuevas viviendas
La Sareb dispone de un ‘stock’ potencial de vivienda terminada de 21.000 unidades, además de otras 14.000 habitadas y de suelos disponibles para la promoción de hasta 15.000 nuevas viviendas. Nadia Calviño ha avanzado que, para aprovechar estos activos, el Gobierno ha puesto en marcha un plan con tres ejes: la movilización de las 21.000 viviendas para uso social, la gestión proactiva de las 14.000 viviendas ya habitadas y la cesión de suelos urbanizables.
Acuerdos
Las 21.000 viviendas identificadas para uso social se movilizarán a través de acuerdos de venta a las comunidades autónomas para alquiler social asequible. La vicepresidenta primera ha detallado que 9.000 ya están disponibles para la venta y 12.000 pendientes de la finalización de obras o de la cédula de habitabilidad. La Sareb ya ha negociado acuerdos de venta con la Comunidad Valenciana y la Xunta de Galicia y está negociando con el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, con los municipios del área metropolitana de Barcelona, la Generalitat de Cataluña, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Torrelavega (Cantabria).
Además, se contemplan convenios de cesión temporal de viviendas para uso social, tanto a Administraciones Públicas como a entidades sin ánimo de lucro, prestando atención especial a las zonas en riesgo de despoblación y a los colectivos vulnerables. A modo de ejemplo, Calviño ha destacado los acuerdos para poner viviendas a disposición de trabajadores temporeros en el ámbito agrícola o para fomentar el emprendimiento y fijar población joven en áreas rurales, así como para el acogimiento de refugiados.
Críticas
Pero los analistas creen que el plan tiene algunas lagunas. Según un estudio de idealista, dos tercios de las viviendas propiedad de Sareb se encuentran en municipios de baja o muy baja demanda de alquiler. Según este estudio, el 3% de las viviendas de la web de Sareb están en municipios de demanda muy baja, mientras que el 60% se encuentran en zonas de baja demanda. El 27% de la oferta de este organismo se sitúa en zonas de alta demanda y solo el 10% en zonas de muy alta demanda. Es decir, y tal y como por ejemplo se ha hecho saber ya desde las ciudades de Madrid o Barcelona, altamente tensionadas, no será allí donde se note este incremento de vivienda social.
El plan del Gobierno está despertando todo tipo de críticas del sector inmobiliario. La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), por ejemplo, asegura que las viviendas que Sareb tiene disponibles para el alquiler en zonas tensionadas no llegan ni al 3%
Por otro lado, el movimiento por el derecho a la vivienda Plan Sareb, un movimiento de asociaciones vecinales que se consideran afectas por la Sareb, ha denunciado que las nuevas 15.000 viviendas anunciadas no serán públicas, sino construidas sobre suelo público por iniciativas privadas con alquileres asequibles, que otorga la cesión de ese suelo durante 75 años para su explotación a esas empresas.
El Plan Sareb añade que del listado de viviendas ofrecido cuenta con 14.000 inmuebles que «ya están habitados». «Se trata, con toda rotundidad, de una bolsa de potenciales o actuales alquileres repletos de cláusulas abusivas», denuncian.
En estos casos, Sareb firma un alquiler social con las personas que habitan en sus viviendas en situación de vulnerabilidad, siempre y cuando se comprometan a participar en un programa de acompañamiento sociolaboral con el objetivo de superar la situación de exclusión. De esas 14.000 viviendas habitadas, actualmente hay 9.000 con indicios de vulnerabilidad en estudio para firmar un alquiler social. De ellas, ya se han aprobado 2.000 alquileres sociales.
Por otro lado, el plan del Gobierno está despertando todo tipo de críticas del sector inmobiliario. La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), por ejemplo, asegura que las viviendas que Sareb tiene disponibles para el alquiler en zonas tensionadas no llegan ni al 3% de las 50.000 aprobadas por el Gobierno y califica la medida como «humo», ya que la mayor parte de los inmuebles se encuentra en zonas sin demanda o bien consta de viviendas inacabadas, vandalizadas u okupadas.
Según el presidente de FAI, José María Alfaro, ni este plan ni la Ley de Vivienda solucionarán el problema del mercado del alquiler, que ha calificado como un «auténtico drama social». Y ha pedido «altura de miras» al Gobierno y al resto de fuerzas políticas para que «tengan cautela» a la hora de anunciar medidas en materia de vivienda, huyendo de electoralismos.
Además, se contemplan convenios de cesión temporal de viviendas para uso social, tanto a Administraciones Públicas como a entidades sin ánimo de lucro, prestando atención especial a las zonas en riesgo de despoblación y a los colectivos vulnerables
Pérdidas, pero más ingresos y menos deuda
La Sareb, también conocida como el banco malo, acabó 2022 con unas pérdidas de 1.506 millones, lo que supone un 7,4% menos que en 2021, cuando registró un récord de resultado negativo. A la vez, logró cancelar 3.184 millones de deuda, cerca de los 3.400 millones de 2014, su mejor ejercicio en este apartado. En el primer año con mayoría de capital público -desde el pasado abril, el Estado controla el 50,14% del capital-, generó unos ingresos de 1.705 millones por la venta de casas, suelos y otros edificios, un 15% más. Los ingresos totales, 2.361 millones, aumentaron un 8%. Y ahora, nuevo registro, al entrar a forma parte de la estrategia del Gobierno por el alquiler asequible tras anunciarse la aprobación de su nueva Ley de Vivienda.