Nuria Díaz ■
A la banca en general le va bien, pero al Sabadell, en particular, más que bien. Los analistas lo achacan en parte a los vientos de cola que suponen los tipos de interés al alza, pero no dejan de reconocer que la gestión del nuevo equipo, con César González-Bueno al frente, ha logrado en estos dos años darle la vuelta a la entidad hasta duplicar los resultados, triplicar la cotización, empezar a recoger los frutos de su aventura británica y dejar de ser el eterno novio en busca de una boda.
Hace unos días, el banco Sabadell publicaba sus resultados del tercer trimestre y, superando las predicciones de algunas casas de análisis pese a que venía disparando sus cifras desde hace meses, duplicaba el beneficio entre enero y septiembre hasta los 709 millones de euros, un 92% más. Y así todas las ratios. Los ingresos del negocio bancario alcanzan los 3.840 millones, un 5,7% más en términos interanuales; los ingresos por comisiones netas ascienden a 1.118 millones, lo que representa un crecimiento del 4,5% interanual. El margen recurrente de la entidad aumenta un 21,1%. Y en lo que respecta a la actividad comercial, la producción hipotecaria en España ha alcanzado en el tercer trimestre los 1.472 millones, un 7% más. Además, el nuevo crédito al consumo aumenta un 18% interanual hasta 439 millones. El banco destaca especialmente la nueva producción de tarjetas y de TPV, ya que ha logrado un récord histórico: la facturación de tarjetas crece un 17% interanual, hasta 5.826 millones y la facturación de TPV un 33% hasta 13.604 millones.
Ahora, nadie quiere ni oír hablar de fusiones y la franquicia británica va que pita. TSB ha pasado de dar números rojos a aportar más de 93 millones de euros a los 709 millones ganados hasta septiembre por Banco Sabadell
Además, la entidad catalana ha logrado una ratio de rentabilidad RoTE del 8%, muy por encima del objetivo del plan estratégico. En un primer momento, Sabadell se propuso cerrar el ejercicio 2023 con una rentabilidad del 6%. Dados los buenos resultados y la aceleración del negocio, el banco decidió adelantar un año, ese objetivo y de mantener el ritmo actual lo superaría con creces. También ha mejorado la eficiencia desde el 56,5% de hace un año al 45,8% actual gracias a una reducción de costes (-15,2% en el año) pese a la inflación, apoyado por los planes de reestructuración de la red de oficinas y el ERE llevado a cabo el año pasado.
Por su parte, la ratio de morosidad continúo con su tendencia a la baja y se situó en el 3,40%, lo que supone 19 puntos básicos menos que en septiembre del año pasado.
La analista financiera de Renta 4, Nuria Álvarez señala que “principalmente la recuperación de sus resultados ha venido apoyada por la mejora del margen de intereses por crecimiento de volumen y subida de tipos, la buena evolución de TSB, la caída de los gastos de explotación derivado del plan de eficiencia (este año se están materializando los ahorros de costes) y un coste de riesgo controlado que en el tercer trimestre se ha situado en la parte baja del rango objetivo”.
Por su parte Darío Garcia, analista de banca de Xtb, señala también la buena marcha de la filial británica como una de las tres razones diferenciales de la buena marcha del Sabadell. Las otras dos son que, exceptuando su filial británica, que supone un 25% de los ingresos, el resto es banca domestica y le va muy bien. Y la tercera razón es el precio. “Sabadell, en ciertos momentos, de este último año, explica, ha llegado a ser la entidad que más se revalorizaba de todo el Ibex 35”.
La aventura británica empieza a dar frutos
¿Quién es el artífice de este cambio cuando hace apenas un par de años, el banco andaba enfrascado en hacer cuentas para encontrar una operación que levantara sus números? “Desde luego a César González-Bueno se le contrató para eso”, señala una fuente del sector. “Para darle la vuelta al banco y que pudiera seguir en solitario”. En diciembre hará dos años que se sentó en el despacho de CEO, justo cuando se dieron por finiquitadas las fracasadas conversaciones con el BBVA y en medio de un gran debate interno sobre qué hacer con la franquicia británica, porque no daba más que quebraderos de cabeza.
Ahora, nadie quiere ni oír hablar de fusiones y la franquicia británica va que pita. Atendiendo a los últimos resultados presentados, TSB ha pasado de dar números rojos a aportar más de 93 millones de euros a los 709 millones ganados hasta septiembre por Banco Sabadell. Una mejora del 13,5% con respecto a los resultados presentados en el mismo periodo el año anterior. Es decir, TSB supone más del 13% de los ingresos de la compañía catalana.
El banco parece haber recuperado la confianza de los inversores. Las acciones de Banco Sabadell se anotan una revalorización del 2,84 por ciento en el mes de septiembre y desde que arrancó el año, los títulos avanzan un 16%.
Precisamente, paradojas de la vida, lo que ahora es el factor que impulsa sus beneficios, TSB, sigue siendo también la debilidad que los analistas siguen señalando pese a todo. Y es que las incertidumbres en el mercado británico, últimamente sometido a todo tipo de terremotos políticos, no cesan. “La devaluación de la libra, señala Dario Garcia de XTB, le puede jugar una mala pasada al hacer la consolidación en euros”. Es el temido efecto divis
Pero, por el momento, el banco parece haber recuperado la confianza de los inversores. Las acciones de Banco Sabadell se anotan una revalorización del 2,84 por ciento en el mes de septiembre y desde que arrancó el año, los títulos avanzan un 16%. Su capitalización bursátil roza los 4.700 millones de euros. Su valor, además, ya es casi el doble que los 2.5000 millones que BBVA ofreció cuando hablaban de absorción.
Un experto en transformaciones estratégicas
César González-Bueno aterrizó en Sabadell en diciembre de 2020 y no era un desconocido en el sector ni mucho menos. Ex Mckinsey y BBVA, su trayectoria como banquero está claramente marcada por su paso por ING, ya que fue fundador del banco naranja en España, y en segundo lugar por ser el reestructurador de Novagalicia (hoy Abanca), donde dejó también una profunda huella. Le fichó el presidente, José María Castellano, ex de Inditex y de Ono, con el reto de liderar la fusión de las cajas gallegas y su posterior privatización. Inteligente, trabajador, muy techie, con buena reputación en el sector y preocupado a la vez por los temas de reputación y con buenas conexiones. Fuentes del sector le reconocen visión para los planes estratégicos- el actual del Sabadell es obra suya y además no deja de adelantarse a sus propias previsiones- pero también señalan que no hay que olvidar que, en gran medida, la reestructuración ha venido dada por la vieja receta de siempre: despidos y cierres de oficinas. En cualquier caso, se ha ganado el favor del mercado y le benefician los vientos de cola del BCE.
Oliu, el banquero senior
De la vieja guardia, sólo quedan él e Isidro Fainé. Dos banqueros catalanes a prueba de bombas. Y de años. Con 73 años el banquero que dicen que no quería ser banquero, lleva más de 23 años al frente de la entidad y como ahora ha dejado las funciones ejecutivas, aunque quienes le conocen aseguran que sigue teniendo mucho que decir, no tiene prisa por dejar el asiento. Tuvo buen ojo con González-Bueno y aseguran que le deja hacer. Oliu, que cobró en el último año como presidente ejecutivo, en 2021, 1,7 millones de sueldo y 7,4 de remuneraciones de su plan de pensiones, acaba de incrementar su paquete de acciones con la compra de un millón de acciones de la entidad a 0,78 euros por título, lo que supone una inversión total de 780.000 euros, según la notificación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Tras esta compra cuenta con un total de 6,9 millones de acciones del banco, lo que supone una participación del 0,11% del capital de la entidad.