Nuria Díaz
Desde luego, no es posible decir cómo continuará su año porque vivimos tiempos geoestratégicamente convulsos y aún pandémicos. Pero empezarlo, lo ha empezado a lo grande. En los dos meses que han transcurrido de 2022, el presidente de Telefónica, José María Álvarez- Pallete, ha recibido el premio al mejor empresario del año, las llaves de la presidencia de la Fundación, tras la salida de su antecesor y mentor, César Alierta, y también las de la poderosa patronal mundial de móviles (GSMA). Por si fuera poco, lo remata con unos resultados que quintuplican beneficios y reducen su deuda un 26%. ¿No hay peros? Evidentemente, sí: aún no ha logrado que la Bolsa refleje la cuenta de resultados, está en medio de una competencia feroz, un baile de fusiones incipiente, y en el punto de mira de gigantes del sector con dinero que le rondan desde hace tiempo. Además, no todo el mundo, y Bruselas la primera, ve con buenos ojos reputacionales toda esa acumulación de poder en unas manos, cuando la tendencia es que presidentes y CEO ocupen despachos distintos.
El pasado 27 de enero el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, recibía el premio al Mejor Empresario del Año, galardón entregado por la revista Actualidad Económica, “por su capacidad de liderazgo y por consolidar la transformación de la compañía con la mayor transacción del sector en los últimos años: la fusión en el Reino Unido de su filial O2 con Virgin Mobile, que reúne a 46 millones de clientes”. Dijo sentirse tremendamente agradecido por el reconocimiento y comenzó su intervención declarando “su agradecimiento a la generación que nos ha precedido y que nos ha llevado lejos a hombros de gigantes”. “Nos dieron oportunidades, nos ayudaron a abrir puertas con enorme generosidad. Les debemos a esos gigantes, como los que han hecho de Telefónica lo que hoy es, el hacer lo mismo con nuestros hijos”.
Álvarez Pallete es el primer presidente de una empresa española que consigue dirigir la poderosa patronal mundial de móviles (GSMA), que representa a más de 400 empresas de telecomunicaciones
Un mensaje que, sin destinatario oficial, bien podría estar dirigido, señala una fuente del sector, al que solo un par de semanas después le cedía el testigo de la presidencia de la Fundación Telefónica. El pasado 16 de febrero, Álvarez-Pallete asumía la presidencia de Fundación en sustitución de César Alierta, que abandona su cargo a petición propia, según el comunicado, de acuerdo con Pallete en cualquier caso señalan las fuentes. El nombramiento de Álvarez-Pallete supone el relevo natural de César Alierta, al frente de Fundación Telefónica desde finales de marzo de 2016. Alierta seguirá vinculado a la Fundación como patrono y como presidente de la Fundación ProFuturo, que desarrolla un programa de educación digital en los países más vulnerables del mundo. Un proyecto que siempre ha sido “muy suyo” desde que lo presentara en la conferencia del G20 sobre África en Berlín, foro en el que aprovechó para dar contada cuenta de sus logros. Ahora, Álvarez-Pallete considera que la Fundación comienza esta nueva etapa “para impulsar un ambicioso plan para acelerar el impacto de la institución en el nuevo contexto económico y social y situarla como líder innovador y de referencia. Fundación Telefónica seguirá enfocando su labor en la empleabilidad para los colectivos con mayores necesidades y en fomentar proyectos emblemáticos potentes e innovadores, asegurando su escalabilidad y sostenibilidad en el tiempo.
El Consejo y la dirección
La presidencia de la Fundación ha sido vista por muchos como el último paso para alcanzar la independencia, el último escalón en el que ha sido un largo proceso de separación con la antigua cúpula de Telefónica. En diciembre se remodeló el consejo que venía de tiempos de Alierta, que se redujo de 17 miembros en a 15 miembros, buscando cumplir con los estándares internacionales de gobernanza. Esto supuso un acuerdo con los dos principales accionistas de la compañía, Caixabank y BBVA, para que redujeran de dos a uno sus consejeros y se procedió a la salida de Ignacio Moreno y Jordi Gual, que dejaron sus asientos. Unos cambios que también han reforzado a Javier de Paz dentro de la compañía. De Paz ha pasado a liderar la Comisión de Regulación y Asuntos Institucionales, la que se encarga de las relaciones con la administración, un papel que a de Paz, consejero con más de 20 años en el grupo, hombre próximo al PSOE y a José Luis Rodríguez Zapatero, le da mucha influencia.
Pero el consejo no es lo único que cambió. Hace ahora un par de años también reforzó el poder de gente muy cercana a él como Eduardo Navarro o Laura Abasolo, a quienes puso al frente de la Dirección de Estrategia y Asuntos Públicos y la Dirección de Finanzas y Control, respectivamente. En un comunicado, la compañía explicaba que como responsable de esta nueva dirección, Navarro sumará a sus competencias actuales de Comunicación, Marca, Asuntos Públicos y Sostenibilidad, la dirección de la Estrategia global y la de Relaciones con Inversores del Grupo. Navarro fue por ejemplo el encargado, junto a un reducido número de personas, de lanzar el rediseño de la identidad de la nueva identidad de Telefónica, logo incluido. Por su parte, Abasolo, desde el año 2017, en otra de las grandes apuestas de Pallete en la cúpula. Fue ascendida a directora general de finanzas y control y se ha convertido en uno de los grandes pesos pesados de la directiva. En noviembre de 2020
asumió otra responsabilidad: toda la división de Latinoamérica reporta a ella.
Y como no hay dos sin tres, entre ser empresario del año y presidente de la Fundación Telefónica le llegó otro nombramiento de primer orden: la presidencia de la GSMA, la asociación que incluye a los mayores operadores de telecomunicaciones de alcance mundial y que representa a más de 400 empresas de telecomunicaciones que generan unos 25 millones de puestos de trabajo directos e indirectos. Ocupará el cargo hasta diciembre de 2024. No es un nombramiento más. Álvarez Pallete es el primer presidente de una empresa española que lo consigue.
Los números son buenos
Y parece una buena guinda para los ya casi seis años que ostenta la presidencia y de la que los analistas del sector hacen un buen balance. Ivan San Feliz, analista de telecomunicaciones de Renta 4 señala que “está invirtiendo en activos y servicios de mayor valor añadido (fibra, 5G, Telefónica Tech), optimizando el impacto de las inversiones, buscando socios financieros para compartir inversiones, está vendiendo activos a múltiplos muy buenos (Centroamérica, Telxius..) y han hecho operaciones buenas en Reino Unido, fusión VMED, y Brasil, comprando activos subastados de OI”.
Bruselas lleva mucho tiempo advirtiendo a las empresas que tienen todo el poder en las mismas manos, en las que presidente y CEO son una misma cosa, de que han de dividirlo. Pallete estaría en este caso, cada vez más criticado
Uno de sus grandes logros ha sido reducir la deuda financiera neta (ver despiece). Sin embargo, a pesar de este descenso continuado de la deuda, el precio de la acción de la cotizada no ha logrado repuntar todo lo deseable. La compañía ha perdido 22.000 millones de valor de mercado por el camino, y su presidente nunca ha ocultado que es una de sus preocupaciones y de sus grandes retos. Y más ahora que el mercado está animando a compras y fusiones, y aunque ella se ha auto descartado de las que se puedan dar en el mercado español, no hay que olvidar que hay quien la mira con deseo, desde algunos fondos a gigantes como Deutshe Telekom. De hecho, la regulación que el Gobierno puso en marcha para impedir que una empresa extranjera tomara más del 10% de un grupo estratégico español aprovechándose de las caídas bursátiles provocadas por la pandemia, estuvo en gran medida motivada por proteger precisamente a Telefónica, explican los analistas.
El analista de Renta 4 Ivan San Felix añade otro: “conseguir una mejora en la evolución de España, que está sufriendo una competencia muy elevada (a pesar de que Telefónica domina la parte alta del mercado), y concretar algunas desinversiones (posible fibra, acuerdo Hispam, Tech..)”.
Otros analistas señalan que, como diría el filósofo Voltaire, “lo mejor es enemigo de lo bueno”, y precisamente el poder que ha ido adquiriendo dentro del grupo y que le ha dado libertad de movimientos para desarrollar un plan estratégico que el mercado y los expertos ven con buenos ojos, es también uno de sus puntos débiles. Bruselas lleva mucho tiempo advirtiendo a las empresas que tienen todo el poder en las mismas manos, en las que presidente y CEO son una misma cosa, de que han de dividirlo. Pallete estaría en este caso, cada vez más criticado. Habrá que ver hasta cuándo.
Telefónica quintuplica resultados
Telefónica ha ganado 8.137 millones de euros en 2021, lo que supone multiplicar por cinco sus beneficios del año anterior gracias a los extraordinarios conseguidos en la venta de torres de telecomunicaciones de Telxius y la fusión de su filial británica. La compañía ha facturado 39.277 millones de euros, un descenso internacional del 8,8% en términos absolutos, pero un 2% más en términos orgánicos, ya que la filial británica deja de pertenecer al perímetro del grupo y su impacto en las cuentas se verá reflejado vía dividendos, según los datos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El beneficio operativo antes de amortizaciones (Oibda) ha sido de 21.983 millones de euros, lo que supone un incremento del 62,9% en términos absolutos y de un 1,4% en términos orgánicos respecto a 2020. Asimismo, la compañía ha reducido su deuda en un 26% hasta los 26.032 millones de euros, mientras que el flujo de caja es de 2.648 millones teniendo en cuenta las inversiones por espectro.
La deuda financiera neta incluyendo arrendamientos asciende a 34.112 millones de euros hasta finales de 2021, respecto a los 41.697 millones con los que cerró 2020. La inversión ha alcanzado los 7.267 millones de euros, de los que el 45% se ha destinado al despliegue de redes fibra óptica y 5G.