Nuria Díaz ■
El Gobierno completa las medidas energéticas que anunció el pasado mes de agosto, con un plan de 73 medidas, que van desde el ahorro en el alumbrado público hasta la movilización de 3.000 millones de euros adicionales en ampliar el bono social, nuevos descuentos para los hogares vulnerables y, novedad, para hogares con calderas comunitarias, entre otras. Un plan de contingencia ante el invierno que está a las puertas que deberá mandar, no tardando mucho, a Bruselas y que ha recibido el apoyo del sector, aunque no faltan voces que echan de menos más concreción respecto al cómo y el cuándo.
El Gobierno ha presentado el plan de contingencia que al igual que nuestros vecinos europeos trasladará a Bruselas. El documento, de 146 páginas y 73 medidas -algunas anunciadas ya con anterioridad, otras recién conocidas- está muy centrado en proteger a los hogares más vulnerables ante la inflación energética que ya se está produciendo y que solo puede empeorar de car al invierno. Rebautizado como “Plan +seguridad energética” prevé movilizar 3.000 millones adicionales a los Presupuestos para rebajar el impacto de la crisis en el 40% de los hogares.
La tercera medida, de hecho, muy reclamada, será la creación de una nueva tarifa regulada (TUR) para las comunidades de vecinos con calderas de gas natural, que limitará el incremento de precios hasta finales de 2023
Son muchas medidas, pero los expertos destacan especialmente tres. La primera, el refuerzo de los denominados bonos sociales —tanto el eléctrico como el térmico, a los que pueden acogerse las familias vulnerables. El Ejecutivo aumentará hasta el 65% y el 80% el descuento aplicado a los beneficiarios considerados vulnerables y vulnerables severos, respectivamente. Hasta ahora, era un 60% y un 70%, respectivamente. La cantidad de energía consumida con derecho a este descuento subirá, también, un 15%.
En segundo lugar, y con carácter temporal, además, se creará una nueva categoría de consumidores con derecho a un descuento del 40% en sus facturas de la luz para hogares con trabajadores de bajos ingresos. Esta nueva categoría beneficiará a otros 1,5 millones de familias, según cálculos del Gobierno.
La tercera medida, de hecho, muy reclamada, será la creación de una nueva tarifa regulada (TUR) para las comunidades de vecinos con calderas de gas natural, que limitará el incremento de precios hasta finales de 2023. A la TUR1, TUR2 y TUR3, las tres fórmulas existentes en función del consumo de cada hogar, se sumará una cuarta, específica para los consumidores con caldera doméstica que hasta ahora se quedaban fuera de este esquema por superar el umbral máximo: 50.000 kilovatios hora (KWh) al año. Se estima que esta medida permitirá a 1,7 millones de hogares (100.000 más de los que calculaba hasta ahora) reducir sustancialmente su factura, concretamente a menos de la mitad, según cálculos del Gobierno.
Ya está el qué, ahora falta el cómo
Los expertos han aplaudido la declaración de intenciones que supone el plan, pero echan en falta mayor concreción. Así la Fundación Renovables valora como urgente el cumplimiento del plan de contingencia energética, “no solo por la situación actual de crisis energética a nivel europeo sino por la necesaria apuesta por el consumo responsable”. “Sin embargo, señalan, tras analizar el texto se observa una escasa concreción y desarrollo de las nuevas medidas, dejando abiertos los plazos de aplicación. Además, se echa en falta la implementación de un marco normativo que permita su rápido e inmediato despliegue de muchas de sus medidas, las cuales en gran medida son peticiones históricas que no se han aplicado”.
Con carácter temporal, además, se creará una nueva categoría de consumidores con derecho a un descuento del 40% en sus facturas de la luz para hogares con trabajadores de bajos ingresos. Esta nueva categoría beneficiará a otros 1,5 millones de familias
En definitiva, lo que piden des de la Fundación Renovables es que estas medidas sean un punto de partida en el que seguir trabajando “con el objetivo de realizar un cambio hacia una nueva cultura basada en el ahorro, la eficiencia y las energías renovables e impulsar la transición energética, cuyo reflejo debe de ser la mejora ambiciosa del PNIEC el próximo año”.
El experto en el sector y director de Próxima energía, Jorge Morales de Labra, coindice en que hay falta de concreción. Es una declaración de intenciones, pero está lejos de determinar cómo se va a hacer. Es un compendio de medidas en las que aún se está trabajando. De todas formas, la más llamativa es la que afecta a los consumidores con calderas comunitarias porque más de un millón y medio de familias que ven que su factura de a calefacción se va a triplicar este invierno, que está ya aquí a las puertas, estaban esperando”.
Autoconsumo
Dentro del paquete de medidas también se plantea una ampliación del programa de ayudas para el autoconsumo, con 500 millones de euros adicionales. Se elevará el límite actual de 500 metros entre instalación de generación e instalación de consumo, de tal forma que se puedan incrementar las redes de autoconsumo colectivo y comunitario. Desde la Fundación Renovables se señala que “la supresión de los 500 metros ha sido una demanda histórica de la Fundación Renovables y, por tanto, es una satisfacción que la eliminación de estas trabas permita ahora desplegar el autoconsumo en zonas rurales, ciudades y polígonos industriales”.
Así mismo, este plan buscará acelerar la ejecución del PERTE sobre energías renovables e hidrógeno verde, ampliando la dotación a 4.500 millones de euros, además de la aprobación, en las próximas semanas, de un PERTE adicional para la descarbonización de la Industria española, responsable del 20% de las emisiones de CO2 del país y aglutinador del 11,3% del PIB.
Se elevará el límite actual de 500 metros entre instalación de generación e instalación de consumo, de tal forma que se puedan incrementar las redes de autoconsumo colectivo y comunitario
‘Dumping’ energético de Alemania y su fondo de 200.000 millones
Todos los países de la UE han ido también estos días explicando sus propios planes energéticos, pero, sin duda, el que ha llamado mas la atención ha sido el de Alemania. Berlín ha anunciado un fondo de, ni más ni menos que 200.000 millones de euros, que servirá para pagar una factura mensual de consumo energético de las familias y pequeñas empresas a través de una ayuda extraordinaria que llegará antes de diciembre. Además, las autoridades alemanas planean limitar los precios del gas a partir del mes de marzo. El Estado calcula que el pago a hogares y empresas tendrá un coste aproximado de 5.000 millones de euros.
Una medida que no ha gustado en Bruselas. “Mientras que Alemania puede permitirse pedir prestados 200.000 millones de euros en los mercados financieros, otros Estados miembros no pueden hacerlo”, criticó en redes sociales Thierry Breton, comisario de Mercado Interior.
Bruselas acusó a Berlín de jugar en solitario y alertó de los peligros de fragmentación que pueden provocar medidas nacionales de este tipo. El resto de los estados miembro también mostraron su malestar, ya que Alemania, mientras pone sobre la mesa estas ayudas, no defiende públicamente el tope europeo al gas y su postura está retrasando la adopción de medidas de emergencia.
Portugal, más alineado con España, inyectará 3.000 millones de euros en sus sistemas de electricidad y gas natural para frenar los precios de la energía que pagarán las empresas el año que viene mediante una combinación de gastos estatales y medidas reguladoras. El ministro de Medio Ambiente y Acción Climática, Duarte Cordeiro, dijo a la prensa que «se trata de la mayor intervención jamás realizada en los mercados energéticos» en el país ibérico y que debería ahorrar alrededor del 30% de las tarifas eléctricas estimadas para 2023 y entre el 23% y el 42% en el gas.