Nuria Díaz
El precio de la luz se ha convertido en uno de los principales problemas del Gobierno de Sánchez. Después de que 2021 cerrara con el MW por encima de los 300 MW/h y aunque el año ha iniciado 2022 con una caída de los precios por la bajada del gas, los expertos vaticinan que el recibo eléctrico no dejará de subir. Lo dicen los futuros. Por eso el Ejecutivo ha decidido prorrogar algunas de las medidas que puso en marcha para abaratar el recibo hasta, al menos, el próximo mes de abril. Y mientras, en Europa se abre un nuevo frente de batalla en la transición ecológica que ha dividido a los Veinticinco. ¿Son el gas y la nuclear energía verdes? El Gobierno español, por boca de su ministra del ramo, Teresa Ribera, opina que no.
El precio de la electricidad en el mercado mayorista ha iniciado 2022 con una caída del 15 % hasta situarse en 122,63 euros/MWh, lo que supone quedarse por debajo de los 200 euros/MWh. Tras este descenso, el segundo consecutivo, el precio de la luz fue en Año Nuevo un 38 % más bajo que el sábado anterior, día de Navidad, aunque sigue prácticamente triplicando el valor que marcó el pool hace justo un año (42,51 euros).
El mercado de futuros apunta a que el precio medio de 2022 podría ascender hasta los 223,50 euros MW/h, una cifra que duplica los niveles de un 2021 ya de por sí histórico
Pero, ¿se va a mantener esta tendencia a la baja?. “Para nada”, señala un experto. Desde julio del año pasado se llevan marcando récords de manera consecutiva, hasta 25, y todo apunta a que seguirá subiendo en 2022. Los mercados de futuros de la electricidad en España -en los que vendedores y compradores negocian compras de energía con plazos superiores a las 24 horas- así lo indican. Las compraventas de electricidad que se están cerrando para el primer trimestre de 2022 lo están haciendo por un precio de 318 euros el megavatio hora, una cifra todavía superior a los 248,6 del promedio del mes de diciembre. Además, los precios que se están negociando para el resto de 2022 e incluso para el primer trimestre de 2023 superan los 170, una cifra que sigue muy por encima de lo que venía siendo normal hasta este año. Los futuros apuntan a que el precio medio de 2022 podría ascender hasta los 223,50 euros/Mwh, una cifra que duplica los niveles de un 2021 ya de por sí histórico.
El Gobierno, que ha empezado a asumir que la tensión al alza que están sufriendo los precios de la electricidad, en España y en el resto de Europa, puede durar meses, se prepara para abordar nuevas medidas de choque en el sector eléctrico «para proteger a los más vulnerables». Por el momento, el Gobierno va a prorrogar la bajada de los impuestos que afectan a la factura eléctrica durante el primer cuatrimestre de 2022. «Vamos a prorrogar la bajada de los impuestos que acompañaban la factura de la luz durante el primer cuatrimestre del año que viene», ha confirmado la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero. Hasta ahora, el paquete de rebajas fiscales aprobado por el Gobierno contempla la bajada del 21 % al 10 % del IVA, la suspensión del impuesto de generación al 7 % que pagan las empresas, y la rebaja del impuesto especial eléctrico del 5,11 % al 0,5 %, mínimo legal. Todas ellas tenían previsto finalizar el pasado 31 de diciembre.
Por su parte, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha insistido en que se pagará menos que en 2018 por la luz. En concreto ha reiterado que “la inmensa mayoría de los hogares» pagará este año menos factura de luz que en 2018, «algunos lo mismo y otros más».
Visto que los precios no van a dejar de subir, el Gobierno va a prorrogar la bajada de los impuestos que afectan a la factura eléctrica durante el primer cuatrimestre de 2022
Con estas palabras se sumaba a las que unos días antes pronunciaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que, pese a todo, ha dado por cumplido su compromiso de un recibo de la luz en promedio de los españoles para este año en línea con el de 2018, una vez descontado el IPC, debido «al esfuerzo justo y lógico» del Ejecutivo «para amortiguar» el alza registrada en el precio de la electricidad. En su comparecencia ante los medios de comunicación para presentar el informe de rendición de cuentas del Gobierno correspondiente a 2021, Sánchez defendió el «esfuerzo» realizado por el Ejecutivo para contener un coste de la energía que prácticamente se ha duplicado a través de la reducción de impuestos y de los costes fijos del recibo de la luz, que han representado una merma en la recaudación de unos 4.000 millones de euros en la segunda mitad del año y supondrán otros 2.000 millones de euros en los próximos cuatro meses de 2022, en los que se ampliará gran parte de la batería de medidas.
Bruselas da un respiro a la nuclear con la ‘etiqueta verde’
La Comisión Europea quiere etiquetar como ‘verdes’ el gas natural y la energía nuclear (descarbonizada) en términos de inversiones. Según el documento al que ha tenido acceso el diario Financial Times, la idea es que la medida afecte a las centrales que estén ya en marcha y a aquellas que se construyan hasta el año 2045. En el caso de la generación con gas, el etiquetado verde sería hasta al menos 2030. con esta calificación se podrían obtener licencias de construcción hasta 2030, siempre que exista un plan para cambiar a energía renovable o de bajas emisiones antes de finales de 2035. El movimiento de Bruselas, que según el diario británico se produjo el mismo 31 de diciembre, coincide con los planes de cierre de nucleares impulsados por algunos países como Alemania, que pretende poner fin a toda su producción antes de que termine este año y en el último día de 2021 ha clausurado tres de sus seis centrales. La idea, que lleva debatiéndose desde hace meses en Bruselas, es fijar los criterios que permitan clasificar como sostenible la inversión en este tipo de energías -similar a lo que ya ocurre con la eólica o la solar- con el objetivo de que puedan financiarse y contribuir a reducir los gases de efecto invernadero. Sin embargo, su simple debate ha generado una fuerte división entre los Estados miembro. En España, por ejemplo. En respuesta a este borrador de taxonomía verde, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha recalcado que «independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles”. La ministra ha advertido de que «no tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética del conjunto de la UE».
Todas a por el hidrógeno
A nivel de estrategias empresariales está claro cuál es la que manda: liderar el mercado del hidrógeno. La carrera ha comenzado. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico anunció hace unos días que lanzará en breve a audiencia e información pública dos programas de ayudas para el impulso del hidrógeno renovable, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), diseñado por el Gobierno para la movilización de los fondos europeos ‘Next Generation. Iberdrola, Endesa, Naturgy o Repsol prevén más de 15.000 millones de inversión en proyectos relacionados con este nuevo combustible y aspiran además a captar parte de los 1.500 millones de fondos públicos que el Gobierno quiere destinar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los planes de España son ambiciosos. La propia secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen ha señalado que “con estos nuevos programas España quiere que la cadena de valor del hidrógeno renovable se quede en nuestro país”. Según la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde aprobada por el Gobierno, el objetivo a 2030 es instalar 4 GW de potencia instalada de electrolizadores a través de fuentes de energías renovables, lo que representa un 10% del objetivo marcado por la Comisión Europea para el conjunto de la UE. La inversión necesaria para llevar a cabo este plan asciende a unos 8.900 millones de euros, si se tiene en cuenta también las instalaciones de renovables asociadas a los electrolizadores.