Nuria Díaz
¿Existe el riesgo de otra crisis financiera?. Los analistas y el propio sector creen que no porque nada es igual que en 2008 pero, aun así, los reguladores, con el Banco de España a la cabeza, tienen la mosca detrás de la oreja. “Hay que evitar a toda costa que los escenarios más negativos de la crisis acaben generando problemas al sector financiero”, acaba de señalar Pablo Hernández de Cos quien, además, ha advertido de que la morosidad bancaria, que se mueve en el entorno del 4% de media, registrará un «aumento significativo» en los próximos trimestres «incluso en el escenario más benigno» de evolución económica. En medio de esta inquietud creciente, la gran banca ha presentado sus resultados hasta septiembre, con beneficios a la baja por las provisiones Covid que rondan los 7.000 millones de euros en lo que va de año, pero con las esperanzas puestas en el cuatro trimestre.
El gobernador del Banco de España acaba de advertir que la situación que vive la economía «va a exacerbar los problemas de rentabilidad» que tiene el sector bancario en los últimos años. «Las entidades deben estar absolutamente pendientes y enfatizar la mejora de la eficiencia: reducir costes e inversión en digitalización». En su análisis del sistema financiero español, Hernández de Cos reconocía que «evidentemente el sector está en una situación mejor» que, al comienzo de la anterior crisis, pero también señalaba que «no debemos ser complacientes porque el deterioro previsible va a ser significativo en la solvencia». Y llegaba la sentencia: «tenemos que evitar a toda costa que una crisis que se inició siendo sanitaria y ya es económica, sea una crisis financiera». El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, se sumaba en su intervención en una jornada organizada por la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas (ESBG, por sus siglas en inglés) al gobernador, señalando que “hay que impedir que la crisis del coronavirus se convierta en una crisis financiera, y para ello será necesario facilitar que los bancos puedan seguir financiando la economía”. En Europa también se han encendido alarmas. Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, acaba de alertar del riesgo de liquidez en Europa y de la baja rentabilidad de los bancos, mientras la presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke König, ha predicho que los bancos verán cómo su rentabilidad empeora aún más por la pandemia del coronavirus, por lo que ve con buenos ojos las iniciativas para consolidar. Y ha añadido a modo de pesimista colofón: «Espero que no tengamos que resolver ningún banco».
En su análisis del sistema financiero español, Hernández de Cos reconocía que «evidentemente el sector está en una situación mejor» que al comienzo de la anterior crisis, pero también señalaba que «no debemos ser complacientes porque el deterioro previsible va a ser significativo en la solvencia
Pese a los avisos, también hay expertos que creen que la banca se está comportando bien. Nicolás López, director de análisis de MG Valores afirma que los resultados de las entidades no muestran todavía impacto, pese a la caída de beneficios. “Claro que, explica, los ingresos de los bancos no bajan de golpe, la morosidad es algo que aparece poco a poco. Las tasas de morosidad que acaban de presentar los bancos no son altas y no creo que vaya a pasar lo del 2008 porque la magnitud de los impagos que puede haber ahora, sobre todo por los préstamos de pequeñas empresas autónomos, no tiene nada que ver con la gigantesca masa de impagados que eran las hipotecas. Las hipotecas son 10 veces los préstamos personales”. “Además, continúa, entonces nuestros bancos dependían de la financiación del resto de bancos, los bancos del norte de Europa prestaban dinero a los bancos españoles que daban hipotecas y cuando empezó la crisis esa financiación se cortó totalmente. Ahora esa situación está más controlada”.
Alicia Coronil, economista jede de Singular Bank, también cree que os bancos se están comportando mejor en esta crisis, “están siendo claves, en un entorno de creciente morosidad. Por ello, es importante las medidas de política económica que se adopten, que eviten una mayor destrucción del tejido empresarial, especialmente de pequeñas y medianas empresas. De ahí, que hay que analizar la posibilidad de extender las líneas de crédito, entre otras medidas”
Según el Banco de España, también hay factores que juegan en contra. Al tratarse de una crisis sanitaria global y con alto grado de sincronización, la diversificación exterior del negocio de los bancos españoles podría ser menos útil que en pasadas crisis para la contención de los riesgos. «La actividad bancaria en el extranjero de las entidades de depósito españolas continúa concentrada en Reino Unido, Estados Unidos, México y Brasil. La pandemia ha deteriorado las expectativas de crecimiento económico, afectando de forma severa a algunas regiones con presencia significativa de los bancos españoles, lo que podría llevar a un mayor deterioro de la calidad de los activos», apunta Hernández de Cos.
‘Hucha coronavirus’ y veto al dividendo
En cualquier caso, todo el mundo está tomando medidas. Todas las entidades acaban de presentar unos beneficios a la baja, por culpa en gran medida de las fuertes provisiones que están realizando por el Covid. Así, por ejemplo, el Santander, de los 9.562 millones provisionados en el total de los nueve primeros meses de 2020, 4.000 son para paliar los posibles efectos de la pandemia. Caixabank se apunta 1.160 millones de provisiones Covid hasta septiembre. Bankia acumula en el ejercicio provisiones extraordinarias de 465 millones de euros para anticipar impactos futuros derivados del deterioro del escenario macroeconómico causado por la pandemia. De este importe, 155 millones de euros se han dotado en el tercer trimestre del año. En el caso de Bankinter, han provisionado ya 243,5 millones de euros.
Todas las entidades acaban de presentar unos beneficios a la baja, por culpa en gran medida de las fuertes provisiones que están realizando por el Covid. Por ejemplo, el Santander, de los 9.562 millones provisionados en los nueve primeros meses, 4.000 son para paliar los posibles efectos de la pandemia
Entre otras cosas se trata de mantener ‘sana’ la tasa de mora, una de las cuestiones que más preocupa al gobernador Hernández de Cos. Lo cierto es que en términos generales la calidad crediticia se mantiene por el momento e incluso mejora algo. En el caso del Santander, se ha producido una reducción en la tasa de mora de 32 puntos básicos en los últimos 12 meses, hasta el 3,15%. El 66% de las moratorias ya expiraron y solo el 2% está en fase 3 (es decir, dudosos). El banco que preside Ana Botín ha mejorado su previsión sobre el coste del crédito, hasta el 1,3% para el conjunto de 2020, frente al 1,4-1,5% indicado anteriormente.
Por lo que respecta a Caixabank, la ratio de morosidad se sitúa en el 3,5% (-10 puntos básicos en el año), y la ratio de cobertura se incrementa hasta el 65% (+10 puntos porcentuales en el año) tras el refuerzo de provisiones.
Bankia contiene la tasa de mora en el 4,9%, aunque es la más alta del sector, mientras que la tasa de cobertura sube 4,2 puntos porcentuales respecto a diciembre, y alcanza el 58,2%
La ratio de morosidad del grupo Sabadell se sitúa en el 3,81%, mejorando así respecto septiembre de 2019 que se situaba en el 4,08% y respecto a junio de 2020 que se situaba en el 3,95%. El ratio de mora de Bankinter se sitúa entre los mejores con un 2,51% hasta septiembre, y el de BBVA, en el 4,32% con una cobertura del 67,6%.
De hecho, todos, analistas y bancos, son optimistas respecto al último trimestre del año. Aunque la pandemia ha afectado a la actividad, Santander afirma, por ejemplo, que ha observado “mejores tendencias” en el tercer trimestre. Así, el beneficio ordinario en el tercer trimestre estanco fue de 1.750 millones de euros, un 18% más con respecto al segundo en euros constantes, por la recuperación de los ingresos (+7%) y a menores dotaciones por insolvencias (-14%). El BBVA, por su parte, ha logrado su mejor trimestre del año (1.141 millones) y reduce pérdidas a 15 millones hasta septiembre.
Con la mejora generalizada de las cifras del tercer trimestre de fondo, la banca insiste al BCE en que no debería vetar a todas las entidades la retribución, sino distinguir entre las que tienen fortaleza para darlo y las que no
Sobre el efecto de la segunda oleada de la crisis sanitaria, el presidente de Bankia, Jose Ignacio Goirigolzarri admitió que “noviembre y diciembre van a ser más complicados de lo esperado, pero hay una inercia buena de recuperación que se nota en la subida del gasto en las tarjetas y de los créditos hipotecarios”.
Con esta mejora generalizada de las cifras del tercer trimestre de todos los bancos, la vuelta al dividiendo ha estado presente en todas las conferencias de resultados. La banca lleva meses insistiendo que el BCE no debería vetar a todas las entidades la retribución sino distinguir entre las que tienen fortaleza para darlo y las que no. El Banco de España no parece estar por la labor de darles el sí y sigue pidiendo el veto al dividendo.