Nuria Díaz
La gran banca española ha redoblado su apuesta por la financiación verde y se calcula que a cierre de 2021 habría más que duplicado las cifras destinadas a este concepto superando los 100.000 millones de euros. El Santander duplicó los recursos destinados a proyectos verdes para impulsar la transición hacia una nueva economía más sostenible, con unos 32.300 millones de euros, una cifra algo inferior a la canalizada por BBVA, que superó los 35.000, un 72% más y algo superior a la de CaixaBank que con unos 31.000, superaba en un 150% la inversión de un año antes y a los que se suma los más de 10.000 del Sabadell. Pero, además, mientras compiten por ser los nuevos proveedores de productos sostenibles, están mandando datos al BCE sobre su resistencia ante los posibles efectos financieros adversos del cambio climático, para aprobar unos test de estrés climáticos, cuyos resultados podrían conocerse en un par de meses.
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha reivindicado en varios foros el papel de los bancos ante los principales retos en la transición hacia una economía sostenible. “El reto no es solo financiar lo que ya es verde, sino hacer verde el resto de la economía” ha llegado a decir.
Así, y aunque la estrategia viene de lejos, el ritmo se ha acelerado en los últimos meses. La entidad duplicó el año pasado los recursos destinados a proyectos verdes para impulsar la transición hacia una nueva economía más sostenible: 32.300 millones de euros, frente a los 18.000 millones de 2020. Además, en tres años, ha movilizado 65.700 millones, a medio camino de alcanzar el objetivo de financiación de 120.000 millones de euros, un objetivo marcado por la entidad para 2025.
En el último año, BBVA ha acelerado su Compromiso 2025 de financiación sostenible, gracias al refuerzo de la oferta de producto en los segmentos mayorista y minorista. Si en 2020 el incremento respecto a 2019 fue de un 13%, en 2021 el crecimiento interanual ha sido de un 72%
Esta financiación verde se ha destinado a proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes, financiaciones de capital, asesoramiento, estructuración y otros productos. En 2021 la entidad ayudó a financiar o asesorar proyectos ‘greenfield’ de energías renovables con una capacidad total instalada de 13,604 MW, evitando la emisión de 251 millones de toneladas de CO2. Por ejemplo, en el proyecto de desarrollo del Parque Eólico del Escudo ubicado en Cantabria. El Parque Eólico del Escudo, de 105MW, será el proyecto de energías renovables más importante de Cantabria cuya tramitación se espera que finalice este año.
Por su parte, y según las cifras que ofrece, el BBVA, que movilizó 35.000 millones en financiación verde en 2021, un 72% más, los préstamos a clientes mayoristas, empresas y particulares representan un 71,6% (61.400 millones de euros) de los 86.000 canalizados en financiación sostenible entre 2018 y 2021. Los 86.000 se han destinado a los dos ejes que guían el compromiso y el propósito de BBVA en el ámbito de la sostenibilidad: el 80% a acción climática (68.227 millones de euros) y el 20% a crecimiento inclusivo (17.590 millones de euros). Esta cantidad incluye préstamos, ‘project finance’, bonos intermediados y fondos de inversión socialmente responsables.
Dentro de acción climática, la mayoría de la canalización (el 82%) se ha destinado a ayudar a las empresas en su transición hacia modelos productivos más sostenibles. BBVA les ha asesorado, en función de la estructura del cliente (préstamos o bonos), combinando conocimiento y experiencia financiera y de sostenibilidad.
Por lo que respecta a CaixaBank, ha movilizado 31.375 millones de euros en financiación sostenible en 2021. Esta cifra, procedente tanto de préstamos como de bonos sostenibles, supone un 150,8% más que el año anterior. En el apartado de préstamos sostenibles, ha cerrado 105 operaciones en 2021, por valor de 11.595 millones de euros. Esta cifra representa un 131% más que la conseguida en 2020 y supone un nuevo un récord para el banco en esta área de actividad.
CaixaBank ha movilizado 31.375 millones de euros en financiación sostenible en 2021. Esta cifra, procedente tanto de préstamos como de bonos sostenibles, supone un 150,8% más que el año anterior
En su última junta de accionistas, y como complemento a su plan estratégico, Sabadell hizo público el informe “Compromiso Sostenible”, una hoja de ruta con metas concretas que integra su visión a futuro para 2025-2050 en materia ESG (siglas en inglés de medioambiental, social y gobierno corporativo). En el documento, la entidad se compromete a movilizar 65.000 millones de euros en productos y servicios financieros de forma acumulada en soluciones de finanzas sostenibles entre 2021 y 2025. Esto supone que, en los próximos cuatro ejercicios, y teniendo en cuenta que en 2021 ya puso en circulación 11.000 millones, movilizará alrededor de 54.000 millones.
¿Están los bancos preparados para los riesgos que supone el cambio climático?: el BCE lo dirá en julio
Mientras compiten por ser líderes en financiación verde, un segmento de negocio que les está dando muchas alegrías, también tienen que ocuparse de algunas preocupaciones. Y es que, este año, tocan test de stres climáticos, liderados por el SSM (Single Supervisory Mechanism) y que son un examen obligatorio que valorará aspectos como la gobernanza interna y la gestión del riesgo climático, la sensibilidad de los ingresos a empresas emisoras de gases de efecto invernadero o intensivas en carbono y su impacto sobre las carteras crediticias. El BCE ya ha trasladado a las entidades la fórmula que utilizará para realizar este ejercicio y deben ser los propios bancos los que se encarguen de cumplimentarlo utilizando la información de sus balances, aunque la publicación de los datos se realizará de manera agregada el próximo mes de julio. Y según confirman, ya están en ello.
CaixaBank, por ejemplo, nos explica que está adherida a la TCFD, que fomenta la divulgación de los riesgos asociados al cambio climático. La métrica principal se basa en la exposición en activos ligados a los sectores de energía y suministros, excluyendo agua y energías renovables. En 2018, 2019 y 2020 representó en torno al 2% del total de la cartera de instrumentos financieros. La exposición a los sectores intensivos en CO2 representa en 2021 en torno al 2% del total de la cartera tras la incorporación de los activos provenientes de la cartera de Bankia posterior a la fusión. Adicionalmente, se están desarrollando métricas de gestión complementarias y se ha profundizado en el análisis de escenarios de riesgo climático de transición.
“El test de estrés climático es un reto formidable para la banca y para las autoridades, es la primera vez que se aborda este ejercicio”, señalan por su parte desde BBVA, que también puntualiza que “los propios reguladores han afirmado que será un ejercicio de aprendizaje, donde todas las entidades aportaremos ideas sobre la mejor manera de realizar esta prueba. Todos los bancos españoles estamos volcados en aportar nuestras ideas, que entendemos nutrirán la metodología e indicaciones del BCE en próximos ejercicios. Por ejemplo, en el tratamiento de las exposiciones fuera de Europa, las indicaciones del BCE son mucho más escasas, y ahí los bancos españoles estamos trabajando activamente”. “En BBVA, señalan, hemos reforzado nuestro compromiso con el medioambiente publicando, por tercer año, el informe del Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras sobre el Clima (TCFD, en sus siglas en inglés). Se trata de un informe que muestra la actividad de BBVA en materia medioambiental y que incorpora información relativa a los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático. BBVA está alineado con las recomendaciones de diferentes organismos internacionales en materia de ‘reporting’ e información no financiera. El estándar TCFD, promovido por el Consejo de Estabilidad Financiera desde 2015, recomienda a las entidades que definan el nivel de resistencia de sus estrategias frente a los riesgos (físicos y de transición), así como las oportunidades relacionadas con el clima.
Desde el Santander, que también hace hincapié en que este año esta es una prueba de aprendizaje, se señala que gran parte de los avances obtenidos durante el año en materia de riesgo climático y medioambiental han sido publicados en sus reportes externos, como el 2021 climate finance report (informe que describe el posicionamiento y la estrategia de Santander en materia de cambio climático) y el presente informe anual 2021. Otras líneas de trabajo abiertas que están estrechamente relacionadas con la divulgación externa serían la elegibilidad del Green Asset Ratio (GAR), los requisitos de trasparencia de la Sustainable Finance Disclosure Regulation (SFRD) y los requisitos de divulgación del Pilar III de la ABE sobre clima. “A nivel interno, cabe destacar que la información relativa al riesgo climático y medioambiental tiene cada vez un papel más relevante para la alta dirección del Grupo, lo cual certifica el creciente interés y escrutinio en esta materia”, concluyen.