Nuria Díaz
A veces hay que moverse rápido para permanecer en el mismo lugar, decía la Reina Roja a Alicia en el cuento de Lewis Carroll. El BBVA lo sabe. Después de años viendo cómo la distancia con el Santander se agrandaba dentro y fuera de nuestras fronteras, y viéndose ahora empujado a tomar una decisión por la baja rentabilidad, la pandemia y la competencia, la compra del Sabadell no lo va a sacar del segundo puesto del podio. De llegar a buen puerto, la suma de activos de las dos entidades alcanzaría los 590.000 frente a los 625.000 del nuevo grupo formado por Caixabank y Bankia. A favor de la operación: muchas sinergias, sobre todo en Cataluña, superar los problemas reputacionales, y al Santander en casa. Fuera, el banco de Ana Botín sigue siendo imbatible. En contra: la prima, siempre la prima.
Se esperaba desde que Caixabank y Bankia alcanzaran un acuerdo. De hecho, son muchas las fuentes que señalan que conversaciones las había ya antes del verano. Pero ha sido ahora cuando BBVA y Sabadell han reconocido, vía comunicado a la CNMV, que sus consejos de administración han aprobado el mantenimiento de conversaciones para una potencial operación, si bien, señalan, a día de hoy no hay ninguna decisión tomada. No hay rúbrica, pero sí se han ido tomando decisiones.
Una operación de calado que daría lugar al segundo gigante bancario español. En España, los activos combinados de las entidades suman 596.481 millones, por detrás de los 627.187 millones de CaixaBank y Bankia y superando los 352.296 millones del Santander
La cúpula de Sabadell dio hace unas semanas a Goldman Sachs el mandato para asesorarle en esta operación, mientras que BBVA, por su parte, eligió a JPMorgan. El hecho relevante a la CNMV con la confirmación de los contactos llegó apenas horas después de que BBVA anunciara la venta de su filial en Estados Unidos por 9.700 millones de euros. Esta operación le ha generado unas plusvalías de 580 millones y una ganancia de capital de 300 puntos básicos. Con dinero fresco en el bolsillo, la mejora de la solvencia que dicha venta le genera y la presión de los reguladores para que moviera ficha –Pablo Hernández de Cos desde el Banco de España y Andrea Enria y Luis de Guindos desde el BCE-el presidente de BBVA, Carlos Torres, se ha lanzado a protagonizar la segunda gran fusión bancaria en menos de unas semanas.
El segundo gigante
Una operación de calado que daría lugar al segundo gigante bancario español. En España, los activos combinados de las entidades suman 596.481 millones, por detrás de los 627.187 millones de CaixaBank y Bankia y superando los 352.296 millones del Santander. Además, sumaría una cuota de mercado en depósitos del 21,6%, según datos de 2019, cerca del 22,3% de la nueva CaixaBank y por encima del 19,1% del Santander. En el negocio hipotecario se moverían entorno al 24% del mercado. BBVA y Sabadell sumarían un volumen de activos de 963.108 millones de euros a escala global, aún por detrás de los 1,5 billones del banco que preside Ana Botín. Así, si bien todos los analistas consultados creen que la operación tiene sentido empresarial, también señalan que la resultante, sobre todo para el BBVA, es seguir siendo el segundo. “Ahora, por detrás de la nueva Caixabank, aunque logre superar al Santander”.
El secreto de toda fusión está en las sinergias. Los analistas se han atrevido a cifrar las sinergias de la operación en unos 800 millones en los próximos dos años. ¿Cómo?. Estas mismas fuentes señalan que un gran parte del ahorro de costes vendría del cierre de oficinas y el recorte de plantilla. Un análisis de la consultora Bain & Company por código postal de las oficinas muestra que habría solapamiento con el 29% de la red conjunta, lo que equivaldría a que podrían sobrar 1.250 sucursales. Especialmente Cataluña -donde BBVA adquirió Unim y Cataluña Caixa-, y País Vasco. Para Analistas Financieros Internacionales (AFI), “este proceso tiene toda la lógica en un contexto de rentabilidad bancaria exigua, y con perspectivas de larga duración de dicho contexto, en el cual la única estrategia posible es la de reducción de capacidad y mejora de la eficiencia por la vía de reducción de costes”.
Aunque ambas entidades subrayan lo incipiente de las conversaciones, todas las fuentes consultadas coinciden en que se trataría de un proyecto que presidiría el hoy primer ejecutivo de BBVA, Carlos Torres
Aunque ambas entidades subrayan lo incipiente de las conversaciones, todas las fuentes consultadas coinciden que se trataría de un proyecto que presidiría el hoy primer ejecutivo de BBVA, Carlos Torres. Josep Oliu, el más veterano de los banqueros españoles, tiene ya 71 años por lo que podría ocupar un cargo más de tipo honorífico o representativo. Respecto al CEO, está más complicado. Los dos que ocupan ahora el cargo en las entidades por separado, Onur Genç en el BBVA y Jaime Guardiola, en el Sabadell, cuentan con papeletas, aunque fuentes del sector estiman que el del BBVA tiene más.
A favor de la operación está que comparten accionistas, que pueden preferir serlo de un banco más grande. Los fondos americanos Blackrock (primer accionista del BBVA) y Vanguard (primero del Sabadell) están en los dos accionariados, en el banco catalán después de que la burguesía ‘local’ como los Lara o los Andik (Mango) fueran desinvirtiendo. La composición del futuro consejo de administración será objeto también de la negociación, pero se da por hecho que tendrá una amplia mayoría de independientes. BBVA tiene un consejo de 15 miembros en el que solo Torres y Genç son ejecutivos y hay 10 independientes. En Sabadell, además de Oliu y Guardiola, también son ejecutivos María José García Beato y David Vegara. Además, hay nueve independientes y un consejero dominical, el primer accionista individual,el magnate mexicano, David Martínez Guzmán.
También, señalan algunos analistas que el BBVA podría superar la etapa FG, con el descredito reputacional que le ha acarreado. Aun así, quizá como parte del baile de cortejo, en los últimos días Genç ha jugado a enfriar los ánimos. Durante su intervención en el XXVII Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, el directivo puso en valor que la venta de su filial en Estados Unidos a PNC les da tranquilidad y ha advertido de que su entidad no se siente «forzada a hacer nada» ni «tiene prisa» por cerrar un acuerdo, ya que la posible integración compite con otras alternativas que estudia el grupo como realizar una recompra de acciones relevante, invertir en crecimiento por sus propios medios en sus mercados principales, y elevar ligeramente su objetivo de capital.
Uno de los principales problemas seria qué hacer con la patata caliente del banco escocés TSB, que el Sabadell compró por unos 2.000 millones de euros a Lloyds en 2015 y que sólo les ha dado quebraderos de cabeza
Uno de los principales problemas seria qué hacer con la patata caliente del banco escocés TSB, que el Sabadell compró por unos 2.000 millones de euros a Lloyds en 2015 y que solo les ha dado quebraderos de cabeza. El brexit, el fracaso de la implantación de una nueva plataforma tecnológica en el banco y las pérdidas. El mercado le da un valor cercano a cero.
La otra gran cuestión es cuánto vale Sabadell y determinar la prima de control. Es de suponer que en eso ocupan el tiempo los asesores de las dos entidades. Sabadell, con la pandemia ha llegado a valer menos de 2.000 millones.
La nueva Caixabank, el nuevo BBVA y el Santander suman el 70% del mercado
No es la primera vez, ni el primer sector en el que, tras años de liberalización y aparición de nuevos competidores, se vuelve al oligopolio. Según un informe publicado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) después del anuncio de BBVA y Sabadell de que están en conversaciones para una potencial fusión, las tres entidades de mayor tamaño sumarian más del 70% de cuota de mercado, con un incremento de 20 puntos porcentuales. “La potencial operación de integración de Sabadell en BBVA supondría, en caso de materializarse, un nuevo avance en el proceso de concentración bancaria en España, lejos de las pretensiones de las autoridades europeas de que la concentración descansase en integraciones transfronterizas”, señalan desde AFI. “De hecho, continúan, la operación planteada inmediatamente tras la venta de la filial estadounidense de BBVA, abunda precisamente en un proceso de “desglobalización”, y focalización en el mercado local, con las lógicas implicaciones en términos de mayor concentración en el sistema bancario nacional.
Preocupación entre los consumidores
Las asociaciones de consumidores se han mostrado preocupadas por este nivel de concentración. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) muestra su preocupación por el impacto que la actual tendencia de fusiones bancarias puede tener en el nivel de competencia y sobre todo en el acceso a los servicios financieros en nuestro país, más si cabe teniendo en cuenta que de las seis grandes entidades que sobrevivieron al proceso de fusiones nacido de la última gran crisis financiera (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell) el abanico de elección para los clientes españoles vuelve a recortarse y próximamente sólo quedarán tres de ellas. Y concreta: la reducción de oficinas, que probablemente agravará el riesgo de exclusión financiera en que se encuentran muchas zonas de España; la desaparición de un competidor traerá consigo una subida de precios de los servicios financieros a medio y largo plazo, como se ha podido comprobar después de la crisis financiera. Por último, OCU señala que otro de los efectos inmediatos que puede tener para clientes con fondos en ambas entidades es la reducción de los importes protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos que pasa de 200.000 a 100.000 al tratarse con la fusión de una única entidad.
Desde AFI señalan que se produce un aumento de los niveles de concentración, si bien estos deben ser matizados en términos de potencial efecto dañino sobre la competencia. “Por un lado, aunque la concentración a nivel nacional es elevada, en los diferentes submercados la concentración es mucho menor, gracias a la presencia de entidades con especialización territorial (cooperativas, y bancos procedentes de las antiguas cajas), con importante presencia, sobre todo en los territorios de menor densidad poblacional. Y en los de mayor densidad, los que ejercen una presión competitiva muy importante, que hace perder relevancia a los análisis basados en la mera presencia de oficinas físicas.