Nuria Díaz
Estados Unidos aportó alrededor de 45.000 millones de euros sólo en el Ibex-35. Y el peso de este mercado en las cuentas anuales de las compañías españolas podría dispararse a medida que se vayan concretando los planes de inversión de la administración de Joe Biden, que supera los 550.000 millones de dólares en renovables, infraestructuras y telecomunicaciones. La lista de empresas con intereses al otro lado del Atlántico es muy larga, pasando por los bancos, las aseguradoras, o el comercio, pero Iberdrola, ACS, Ferrovial o Siemens Gamesa son la avanzadilla.
El presidente americano Joe Biden logró a principios de noviembre la aprobación ‘in extremis’ en el Congreso del mayor plan de infraestructuras de EEUU en 65 años, 555.000 millones de dólares de aquí a 2030, en carreteras, vías férreas, red eléctrica, acceso a banda ancha, y agua potable. Aunque el llamado el «New Deal del siglo XXI» peligra si no se logra su aprobación en el Senado en 2022, lo cierto que los expertos creen que de una u otra manera, antes o después, o más o menos descafeinado, pero en EEUU se avecina un millonario plan de inversiones.
Y las empresas españolas están dispuestas a ir a por todas. Que Iberdrola lo está y que está bien colocada lo demuestra el hecho de que fue la única empresa energética presente y la única española en la firma de la Ley de Infraestructuras de Biden. Además, la pasada semana, a través de su filial Avangrid, se adjudicaba en Massachusetts el suministro de energía eléctrica del futuro parque Commonwealth Wind, la tercera licitación eólica marina de Massachusetts.
En menos de dos décadas, la compañía presidida por Ignacio Galán se ha convertido en uno de los mayores grupos eléctricos del país, presente en 25 Estados y una de las tres mayores compañías de renovables, principalmente con sus nuevos proyectos en eólica
El proyecto de 1.232 megavatios, el mayor proyecto eólico marino de Nueva Inglaterra hasta la fecha, creará el equivalente a 11.000 puestos de trabajo a tiempo completo durante la vida del proyecto y generará energía suficiente para abastecer a 750.000 hogares.
Renovables
En menos de dos décadas, la compañía presidida por Ignacio Galán no solo ha conseguido cotizar en la bolsa de Nueva York, sino colocarse como uno de los mayores grupos eléctricos del país, presente en 25 estados y se ha situado como una de las tres mayores compañías de renovables del país, principalmente con sus nuevos proyectos en eólica. En EEUU invertirá más de 30.000 millones de dólares en el período 2020-2025 en redes de transporte y distribución y renovables, lo que le permitirá prácticamente duplicar su potencia renovable para 2025. La compañía es pionera en el desarrollo del mercado eólico marino estadounidense. Recientemente, ha comenzado a desarrollar Vineyard Wind One (800 MW), el primer parque eólico marino de gran tamaño en el país.
A través de su filial, Avangrid, es también propietaria del área de desarrollo Kitty Hawk (2.500 MW), en Carolina del Norte; ya ha iniciado el proceso de obtención de permisos BOEM para el proyecto Kitty Hawk North (800 MW), el primer proyecto que se desarrollará en esta zona y gestiona otros parques en una fase anterior de desarrollo.
Pese a todo, también ha tenido sus tropiezos. Apenas unos días antes de hacerse con el el suministro de energía eléctrica del futuro parque Commonwealth Wind, la compañía recibía un jarro de agua fría al tumbar el regulador de Nuevo México su gran operación para hacer un gigante energético en EEUU, y paralizar la compra a través de su filial Avangrid, de PNM Resources.
El sector de renovables es uno de los grandes beneficiados tras la victoria del demócrata Joe Biden, que ha hecho patente su apoyo al sector. De ahí que hace un año, Naturgy decidiera entrar en EEUU con la compra de una compañía de renovables especializada en energía solar y almacenamiento. La adquisición incluye una cartera de proyectos de energía solar de 8 GW y 4,6 GW de proyectos de almacenamiento de energía ubicados en nueve estados del país, de los que un total de 25 proyectos, que suman 3,2 GW solares y 2 GW de almacenamiento, podrían estar operativos antes de 2026. Naturgy señala que prevé inversiones por hasta 1.800 millones de dólares (unos 1.480 millones de euros) durante los próximos cinco años para disponer de una potencia operativa de 1,6GW en 2025, a la vez que mantiene la posibilidad de desarrollar el resto de los proyectos del vehículo adquirido hasta un total de 8GW de energía fotovoltaica hasta el año 2030.
El mercado estadounidense es también clave para Siemens Gamesa. Alrededor del 28% de su negocio procede del continente americano, donde también tiene actividad en México y Brasil. Pero es en EEUU donde cuenta con presencia comercial, fábricas y centro de ingeniería. El pasado ejercicio fue especialmente activo: logró un macropedido de Dominion Energy para un parque ‘offshore’ de 2,64 GW, capacidad similar al proyecto Coastal Virginia, que también cuenta como proveedor con Siemens Gamesa. En Texas, firmó la instalación de 65 aerogeneradores, entre otros proyectos.
Carreteras y ferrocarril
Junto con las renovables, las infraestructuras son las otras grandes beneficiadas de los planes de inversión de la administración Biden. Y destaca especialmente la presencia de ACS para la que EEUU representa casi el 50% de su cifra de negocio, y es el más importante, por delante de Australia y España, que representan cada una de ellas menos de un tercio del negocio que supone el país de la bandera de barras y estrellas. Los 15.746 millones de euros de 2020 de cifra de negocio en Estados Unidos supusieron un retroceso del 7% con respecto al ejercicio de 2019. No obstante, el peso de este mercado en la cartera de ACS pasó del 43,36% al mencionado 45%. El grupo que preside Florentino Pérez acaba de hacerse, junto a OHLA, en la zona de Washington con un proyecto ferroviario (tren ligero) valorado en cerca de 2.000 millones de euros. Este año ha ganado la remodelación de un tramo de la autopista I-10 en el entorno de Phoenix (Arizona), por 615 millones de dólares; la construcción del hospital Elisabeth East (126 camas) en Washington, por 375 millones de dólares; la reconstrucción de una de las pistas del aeropuerto Love Field de Dallas, obra presupuestada en 125 millones, y la entrada en el programa de aguas de San Diego (California) con la construcción de una estación de bombeo, por 110 millones de dólares. Y los contratos no dejan de llegar.
Tampoco a Ferrovial. En el país norteamericano la firma que preside Rafael del Pino ya cuenta con seis autopistas bajo gestión -algunas aún en fase de construcción- a través de modelos de Managed Lanes: LBJ, NTE, NTE 35W y NTE 3C, en Texas, I-66, en Virginia, e I-77, en Carolina del Norte. Tras quedarse a las puertas en el mayor proyecto de este tipo en marcha en el país, la I-495, en Maryland, y no pasar el corte por la SR-400, en Georgia, Ferrovial aspira a nuevos proyectos concesionales en Estados Unidos, tanto en el ámbito de las autopistas como en el ferroviario. El proyecto más relevante que tiene en el punto de mira es la rehabilitación y construcción, y la posterior explotación de los peajes, de nueve infraestructuras, compuestas por puentes y carreteras, en Pensilvania. El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, fue elegido como «empresario del año» por la Cámara de Comercio España-Estados Unidos, en la gala anual que esta institución celebra cada mes de diciembre en Nueva York.
Acciona ganó por su parte a finales de junio su primera gran concesión en EEUU. Se trata de la construcción y posterior explotación de un canal fluvial en las ciudades de Fargo y de Moorhead, entre los estados de Dakota del Norte y Minnesota, con un presupuesto de inversión de unos 2.340 millones de euros. Mientras, Sacyr se adjudicó la construcción de una carretera en Texas por 130 millones de euros.
En cuanto a los bancos, Santander se hizo hace unos días con el 20% que no controlaba en Santander Consumer USA por 2.100 millones. Este país es una de las grandes apuestas de la entidad presidida por Ana Botín, quien destacó recientemente que Estados Unidos es «el mejor» país de Santander en los últimos dos años. Con este movimiento, el grupo refuerza su apuesta por la región, donde BBVA ha dejado recientemente de prestar servicios de banca comercial tras la venta de su filial a PNC por unos 9.700 millones de euros.
Despiece
Fin de la batalla de los aranceles de la aceituna
Y además, las cosas mejora en el comercio. La batalla de los aranceles estadounidenses a la aceituna negra española ha llegado a su final definitivo, gracias a que EEUU ha decidido no apelar la decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que dictaminó que los derechos compensatorios impuestos por los EEUU sobre las importaciones de aceitunas negras procedentes de España durante la administración Trump, en 2018, eran ilegales. De haber apelado, el contencioso podría haber continuado e incluso se corría el riesgo de que cayera en un limbo legal, dado que la siguiente instancia en el mecanismo de disputas comerciales de la OMC, el Órgano de Apelación, no puede emitir decisiones desde 2019, a causa de la negativa de EEUU a aprobar nuevos jueces.