Nuria Díaz ■
Repsol cerró 2022 con unos resultados récord que siguen la misma senda en las cuentas del primer trimestre, en las que destaca una alta generación de caja que les permite engordar el colchón para blindarse ante la incertidumbre de este año, reducir deuda, subir el dividendo y afrontar algunas inversiones que apuntalen la diversificación que persigue hace años. En los últimos días ha comprado la comercializadora CHC, que, con más de 350.000 clientes, la convierte en la ‘cuarta eléctrica’ en España y ha acordado impulsar con varios socios en Brasil, entre ellos el gigante chino Sinopec, un megayacimiento de gas en ese país con una inversión de unos 9.000 millones de dólares. Los analistas esperan que siga invirtiendo en nuevos combustibles y proyectos de generación renovables, aunque Josu Jon Imaz ya avisado de que, serán compras efectivas, pero no ‘megacompras’.
Hace solo unos días Repsol anunciaba la compra del 50,01 % de la comercializadora eléctrica CHC Energía, lo que le permitirá tomar su control y sumar cerca de 350.000 clientes a su cartera, que ya alcanza los 2 millones de contratos de luz y gas. En un comunicado, Repsol ha explicado este martes que la adquisición de un paquete mayoritario del capital de CHC Energía, fundada en 2009 y hasta ahora en manos de CIDE, supone «un paso más» en su estrategia de diversificación y consolidación de su modelo como compañía «multienergética». La operación de la que no se ha hecho público el importe exacto estaría, según fuentes del sector, en una horquilla de entre 150 millones y 200 millones de euros. Repsol cumple con esta compra el objetivo fijado en su plan estratégico de alcanzar los 2 millones de contratos de electricidad y gas, consolidándose como el cuarto operador del mercado en España en número de clientes de electricidad. “Es un movimiento importante”, señala una fuente, máxime cuando es la mayor compra de una compañía eléctrica por parte de Repsol desde que en compró Viesgo en 2018.
La liquidez de Repsol al cierre del primer trimestre de 2023 se situó en 10.724 millones de euros, incluyendo las líneas de crédito comprometidas no dispuestas, lo que supone 5,39 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo, que compara con 4,01 veces al cierre del cuarto trimestre de 2022
El acuerdo permite a la compañía dirigida por Josu Jon Imaz avanzar en el objetivo marcado en su plan estratégico de conseguir dos millones de clientes de luz y gas antes de 2025. Con esta adquisición, los 350.000 clientes de CHC se suman a los actuales de Repsol que se coloca con aproximadamente 1,7 millones de clientes como la cuarta comercializadora de luz en España. Una vez que estos 350.000 clientes de CHC se suman a los 1,29 millones que tenía Repsol a cierre de 2022, según los datos publicados en la CNMC.
Esta compra se producía solo unos días después de que Repsol haya alcanzado un acuerdo con Sinopec por el que pone fin a la batalla legal que mantenía abierta con la china desde hace más de un lustro, con el que se hará con la participación del 49% de esta en la sociedad conjunta –Repsol Sinopec Resources UK (RSRUK)– que tienen en Reino Unido por un importe de unos 1.903 millones de euros, lo que permitirá además al grupo presidido por Antonio Brufau fortalecer su presencia en este país. Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), una vez completada la adquisición, Repsol se convertirá en el propietario del 100% de RSRUK. En concreto, el importe total del acuerdo asciende a 2.100 de millones de dólares (unos 1.903 millones de euros).
Repsol Sinopec Resources UK con base en Aberdeen, Escocia, cuenta con 11 instalaciones de producción de crudo en el mar conectadas a 48 campos en el Mar del Norte, 38 de ellos operados. Además, controla dos terminales en tierra. Su producción actual es de aproximadamente 40.000 barriles equivalentes de petróleo diarios, de la cual el 40% es gas. Con la adquisición de estos activos la compañía dirigida por Josu Jon Imaz avanza en su estrategia de upstream (exploración y producción), centrada en consolidación y crecimiento de su cartera de producción en países OCDE.
RSRUK también desarrolla uno de los primeros proyectos de hidrógeno verde en Reino Unido en la terminal de Flotta (Escocia), las instalaciones e infraestructura de RSRUK presentan unas condiciones atractivas para el desarrollo de proyectos de almacenamiento de y CO2 la compañía estudia el uso de sus instalaciones marítimas para desarrollar proyectos de electrificación de plataformas productoras propias y de terceros, lo que contribuirá a la reducción de la huella de carbono en las actividades de producción de hidrocarburos.
Niveles de caja tras un año récord
¿Y cómo es posible? El analista de Renta 4, Alfonso Batalla, lo tiene muy claro: “Repsol actualmente cuenta con una posición financiera muy buena. La compañía tras el cierre del primer trimestre ha presentado una situación de caja neta de 2.779 millones de euros sin contar con los alquileres (leases)”. A la pregunta de si es lo habitual nos responde que no. “Estos niveles de caja no suelen ser habituales en este tipo de compañías, pero tras un año 2022 récord, las petroleras han aprovechado la coyuntura para reforzar sus compañías y poder afrontar holgadamente la transición de sus modelos de negocio. Además, en el caso de Repsol, hemos visto ventas de participaciones minoritarias de los negocios Low Carbon y Upstream, demostrando el valor de dichas divisiones. Estas ventas han permitido a la compañía contar con un colchón adicional de liquidez”.
Alfonso Batalla cree que Repsol va a seguir invirtiendo en todos sus negocios y señala que en refino ya está invirtiendo en “actualizar” sus emplazamientos productivos. La última noticia ha sido la decisión de inversión de 657 millones de euros en su complejo de Sines, que estará operativo en 2025. Además, la compañía está potenciando la producción de nuevos combustibles (conocidos como e-fuels) donde recientemente ha cerrado un acuerdo de inversión conjunto con Saudi Aramco. Las dos compañías van a invertir 103 millones para la construcción de la primera planta de e-fuels en Bilbao. Este complejo una vez finalizado la construcción en 2025 será una de las mayores platas de producción de combustibles sintéticos del mundo.
Por otro lado, por lo que respecta al Upstream, Batalla cree que veremos tanto inversiones como desinversiones de pozos o de determinados activos que no sean considerados como estratégicos y que no cumplan con las especificaciones buscadas (reducción de emisiones, generación de valor, etc). En las últimas semanas, Repsol ha anunciado dos inversiones relevantes: la primera con la resolución del arbitraje con Sinopec, la entidad ha aprovechado para comprar RSUK que permitirá incrementar la producción en 20.000 BOE/d (parte correspondiente a Sinopec). La segunda, la decisión de inversión en Brasil en el megayacimiento BM-C-33 (inversión de 1.430 millones de euros en el caso de Repsol) y se estima que entre en funcionamiento en 2028.
Entre enero y marzo de 2023, Repsol avanzó en su transformación y en su descarbonización, desarrollando proyectos en estos ámbitos a los que destinó gran parte de los 1.726 millones de euros de inversión empleados en el trimestre
Y por último y no menos importante, en renovables (low carbon): Además de la adquisición de la comercializadora CHC Energía para potenciar la comercialización de sus productos e incrementar su cuota de mercado, en proyectos renovables, tras la compra el año pasado de Asterion la compañía va a seguir invirtiendo. “No descartamos que veamos alguna operación para potenciar las renovables, principalmente en EE. UU., donde la regulación está apoyando. Por último, no descartamos que Repsol venda participaciones en determinados parques para reflejar el valor de dichos emplazamientos y destinar esos fondos a nuevos proyectos”, señala el analista de Renta 4.
Lo cierto es que Repsol ha tomado recientemente la decisión final de inversión para dos proyectos renovables greenfield, es decir, desarrollados completamente por Repsol en España. La compañía ha aprobado la construcción de las plantas fotovoltaicas Villena (Alicante) y Trillo (Guadalajara) que contarán con una potencia total de 320 MW., además de comprar tres proyectos eólicos y dos solares fotovoltaicos al promotor y desarrollador ABO Wind.
Imaz quiere compras, pero no megacompras
La liquidez de Repsol al cierre del primer trimestre de 2023 se situó en 10.724 millones de euros, incluyendo las líneas de crédito comprometidas no dispuestas, lo que supone 5,39 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo, que compara con 4,01 veces al cierre del cuarto trimestre de 2022. “Tenemos un balance sólido”, señalaba el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, a los analistas de energía durante la presentación de resultados del primer trimestre. “Un balance sólido para impulsar y tener una política de distribución sólida para nuestros accionistas”. Pero no evita hablar de inversiones, lo que si señala es que “mi objetivo es ser el CEO más aburrido del mundo. Serlo es compatible con una pequeña y mediana adquisición que nos ayude a transformar o a acelerar algunos negocios. Pero quiero decir, si alguien espera una gran adquisición, eso no va a pasar”. Y señala que el 35% de las inversiones previstas para 2023 irán destinadas a proyectos bajos en carbono
Entre enero y marzo de 2023, Repsol avanzó en su transformación y en su descarbonización, desarrollando proyectos en estos ámbitos a los que destinó gran parte de los 1.726 millones de euros de inversión empleados en el trimestre. El mayor porcentaje de esta cantidad se empleó en España y Estados Unidos, dos países clave en su estrategia