Nuria Díaz ■
La crisis energética que ha provocado la guerra de Rusia en Ucrania ha traído como consecuencia un terremoto geoestratégico y, entre otras cosas, la búsqueda por parte de toda Europa de nuevas fuentes de aprovisionamiento. España, cuyas relaciones con Argelia, nuestro proveedor principal de gas, no pasan por su mejor momento, está en ello. En apenas un mes, el presidente del Gobierno se ha reunido con el presidente de Nigeria y con el emir de Catar, para estrechar las relaciones diplomáticas y económicas, y en busca de inversiones, gas y petróleo.
La llegada del sexto paquete europeo de medidas contra la economía rusa y la decisión de reducir las importaciones petroleras del Kremlin en cerca de un 90% durante los próximos seis meses pone sobre la mesa, entre otras cuestiones, la necesidad de encontrar nuevos proveedores de petróleo y gas natural. Francia daba esta semana pasada sus primeros pasos “buscando alternativas a las importaciones de gas y diésel procedentes de Rusia”, decía el ministro de Economía, Finanzas y Recuperación francés, Bruno Le Maire. “Por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos pueden ser una solución, al menos temporalmente, para reemplazar el petróleo y el diésel rusos. Estas son unas discusiones que ya han comenzado con los Emiratos Árabes Unidos”, agregaba Le Maire en una entrevista para CNews y Europe1 Radio.
España y Catar han acordado elevar el nivel de sus relaciones bilaterales a la categoría de asociación estratégica, profundizando los lazos económicos y políticos entre ambos países
España le lleva algo de delantera. A finales de mayo, el actual Emir de Catar, el jeque Tamin Bin Hamad Al Thani, visitaba por primera vez oficialmente nuestro país desde 2013. Casi una década, asique el encuentro era significativo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le esperó al pie de la escalinata de La Moncloa y mantuvieron una reunión de la que luego salieron con una declaración institucional conjunta: España y Catar han acordado elevar el nivel de sus relaciones bilaterales a la categoría de asociación estratégica, profundizando los lazos económicos y políticos entre ambos países. Sánchez señalaba que, aunque las relaciones comerciales y de inversión ya eran importantes y han existido siempre intensos vínculos culturales y de amistad, “a partir de ahora se les otorga -con la nueva asociación estratégica- un significativo impulso, en consonancia con la visión muy cercana sobre el modo de afrontar los actuales retos globales que compartimos, como el multilateralismo o la apuesta por el cuidado del planeta, explorando el inmenso potencial de las energías renovables y la transición ecológica». En concreto, el emir de Qatar anunciaba que su país movilizará casi 5.000 millones de euros de inversión en España durante los próximos años.
España echó el resto. El emir no solo se reunió con el presidente del Gobierno sino también con el Rey Felipe VI, con varios empresarios, entre ellos con el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, (Qatar es el primer accionista de Iberdrola, con el 8,7% del capital, a través del fondo estatal Qatar Investment Authority) y hasta recibió dos condecoraciones: el collar de Isabel la Católica y la llave de oro de Madrid. El interés era mayúsculo. ¿La razón? Qatar cuenta con la tercera mayor reserva de gas natural licuado del mundo, en un momento en que la Unión Europea está buscando fuentes de suministro alternativas. Actualmente, Qatar es el quinto proveedor de gas natural de España, por detrás de Estados Unidos, Argelia, Nigeria y Egipto, con un 4,4% del total en abril, según datos de Enagás.
El GNL que llega de África
Apenas unos días después del despliegue de medios con Qatar, Sánchez recibía en La Moncloa al presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, en lo que supone la primera visita a España de un jefe de Estado de ese país en los últimos 17 años. Otro hito, aunque en esta ocasión el encuentro tuvo menos ‘pompa’. A la salida, confirmación de la voluntad de ambos países de reforzar los suministros de energía en un contexto de especial tensión en los mercados internacionales. En la declaración conjunta, España ha reconocido a Nigeria como uno de sus suministradores “más fiables” y Sánchez trasladaba a Buhari el interés de las empresas españolas por consolidar “un suministro estable sobre bases duraderas”. En este caso, el empresario clave era el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, que mantuvo un encuentro en Madrid con Buhari, en el marco de la visita institucional de la delegación nigeriana a España. Entre otros temas, en la reunión se abordaron la excelente relación comercial que une desde 1992 a Naturgy con Nigeria LNG, la principal compañía gasista del país, a través de varios contratos de suministro de GNL, y los históricos acuerdos que han convertido al país africano en uno de los cinco principales proveedores de gas para la compañía española.
España ha reconocido a Nigeria como uno de sus suministradores “más fiables” y ha trasladado a su presidente el interés empresarial por consolidar “un suministro estable”
El tercer acercamiento viene de un poco antes, y ha generado no pocos problemas al Gobierno (Ver Apoyo: Las relaciones con Argelia, cada vez más tensas). Se trata de Marruecos. El giro estratégico sobe el Sáhara ha suavizado las relaciones con este país, pero por el contrario las ha tensado, y parece que la crisis va a más, con Argelia. Algunas fuentes del sector creen que se trata de una maniobra geopolítica que indirectamente nos acerca a EEUU, buen amigo de Rabat, mientras que Argelia es más cercana a Rusia.
Y es que las relaciones con EEUU también están en la ecuación. Según datos de Enagás, en el primer trimestre del año las importaciones de gas natural procedentes de EEUU se han multiplicado casi por seis (+459,9%) en relación con el mismo periodo del ejercicio anterior, al pasar de 7.472 GWh en los tres primeros meses de 2021 a 41.839 GWh en el acumulado entre enero y marzo de este año. EEUU se mantiene así por tercer mes consecutivo como el principal suministrador de gas natural a España y el peso de las importaciones procedentes del país norteamericano supusieron el 36,9% del total en el acumulado trimestral. Las muchas variables del asunto energético.
Las relaciones con Argelia, cada vez más tensas
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado que el Gobierno está estudiando «el alcance» de la suspensión del tratado de amistad y cooperación anunciada por Argelia por el cambio de posición de España sobre el Sáhara Occidental y ha abogado por dar una respuesta «serena, constructiva y firme». Aun así, algunas fuentes señalan que Moncloa estudia si es posible denunciar a Argelia ante la Unión Europea por esta decisión, ya que creen que puede vulnerar el Acuerdo Euromediterráneo de 2005, que estableció un régimen de asociación preferente entre la Comunidad Europea y Argelia. Por lo pronto, al cierre de esta edición, Bruselas pedía a Argelia que reconsidere su decisión de congelar las relaciones con España. “Estamos extremadamente preocupados”, han afirmado los portavoces de la Comisión Europea sobre el anuncio de Argel, que repercute en los acuerdos comerciales del país magrebí con Bruselas, que tiene la competencia exclusiva en comercio con terceros países.
Y es que hay mucho en juego. No solo es un socio energético preferente también lo es para las exportaciones de bebidas, automóviles, o cerámica. Fuentes del sector señalan que pese al delicado punto en que se encuentran las relaciones, no peligra el suministro de gas, aunque quizá si el precio. Actualmente, Argelia vende a España el equivalente a algo menos del 30% del gas que consumimos y Naturgy está inmersa en un proceso de negociación de precios para el periodo de 2022 a 2024, con efectos retroactivos, pero los volúmenes no están en discusión.