Nuria Díaz
Las ‘puertas giratorias’ siguen engrasadas. El flujo de políticos que después de cesar en sus cargos pasan a formar parte de grandes empresas –un proceso que, aunque legal, siempre es polémico– es continuo, aunque, en honor a la verdad y seguramente por la mala prensa que soporta, ha ido a menos. El último fichaje ha sido el de la exvicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Emma Navarro, por Iberdrola. Con ella, la eléctrica que preside Ignacio Galán se convierte en una de las empresas españolas con más ex altos cargos en nómina, aunque comparte el dudoso podio con Enagás, con la mitad de su Consejo copado por antiguos ministros y secretarios de Estado; o REE, ‘tradicionalmente’ presidida por políticos del PP o del PSOE. Las energéticas no son las únicas empresas del Ibex que pescan en caladeros políticos, pero sí las que lo hacen con más frecuencia y en mayor medida.
“Llevábamos ya dos meses de 2021 sin un fichaje político. Tenía que llegar”, señala jocosamente una fuente del sector aludiendo al hecho de que, pese a la mala prensa que tienen, las empresas no renuncian a un buen apellido y su influencia en sus filas. Este tipo de fichajes está en retroceso, pero lejos de ser una práctica residual. Así, hace solo unos días, se conocía que Iberdrola había incorporado en enero al consejo de administración de su filial en España a la que fuera hasta octubre vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Emma Navarro, tan solo tres meses después de dejar su cargo.
Que el nombramiento es ‘delicado’ lo demuestra el hecho de que el grupo de Los Verdes del Parlamento Europeo haya exigido al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que haga público el análisis de su comisión interna de ética que autorizó el fichaje. El grupo recuerda, en particular, que la energética española firmó con el BEI dos acuerdos de financiación de 690 millones de euros en 2019, otro de 600 millones en 2020 y recientemente, en enero de este año, otro acuerdo por un valor de 100 millones de euros.
Iberdrola ha incorporado al Consejo de Administración de su filial en España a la que fuera hasta octubre vicepresidenta del BEI Emma Navarro, tan sólo tres meses después de dejar su cargo
Aún no hay respuesta, pero desde la compañía creen que se han cumplido escrupulosamente todos los pasos. La propia Navarro realizó una consulta al Comité de Ética y Cumplimiento del BEI para confirmar que su nombramiento no entrañaba ningún problema de incompatibilidad o conflicto de interés después de que Iberdrola recibiera varios informes de expertos independientes que confirmaron su no incompatibilidad con el cargo, así como su idoneidad para el mismo, añaden las fuentes consultadas.
Navarro, exsecretaria general del Tesoro con Mariano Rajoy, ex presidenta del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y antigua jefa de gabinete de Luis de Guindos en los primeros años del actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) como ministro de Economía, sigue el camino de los otros tres grandes fichajes y un cuarto ‘repescado’, que Iberdrola hizo el año pasado. Este último es el de Ángel Acebes tras su absolución en el caso Bankia para el consejo de la matriz del grupo. En septiembre de 2020, Neoenergía, la filial de Iberdrola en Brasil, nombró a la exministra de Agricultura del PP, Isabel García Tejerina miembro de su consejo de administración. De forma paralela, Fátima Báñez, ministra de Empleo con Mariano Rajoy y actual presidenta de la Fundación CEOE, fue nombrada consejera de Iberdrola México. Y en julio, contrató al ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán, que se incorporó al denominado International Advisory Panel que asesora a Galán. En 2019, Scottish Power, la compañía de Iberdrola en Reino Unido había nombrado consejero a Íñigo Fernández de Mesa, exsecretario de Estado de Economía.
Del PP y del PSOE
Si Iberdrola, a excepción hecha de Acebes, ficha para consejos de filiales, asesorías externas, etc, Enagás, otra de las compañías con más expolíticos en nómina, lo hace para su consejo de administración. De un solo click puede verse que, en un consejo de 15 miembros, ocho son ex altos cargos. Dos fichados también el año pasado. José Montilla, expresidente de la Generalitat y exministro de Industria socialista; José Blanco, exministro de Transportes, también socialista se incorporaron en mayo de 2020.
A ellos se suman Isabel Tocino, exministra de Medio Ambiente con el PP, y el secretario general de Alianza Popular, Antonio Hernández Mancha. Además, el consejero delegado, Marcelino Oreja Arburua, comisario europeo del PP y Ana Palacio, ex ministra de Exteriores con Aznar. De la política regional, se sientan en el consejo el exconseller de Hacienda balear Santiago Ferrer y la exviceconsejera de Hacienda del Gobierno canario Rosa Rodríguez.
En el caso de Red Eléctrica (REE), figuran en el consejo desde la propia presidenta, Beatriz Corredor, ex ministra de Vivienda con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hasta el consejero independiente y exdirector general de la Guardia Civil con Rajoy, Arsenio Fernández de Mesa. Otros no han durado tanto. La designación en marzo de 2012 como consejeros de Red Eléctrica Española de Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal, y de Alberto Nadal, ex secretario de Estado de la Energía y hermano del ex ministro de Energía, Álvaro Nadal, hizo saltar la polémica. En pocas horas se vieron obligados a renunciar al cargo.
Por REE han pasado Luis Atienza, Angeles Amador y Jordi Sevilla, entre otros.
El año pasado Enagás fichó a los socialistas José Montilla, expresidente de la Generalitat y exministro de Industria socialista, y a José Blanco, exministro de Transportes.
Endesa contrato en 2014 al ex presidente del Gobierno, Jose María Aznar, como asesor del consejo, también tuvo en nómina a Elena Salgado, vicepresidenta del Gobierno, a la que contrató como consejera de Enersis, su filial chilena, apenas un mes después de dejar sus funciones como ministra de Economía. Además, nombró a Pedro Solbes, el predecesor de Salgado, consejero de Enel en abril de 2011, dos años después de dejar la cartera de Economía.
Ahora, sigue sentado en el órgano de dirección Miquel Roca, que fue portavoz de CIU en el Congreso de los Diputados entre 1977 y 1995 y diputado durante todos esos años. En 2013 fue elegido miembro de la comisión ejecutiva de Endesa y, por cierto, también está en el consejo de ACS. Si Endesa tenía a Aznar, la antigua Gas Natural, hoy Naturgy, tenía a Felipe González. Pero lo cierto es que en su consejo actual no hay ningún expolítico. Tampoco en el de Repsol, a excepción de su consejero delegado, Josu Jon Imaz que fue consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco en 1999 y presidente de la Ejecutiva de EAJ-PNV.
La Telefónica de Álvarez-Pallete no es la de Alierta
En otros sectores las cosas han cambiado. La Telefónica de José María Álvarez-Pallete no es la de César Alierta, en la que se mantuvo, contra viento y marea a Rodrigo Rato, incluso cuando ya le salpicaban las tarjetas black, y se le dejaba caer en otras entidades en las que actuaba como asesor, como el Santander o Caixabank.
O al expresidente de la Generalitat valenciana y ministro del Gobierno Aznar, Eduardo Zaplana, enviado a Bruselas como delegado de la operadora ante las autoridades comunitarias, puesto que ocupó durante cuatro años (2008-2012). O a Iñaki Urdangarín. Su nombramiento como asesor del consejo de Telefónica Internacional estuvo durante años marcado por la polémica, sobre todo, desde el estallido del ‘caso Noos’.
En 2016 se fichó a la exministra de Exteriores, y de Sanidad y Consumo, Trinidad Jiménez como Directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos en Telefónica que, sí continúa, pero en un puesto que no puede equipararse al de consejero. “Trabaja más que nadie”, dice una fuente del sector.