Nuria Díaz ■
Celsa, Isastur, Imasa, Vivanta, Blue Sea y Meeting Point han sido las últimas empresas que han recibido el visto bueno de la SEPI y recibirán una ayuda de 721 millones de euros. Con sus rescates se cierran dos años de actividad con más de 3.200 millones en ayudas concedidas a una treintena de empresas, con Celsa, Air Europa y Técnicas Reunidas como las de mayor importe. En total, suponen aproximadamente un 30% de los 10.000 millones con los que contaba este fondo que en gran medida se lo han llevado empresas del sector turístico, algunas como Plus Ultra, envueltas en la polémica. Otras, como Abengoa o Ezentis, pese a todos sus esfuerzos, se han quedado fuera.
Se acabó lo que se daba. El Consejo de Ministros de la semana pasada daba carpetazo a las ayudas del fondo de rescate, puesto en marcha por el Gobierno el 3 de julio de 2020 para dar apoyo a empresas estratégicas solventes y viables a las que la pandemia de la covid-19 hubiera puesto en una situación difícil. La última empresa en recibir el visto bueno ha sido Celsa, que con 550 millones de euros de ayuda se convierte en la de mayor importe concedida. Junto a la empresa catalana, el Gobierno ha autorizado otras cinco ayudas, de 40 millones de euros a Isastur, grupo de empresas especializadas en proyectos ‘llave en mano’, principalmente en el sector de la energía, y Vivanta, especializada en salud bucodental; 35 millones de euros para el grupo de ingeniería y construcción Imasa, y 31 y 25 millones para las hoteleras Meeting Point y Blue Sea, respectivamente. Con los 721 millones de euros de estas seis compañías, la cifra final concedida por el fondo de Rescate en dos años se eleva a 3.255 millones de euros en un total de 30 operaciones, el 50% de lo solicitado y menos del 30% de los fondos disponibles.
La última empresa en recibir el visto bueno ha sido Celsa, que con 550 millones de euros de ayuda se convierte en la de mayor importe concedida
La treintena de compañías beneficiarias de estos préstamos dan empleo a 61.924 personas y tuvieron una facturación conjunta en 2019, último año antes de la crisis sanitaria, de 20.248 millones de euros.
Ha habido de todo. Desde su creación, el fondo ha recibido un total de 73 solicitudes de rescate por un importe total de 5.392,7 millones: 37 de empresas del sector turístico (51%), 25 del sector industrial (34%) y 11 del sector servicios (15%).
La primera ayuda fue concedida el 3 de noviembre de 2020, la única aprobada durante el año de la irrupción de la pandemia, a la aerolínea Air Europa, perteneciente a Globalia, por un importe de 475 millones, el segundo más alto, después de, curiosamente la última, la de Celsa, que se ha convertido en el mayor rescate de la Sepi. Tras las ayudas de Celsa y Air Europa, la tercera más cuantiosa ha sido la de 300 millones de Ávoris, seguida de los 241 de Hotusa y los 200 millones de Volotea. Completan la lista los 112,8 millones, para Tubos Reunidos, y de 111 millones, para Air Nostrum; Duro Felguera (120 millones), Rugui Steel (25,03 millones), , Grupo Airtificial (34 millones), Grupo Serhs (34 millones), Reinosa Forgings & Castings (27 millones), Grupo Losán(35 millones), Grupo Soho Boutique Hoteles (30 millones), Grupo Abades (29,3 millones), Técnicas Reunidas (340 millones) y Grupo Wamos (85 millones); Eurodivisas (45 millones), Grupo Ferroatlántica (34,5 millones), Grupo Inversor Hesperia (GIHSA) (55 millones), Grupo Abba (30 millones), Grupo Julià (38 millones), Grupo Mediterránea (28 millones),Vicinay (32 millones) y Plus Ultra Líneas Aéreas (53 millones),
Precisamente el rescate de esta última estuvo envuelto en la polémica. El Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid mantiene abierta una investigación por la presunta comisión de delitos de malversación y prevaricación en la concesión de la financiación de la aerolínea venezolana. La denuncia fue presentada por el sindicato Manos Limpias, que sospecha que la aerolínea no cumple con los requisitos para acceder al fondo.
La cifra final otorgada por el fondo de rescate en dos años se eleva a 3.255 millones en un total de 30 operaciones, el 50% de lo solicitado y menos del 30% de los fondos disponibles
El 40% de las peticiones no han sido aceptadas
No todas las solicitudes recibidas por el fondo han sido resueltas favorablemente. Entre otras, por ejemplo, la de 52 millones de euros de Room Mate, que acaba de presentar concurso de acreedores, tras haberse visto fuertemente golpeado por la pandemia y por los litigios judiciales que mantiene la accionista Sandra Ortega con los bancos financiadores de la hotelera. También ha sido rechazada una ayuda de 70 millones solicitada por Ezentis, al no reunir «ciertos requisitos de elegibilidad que son precisos para el otorgamiento de fondos”. Pero sin duda, el caso de Abengoa es el más llamativo. La compañía presentó solicitud de rescate por 249 millones para cinco filiales de Abenewco 1 (la filial operativa de Abengoa) y pese a que si ha presentado la documentación adicional que se le ha pedido, se ha quedado fuera de las últimas autorizaciones anunciadas, aunque todo parece indicar que el tema no esta cerrado (ver apoyo).
Las empresas beneficiarias de los fondos de la Sepi deben acreditar, entre otras cosas, que no estaban en crisis antes de la pandemia, es decir, que su mala situación se debe al Covid y que no estaban ya en una situación delicada. También deben justificar que son empresas estratégicas para la economía española y presentar un plan de viabilidad que asegure la devolución de los préstamos recibidos.
No hay más prórrogas
La vigencia inicial del Fondo era hasta el 31 de diciembre de 2021 pero fue posteriormente ampliada en seis meses más, tras la prórroga aprobada por la Comisión Europea sobre las normas que permitían conceder ayudas estatales con motivo de la crisis sanitaria desatada en marzo de 2020. El pasado mes de mayo, el Ejecutivo solicitó una nueva extensión en el plazo ante la imposibilidad de responder a todas las solicitudes recibidas pero la comisión no se lo ha concedido.
No todas las solicitudes han sido resueltas favorablemente. Entre otras, por ejemplo, la de 52 millones de euros de Room Mate, que acaba de presentar concurso de acreedores
Abengoa pide el preconcurso para 24 de sus filiales
Abengoa lleva siete años sobreviviendo y confiaba en un rescate de la Sepi que al final no ha podido ser. El informe de la sociedad estatal concluye que la viabilidad del plan no queda demostrada y que no hay garantías de reembolso de la ayuda de 249 millones que se solicitaba. Asique, al cierre de esta edición y tras un consejo de administración extraordinario, la compañía ha puesto en marcha un Plan B y presentaba en el Juzgado Mercantil de Sevilla la solicitud de preconcurso para su filial operativa, Abenewco1, así como para otra treintena de filiales, en situación de insolvencia. Además de Abenewco1, se ha pedido el preconcurso para Abengoa Solar España, Abener Energía, Abengoa Operation and Maintenance, Instalaciones Inabensa, Abengoa Energía y Abengoa Agua, las seis filiales que habían pedido 249 millones de euros a la SEPI.
La deuda reconocida del grupo asciende a 4.800 millones de euros, aunque la SEPI ha puesto sobre la mesa que Abengoa tiene contingencias fiscales por 2.000 millones, 1.000 millones en pleitos judiciales y extrajudiciales, así como 600 millones en avales que podrían ser ejecutados.
La matriz del grupo, Abengoa S.A., presidida por Clemente Fernández, ya está en concurso desde 2021. Ella es propietaria de Abenewco2 y ésta de Abenewco2 bis. Esta última es la dueña de Abenewco1, la filial que concentra los activos y negocios de la compañía.
En el caso de Abegoa no falta quien ve también un trasfondo político. La empresa es estratégica para Andalucía, casi un símbolo. El anterior Gobierno de coalición PP-Ciudadanos de la Junta se negó a autorizar los 20 millones de euros a los que se comprometió para salvar el enésimo plan de viabilidad de la empresa, alegando que no tenía una base legal que le permitiera el encaje jurídico a esa transferencia de fondos. Al poco tiempo Abengoa entraba en concurso de acreedores y el Ejecutivo central ha acusado al andaluz de haber propiciado esa situación por no haber cumplido con su compromiso.