Nuria Díaz
2020 estuvo marcado por la generalización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), un instrumento que el Gobierno podría prorrogar porque ha ayudado a frenar el impacto económico del coronavirus en el empleo, pero que en 2021 está comenzando a dejar paso a los ERE puros y duros. Con la banca a la cabeza, que podría alcanzar los 18.000 despedidos este año, también han puesto fuertes ajustes sobre la mesa empresas de distribución como El Corte Inglés ( 3.292) o H&M (1.100); de energía, como Naturgy (1.000) y Acciona Energía (500); del automóvil como Ford (630); hoteleras como NH (187); o del textil, como Adolfo Domínguez (300)…. hasta sumar miles de despedidos. Los expertos creen que podremos estar ante una de las peores crisis laborales de las últimas décadas.
“Como se está comprobando, los ERTE no han evitado la destrucción de empleo al nivel que se esperaba por el Gobierno. Salvo que se produzca la aprobación de nuevas prórrogas o especialidades para algunos de los sectores más afectados por la pandemia, el 31 de mayo decaerá la prohibición de acometer despidos basados en la fuerza mayor o en las causas objetivas justificativas de los ERTE COVID. Ello, unido al progresivo fin de los meses de salvaguarda del empleo vinculados a los ERTE que han disfrutado de exoneraciones en las cuotas de Seguridad Social, producirá con toda probabilidad un incremento importante de los despidos individuales y colectivos ante la imposibilidad para muchos sectores de recuperar la productividad pre-COVID y ofrecer ocupación efectiva a la totalidad de la plantilla”, pronostica Francisco Fernandez, socio del área laboral del KPMG Abogados. “El daño ocasionado en el tejido empresarial y las cifras de destrucción de empleo que se han producido desde marzo 2020 unido al incremento de los despidos colectivos que se materializarán en el corto y medio plazo, supone sin duda que estamos ante una gran crisis laboral. El coronavirus ha destruido y sigue destruyendo más empleo que la crisis de 2008 y ello implica que estamos ante una de las peores crisis laborales de las últimas décadas”, concluye.
El Corte Inglés ha puesto en marcha el primer ERE de su historia para, que implica la salida de 3.292 empleados, pero al que se han apuntado más de 4.000 personas
Estas declaraciones a El Nuevo Lunes coinciden con la publicación de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que arroja que el año empieza con la destrucción de 137.500 empleos en el primer trimestre y con el anuncio hace solo unos días del mayor ajuste de la banca española, el polémico recorte en CaixaBank. En las últimas horas se habría producido una rebaja del ajuste inicial de 8.291 empleados a 7.791 afectados, en torno al 17% de la plantilla. Aún así, el alcance del recorte ha llegado incluso al Gobierno donde varios miembros, como las ministras de Economía y de Trabajo, Nadia Calviño, y Yolanda Díaz, respectivamente, han pedido a la entidad reducir los afectados por el ERE y han afeado los sueldos de sus directivos. Días después, BBVA también anunciaba un ajuste para 3.700 trabajadores, aunque en las últimas horas y según CCOO, el banco habría ofrecido a los sindicatos una reducción de la cifra inicial de despidos en unas 350 personas. Es decir, tanto el de CaixaBank como el de BBVA pueden verse modificados porque acaban de echar a andar las negociaciones con los sindicatos. Por ahora, son los más cuantiosos, pero desde luego no son los únicos. Ahora mismo hay más de treinta empresas, algunas del Ibex, que acaban de culminar, han iniciado o están negociando ERES que suman varias decenas de miles de puestos de trabajo.
A Caixabank y BBVA se suma unos de los más voluminosos de los anunciados el año pasado, como el ERE de Banco Santander para 3.572 trabajadores o el de Sabadell, para 1.800 empleados. La banca suma ahora también el de Ibercaja que supone 750 salidas. Es decir que la banca hace pleno.
Recortazo en la gran distribución
Junto a los despidos colectivos de la banca destaca el proceso de reducción de plantilla iniciado hace solo unas semanas por El Corte Inglés, su primer ERE en sus ocho décadas de historia, lo que da una idea del momento que vivimos. El acuerdo de su directiva con los sindicatos implica la salida de 3.292 empleados, lo que supone un 3,7% de su plantilla, y la mitad de esas bajas se concentrarán en Andalucía, Canarias, Comunitat Valenciana y Murcia. Lo cierto es que, al cierre de esta edición, 4.312 empleados de El Corte Inglés se han adherido al ERE de forma voluntaria, lo que supera en más de un 20% el número de trabajadores que pretende recortar; a quienes se acepte su salida se les indemnizará con 33 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades, además de una prima.

No es la única cadena de distribución ajustándose a la era post Covid. H&M anunciaba también hace unos días el proceso para iniciar un ERE que afectará a un máximo de 1.100 de sus empleados en España, dentro de un proceso que implica la modificación de sus condiciones laborales en España y el cierre de 30 tiendas, que se sumarán a las 310 que H&M prevé cerrar en todo el mundo este año. La negociación con los sindicatos podría complicarse, teniendo en cuenta que CCOO ha calificado el proceso de desproporcionado porque afecta al 20% de su plantilla.
Cerca de esos 1.100 de la cadena sueca están los 1.000 del ajuste que Naturgy puso sobre la mesa a finales de marzo. La compañía energética planteó a los sindicatos a finales de marzo el inicio de un proceso de ajuste laboral para unos 1.000 empleos, que suponen el 18% de su plantilla en España. Naturgy, cuyos principales accionistas son Criteria Caixa, CVC y GIP, se encuentra inmersa en una opa parcial lanzada por el fondo australiano IFM para tomar hasta un 22,69% de su capital a 22,37 euros por acción, cuenta en España con una plantilla de 5.318 empleados.
En el sector del automóvil, la pasada semana la dirección de Ford Almussafes (Valencia) alcanzaba un acuerdo con UGT y CCOO sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) que supondrá la salida de entre 570 y 630 empleados de la fábrica, entre mayo y diciembre de este año, en el que se incluyen bajas incentivadas y prejubilaciones para trabajadores a partir de los 56 años, aunque los sindicatos han reclamado que se amplíe a los empleados con 55 años, y el periodo de las adhesiones voluntarias finalizará el 30 de junio.
H&M anunciaba hace unos días el proceso para iniciar un ERE que afectará a un máximo de 1.100 de sus empleados en España, dentro de un proceso que implica el cierre de 30 tiendas
Tampoco se libra el sector turístico. NH Hoteles ha llegado a un acuerdo con los trabajadores para acometer un ERE para 187 empleados de sus servicios centrales. Estos incluyen un plan de recolocación y la posibilidad de retorno si hubiera algún puesto vacante en el futuro. De esta manera, la cadena se convierte en la primera gran hotelera que pasa del ERTE al ERE en el sector.
En el textil, Adolfo Domínguez ha planteado un ERE para 280 personas, frente a los 300 barajados inicialmente. De ellos, 117, algo más del 40%, se circunscriben a empleados de la sede central del grupo, en San Cibrao das Viñas, en Ourense. En este emplazamiento está tanto la fábrica como las oficinas centrales, que sumarían unas 350 personas en la actualidad, según los cálculos sindicales.
La lista suma y sigue, desde la embotelladora de Colca Cola, con un ERE para 360 empleados, Bosh, TUI… Y los analistas temen que irá a más.
¿Del ERTE al ERE?
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha anunciado que va a convocar a los agentes sociales para el día 6 de mayo a fin de iniciar la negociación para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 31 de mayo. Díaz ha subrayado que los ERTE se prorrogarán de nuevo con la premisa de no hacer despidos. La ministra ha adelantado además que a día de hoy la cifra de trabajadores en ERTE alcanza los 650.000, de los que más de 200.000 son a tiempo parcial y los demás son ERTE de suspensión en sectores «muy tocados» por la crisis, como el turismo y su cadena de valor, la cultura y los transportes. Pero lo cierto es que sectores como la banca han pasado del ERTE al ERE y ella misma les ha afeado la conducta y se ha propuesto mediar. La ministra ha recordado que con la reforma laboral del PP se eliminó la necesidad de que un ERE contara con autorización administrativa, de forma que en ese sentido el Ministerio de Trabajo «no puede hacer nada», pero sí puede mediar. «Podemos mediar y eso es lo que haremos», ha dicho Díaz.