Nuria Díaz ■
Una de las grandes promesas de la transición energética, el coche eléctrico, está en horas bajas. Y es que justo cuando parecía que iba a comenzar su acelerón, los problemas de suministro por la guerra de Ucrania, el precio de la luz y por tanto de su recarga, y la llegada de competidores que amenazan con adelantarle por la derecha, como el hidrógeno, lo ponen en riesgo. Las principales patronales del sector creen que las ayudas del PERTE no son suficientes, y además reclaman al Gobierno bajadas de IVA y deducciones de IRPF que levanten unas ventas que no acaban de tirar y que están muy lejos de las que se registran en algunos de los mercados de nuestro entorno.
A la crisis de la falta de semiconductores, le siguió la crisis del litio, que continúa y es fundamental para las baterías del coche eléctrico, y ahora, además, la crisis energética provocada por la guerra de Rusia en Ucrania que amenaza no solo con precios astronómicos de la energía, sino también con futuros problemas de abastecimiento. Europa ya regula sobre el ahorro en los kilowatios que, sin duda ninguna explica una fuente del sector, afectará a la carga de estos automóviles. De hecho, algunos países acaban de apostar por recortar las horas en las que puede ‘enchufarse’ el automóvil. La operadora eléctrica francesa RTE ha presentado ‘Perspectivas para el sistema eléctrico para el otoño- invierno 2022-2023’, un documento de 100 páginas con recomendaciones y peticiones para “capear” los picos de demanda de energía que se prevén para los próximos meses. Entre ellos hay claras referencias a los coches que se recargan conectándose a la red: “El uso de los enchufes de recarga eléctrica existentes en los garajes de los inmuebles podría quedar restringido a una utilización de emergencia entre las 8:00 y las 13:00 horas, así como entre las 18:00 y las 20:00 horas”, apunta el texto. En España, no hay noticias por el momento de que el Gobierno se plantee una medida similar.
Faltan puntos de recarga
Pero, en cualquier caso, los expertos señalan que, en España, antes de pensar medidas como las de Francia, el primer problema es que lo que faltan son puntos de recarga. Según el último Barómetro de la Electromovilidad realizado por Anfac, España solo tiene 103 puntos de carga de entre 150 y 250 kW en espacios interurbanos. En toda Galicia y Aragón hay uno disponible, en Castilla y León, dos, y para todo Andalucía, apenas seis. “El coche es caro y hay pocos puntos de recarga, asique la demanda no acaba de despegar”, señala una fuente. Según los últimos datos publicados por la patronal de fabricantes, ANFAC, hasta el mes de septiembre se han matriculado un total de 55.469 turismos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables). En este sentido el director general de ANFAC, Jose López Tafall, ha alertado de que “esta cifra no hace más que demostrar que a pesar de contar con una amplia oferta por parte de las marcas, la demanda no se sitúa al mismo nivel. Hasta el mes de septiembre se tendría que haber matriculado 90.000 unidades para lograr alcanzar el hito de 120.000 unidades marcado para este año y logar así alcanzar los objetivos de reducción de emisiones en 2030 estipulados en el PNIEC. Es necesario acelerar el ritmo y para ello es necesario establecer un contexto favorable en torno al vehículo electrificado”.
Europa ya regula sobre el ahorro en los kilowatios que, sin duda ninguna, explica una fuente del sector, afectará a la carga de estos automóviles. De hecho, algunos países acaban de apostar por recortar las horas en las que puede ‘enchufarse’ el automóvil
Desde Faconauto nos explican a El Nuevo Lunes que el mercado de eléctricos avanza, “pero no a la velocidad a la que las administraciones nos marcan y la que nosotros también queremos. La realidad es que un gran porcentaje de familias no pueden permitirse un vehículo eléctrico. No podemos hacer una transición que no tenga en cuenta la realidad de la sociedad española y, sobre todo, nuestra renta per capita. “Pero hay otro factor determinante”, señala ahondando en lo que también argumentan desde ANFAC, “y es que España está a la cola de Europa en lo que respecta a la instalación de puntos de recarga de acceso público. Hace unos días, proponíamos en la Subcomisión de Infraestructuras de Puntos de Recarga Eléctrica y de Hidrógeno en el Congreso de los Diputados aplicar deducciones fiscales para impulsar el vehículo eléctrico y los puntos de recarga. Además, pensamos que se esencial ordenar la normativa, muy dispersa, simplificar el proceso para instalar esos puntos de recarga o desarrollar tecnologías comunes que permitan el acceso al servicio de recarga del vehículo eléctrico a través de una misma interfaz, independientemente del suministrador u operador, evitando que el consumidor deba disponer de diferentes aplicaciones en su móvil”.
Fiscalidad favorable
La patronal Anfac también cree que el sector necesita inventivos fiscales. Durante su intervención en la susodicha comisión, celebrada hace solo unos días, López Tafall, ha resaltado la necesidad de acelerar la electrificación de la movilidad en España. Para ello, ha presentado el Plan 1+12 elaborado por la asociación a los diputados de la subcomisión. Este plan recoge un conjunto de medidas urgentes con carácter fiscal, de impulso de infraestructura de recarga y de mejora de los planes de ayuda para incrementar el ritmo de desarrollo de puntos de recarga rápida de acceso público y de acceso al vehículo electrificado. López-Tafall ha destacado que para lograr alcanzar los objetivos necesarios de puntos de recarga “hay que definir unos objetivos calendarizados por años y potencias para el despliegue de infraestructura de recarga de acceso público que establezcan un marco común tanto en el ámbito público como privado.
Actualmente, España dispone de una red con 15.772 puntos de recarga que dista mucho del objetivo para este año de 45.000 puntos de recarga
Si sólo tenemos el objetivo a 2030 o 2035 y no tenemos el de 2023 o 2024 no sabemos si vamos bien, mal o regular”. Actualmente, España dispone de una red con 15.772 puntos de recarga que dista mucho del objetivo para este año de 45.000 puntos de recarga. De igual manera, ha señalado que hay que mejorar la eficiencia de los actuales de planes de ayuda, Plan MOVES III, “estamos en un momento en el que el vehículo electrificado está en un proceso de maduración y hay que lograr que sea cada vez más accesible para los usuarios. Es importante que se agilice su proceso de tramitación y que las ayudas sean directas sin necesidad de tributarlas en el IRPF, como ya se hacen en otros países como Alemania”. Del mismo modo y no menos importante, desde ANFAC se urge al Gobierno que incluya favorecer la aceleración en el mercado del vehículo electrificado en su próximo paquete de medidas fiscales. “No pedimos medidas imposibles, sino simplemente cosas como las que están haciendo otros países vecinos. Por ejemplo, Portugal tiene una cuota de electrificados del 20% y en España no llegamos al 10%”.
11.855 millones para el PERTE, a punto
Aunque todavía hay flecos por resolver respecto a cuantos proyectos se quedaran finalmente con ayudas tras ampliarse el plazo para reforzar la concurrencia competitiva, una resolución que se espera en cualquier momento, desde el ministerio de Industria sacan pecho por lo que supone el Perte del vehículo Eléctrico. Solicitudes de 13 proyectos tractores por valor de 5.927 millones euros de inversión subvencionable conformados por 487 proyectos primarios que involucran a 327 empresas. La inversión total movilizada es de 11.855 millones euros. La ministra Reyes Maroto señalaba hace solo unos días que todos los grandes fabricantes de coches con presencia en nuestro país están en alguno de los proyectos presentados lo que demuestra el interés de las grandes marcas automovilistas por España. En principio tres proyectos que quedaron fuera del reparto de agosto esperan que en los próximos días haya alguna novedad: los liderados por Stellantis para Madrid y Galicia, el de Rieju (motocicletas) en Barcelona y el de la china Envision y Acciona para construir una fábrica de baterías en Extremadura.