Nuria Díaz
Pese a las diferencias que sin duda existen entre la situación de la banca en esta crisis y la que tenía en la de 2008, el BCE no acaba de estar tranquilo. El presidente de su Consejo de Supervisión, Andrea Enria, el que menos. El italiano ha avisado de que la crisis derivada de la pandemia del Covid-19 provocará una serie de quiebras bancarias en la Eurozona a pesar de las medidas que ha ido adoptando el instituto emisor en los últimos meses. Y por eso ha sacado del cajón un proyecto que acaricia desde hace tiempo: la creación de un ‘banco malo’ europeo que asuma los activos dudosos que podrían superar los 1,4 billones de euros en los bancos de la Eurozona. La idea es aplaudida por unos, pero criticada por otros, como la propia Comisión Europea, que opina que ya existen instrumentos para evitar un nuevo colapso financiero.
“Debemos prepararnos para lo peor”, señalaba recientemente el presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria en un ejercicio de pesimismo para unos y de realismo puro y duro para otros. «En julio, los bancos ya fueron avisados de que debían prepararse para un incremento significativo de los préstamos dudosos. También les estamos instando a ser más proactivos al gestionar los clientes. Algunos de ellos tendrán dificultades temporales, pero es más probable que sobrevivan a la crisis, mientras que otros no están en tan buena forma y no saldrán de esta», ha subrayado en una entrevista con los diarios belgas Die Tijd y L’Echo. El supervisor no puso nombres y apellidos a esos bancos debilitados y en riesgo de quiebra, pero no es un secreto que algunos grandes bancos llevan tiempo en la picota. María Rodríguez, consultora del Área de Banca de AFI señala por ejemplo que “las entidades alemanas mantienen un grave problema de rentabilidad que se remonta varios ejercicios, patente para los bancos como el Deutsche Bank, pero también para las cajas regionales, lo que hace que el sistema bancario alemán se sitúe a la cola en términos de rentabilidad de forma continua para el conjunto de la UE, tal y como muestra los datos que recurrentemente de manera trimestral publica la EBA en el Risk Dashboard”.
El supervisor ha instado a los bancos a extender las moratorias, aunque les ha recomendado diferenciar entre ‘buenos’ y ‘malos’ clientes, ante el riesgo de que se generen préstamos dudosos por valor de 1,4 billones de euros
Además, Enria ha señalado que “el riesgo crediticio es muy alto y habrá un deterioro en la calidad de los activos de los bancos, puntualizando que el impacto sobre el capital dependerá de cómo de graves sean los efectos de la segunda ola de la pandemia sobre la economía”. Y, claro, metidos de lleno en dicha ola, los efectos aún no se pueden predecir. Lo que sí se sabe, tal y como detallan los analistas, es que el año pasado, los 121 mayores bancos de la zona euro concentraban un 3,2 % de sus balances en préstamos o activos dudosos (506.000 millones de euros). Bancos del sur de Europa superan el 6 % a pesar de los esfuerzos de los últimos años por deshacerse de ellos. El supervisor ha instado a los bancos a extender las moratorias, aunque les ha recomendado diferenciar entre «buenos» y «malos» clientes, ante el riesgo de que se generen préstamos dudosos por valor de 1,4 billones de euros.
Desde AFI reconocen que ese es problema. “El auge de la morosidad se convierte en una de las mayores amenazas de cara a los próximos años. En este sentido, a pesar de que en términos de capital se parte de una mejor situación a la de 2008, las entidades europeas mantienen un grave problema de rentabilidad, que podría provocar dificultades en la gestión de los nuevos activos problemáticos que surjan a raíz de la crisis actual”.
Y es en este contexto en el que Enria ha sacado del cajón, otra vez, una vieja reinvindicación suya: la creación de un banco malo europeo. Lo hizo en 2017 cuando era presidente de la Autoridad Bancaria Euroepa (EBA). Lo volvió a hacer el pasado 25 de mayo en una carta remitida al parlamentario alemán Frank Schaffle, al que trasladó su opinión favorable tratando de convencerle y vuelve a retomarlo ahora.
En una columna de opinión en el ‘Finantial Times’, Enria ha apostado por la creación de un ‘banco malo’ que permita «evitar los errores del pasado», ser «más eficaces» y «más rápidos» en el tratamiento de los impagos. Esto, considera, permitirá el desarrollo económico y la liquidez para empresas y hogares, «sin que los bancos se vean abrumados por los préstamos dudosos». Como fórmula, el economista ha sopesado tanto una única empresa europea como «una red de empresas nacionales». No obstante, para que funcione, ha añadido, la UE debería establecer dos cuestiones: la financiación y la fijación de precios.
“La creación de un banco malo europeo, donde se transfieran los activos improductivos de las entidades financieras, que cuente con mecanismos comunes para el conjunto de la Unión, podría ayudar a la hora de la gestionar y recuperar los préstamos dudosos, así como a mitigar la idea de fragmentación en el seno de la Unión, promoviendo la igualdad de condiciones entre los diferentes países-señala María Rodríguez (AFI). “Sin embargo, continúa, uno de los principales argumentos en contra de un diseño común de una entidad de estas características es la posible mutualización de las pérdidas en la Unión Europea. Por lo que, para la posible creación de esta herramienta, así como otras, como el desarrollo de mercados secundarios de activos dudosos, que permitan a las entidades financieras una mejor gestión de la morosidad de sus balances, será necesario un fuerte consenso político entre los diferentes países de la Unión.
¿Y qué dice Von der Leyen?
Y ahí es donde el proyecto flaquea porque, hasta el momento, todo parece indicar que se enfrenta a una fuerte oposición dentro de la Comisión Europea (CE). El Ejecutivo comunitario que preside Úrsula Von der Leyen es reacio a renunciar a las normas actuales de la UE que exigen un proceso de resolución con pérdidas para accionistas y tenedores de bonos antes de facilitar cualquier ayuda en el saneamiento crediticio con cambios contables o ayudas públicas.
No está claro cómo se estructuraría, aunque la agencia Reuters ha afirmado que este banco malo funcionara a través de internet y ofrecerá a la venta créditos morosos de pequeña cuantía, para evitar que se hagan con ellos fondos buitre a precio de saldo
Algunos analistas como el catedrático de Economía Aplicada de la UNED, Juan Iranzo, señalan que “los bancos malos en su momento se crearon en varios países, incluida España, para acoger a los activos vinculados al sector de la construcción que se habían visto deteriorados enormemente en su valor y por tanto generaban graves problemas. Un activo que se deteriora, absorbe una gran cantidad de capital y es mejor sacarlo cuanto antes. La ventaja de este banco malo europeo sería, que sacaría esos activos antes de que se deterioren en exceso lo que protegería la solvencia de los bancos. Por otro lado, se mutualizaría en gran medida el riesgo, lo que podría encontrarse con la oposición de países como Alemania, poco amiga de esas mutualizaciones. Si bien es verdad que este país tiene problemas en su sistema financiero y por tanto a lo mejor lo apoya. Lo realmente importantes es aprender de los errores del pasado”.
Lo que no está claro es cómo se estructuraría, aunque ya hay quien apunta que se parecerá mas a un banco on line que a uno tradicional. La agencia Reuters ha afirmado recientemente que el Banco Central Europeo (BCE) estaría diseñando un banco malo que funcionara a través de internet y ofrecería a la venta créditos morosos de pequeña cuantía, para evitar que se hagan con ellos fondos buitre a precio de saldo. La página web estaría inspirada en los modelos de Amazon o eBay, según ha descrito la agencia Reuters, de manera que puedan acceder a estos productos tóxicos de hasta 10 millones de euros pequeños compradores. Todo está todavía abierto. Hay quien defiende que el banco malo es una opción pero hay otras, desde las agencias hipotecarias semipúblicas a la americana, hasta simplemente, profundizar en la nunca terminada unión bancaria.
Sareb: balance tóxico menguante, números rojos crónicos
Desde que las autoridades económicas españolas y europeas le confirieran en 2012 el mandato de desinvertir los activos dañados de las entidades financieras que recibieron ayudas públicas, Sareb ha reducido su cartera en 18.535 millones de euros, el 36,5% del total, al tiempo que ha cancelado 15.683 millones de euros -el 31%- de la deuda emitida en el momento de su constitución para adquirir los activos. En siete años y medio la compañía ha ingresado más de 27.000 millones de euros y ha abonado casi 2.785 millones de euros en concepto de intereses a las entidades que le traspasaron sus activos. En paralelo, ha avanzado en su actividad de promoción inmobiliaria y prevé desarrollar hasta 2027 más de 17.350 viviendas a través de Árqura Homes y 4.050 directamente desde Sareb. Pero con todo, sigue estando en persistentes números rojos, aunque algo a la baja, registrando unas pérdidas de 399 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone recortar en un 21% los ‘números rojos’ de 502 millones registrados un año atrás, a pesar de coincidir con el periodo de confinamiento y mayores restricciones a la actividad.