Nuria Díaz
A punto de cumplirse dos años desde que IAG llegara a un acuerdo con Globalia para que Iberia comprara Air Europa por 1.000 millones en efectivo y uno desde que rebajara esa cifra a 500 y a pagar en seis años, la operación que estaba llamada a crear el gran gigante aéreo español está pendiente de un hilo. Bruselas sigue investigando hasta 70 rutas por problemas de competencia y las cifras de la aerolínea rescatada por la SEPI no dejan de empeorar. Así las cosas, todas las opciones parecen abiertas, desde un segundo rescate hasta una renegociación del precio, pasando, incluso, por un abandono de la operación o el inicio de otra.
El 4 de noviembre de 2019, poquito antes de que la pandemia irrumpiera en nuestras vidas, IAG llegaba a un acuerdo con Globalia para la adquisición de Air Europa a través de su filial Iberia por 1.000 millones de euros que se abonarían en efectivo. En el comunicado que mandaron a la CNMV, las compañías señalaban que esperaban que el cierre de la operación tuviera lugar en la segunda mitad de 2020 tras obtener las autorizaciones oportunas de las autoridades de Competencia. El objetivo era crear un nuevo gigante aéreo con casi 40 millones de pasajeros anuales, más de 200 aviones y cerca de 8.000 millones de ingresos operativos. En el holding que integra Iberia, British Airways, Vueling, Aer Lingus y Level, se había “pensado a lo grande”, decían los analistas. La idea: convertir el aeropuerto de Madrid en referencia internacional y liderar las rutas con América. La marca Air Europa sería conservada inicialmente y la sociedad seguirá siendo un centro de ingresos autónomo dentro de Iberia dirigida por el entonces presidente de Iberia, Luis Gallego, hoy ascendido a CEO de IAG, y según fuentes del sector, autor intelectual de la operación.
Nueve meses después del nuevo acuerdo, la operación sigue encallada y las incertidumbres, lejos de clarificarse, parecen haberse incrementado. Los analistas del sector tienen claro que la más importante es cuál será la decisión final de la Comisión Europea que acaba de anunciar que se retrasa a diciembre
Quien les iba a decir que apenas un par de meses después, el Covid 19 iba a arrasar con las economías en general y con el sector aéreo en particular. Sin vuelos y con las cuentas de resultados en caída libre, la transacción se quedó en stand by algo más de un año hasta que a finales del pasado, Iberia retomaba el proyecto, justo después de que el Gobierno diera luz verde al rescate de Air Europa, una de las compañías más afectadas por la crisis. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) aprobaba en diciembre una inyección de 475 millones de euros, 75 millones más de lo inicialmente previsto, para dar oxígeno a la compañía que se ya se encontraba en una situación crítica tras el desplome del tráfico aéreo por las restricciones a la movilidad derivadas del coronavirus. Un mes después, en enero, Javier Sánchez-Prieto, nuevo presidente Iberia, y Javier Hidalgo, entonces consejero delegado de Air Europa, firmaban con nocturnidad, pasadas las 00:15 horas, un nuevo acuerdo de compra, que por el momento sigue vigente, y que contempla una reducción del precio desde los 1.000 millones de euros de aquel mes de noviembre prepandémico hasta los 500, y pasar del pago en efectivo a un pago diferido en seis años después de completarse la operación cuando, según todas las estimaciones, el mercado se habrá recuperado.
Incertidumbres, al alza
Nueve meses después del nuevo acuerdo, la operación sigue encallada y las incertidumbres lejos de clarificarse parecen haberse incrementado. Los analistas del sector tienen claro que la más importante es cuál será la decisión final de la Comisión Europea que, precisamente, se va a hacer esperar. Prácticamente al cierre de esta edición Bruselas anunciaba que se retrasaba hasta el 3 de diciembre y fuentes del sector barajan que pueda deberse a la necesidad de seguir estudiando un aspecto clave: las rutas en las que el nuevo grupo sería casi un monopolio. La operación fue notificada el 25 de mayo a Bruselas, que tras su análisis inicial ya consideró que podría haber problemas de competencia en unas 70 rutas y decidió abrir, el 29 de junio, una investigación a fondo. En concreto, Bruselas teme una reducción de la competencia en los servicios que unen Madrid con EEEUU o Latinoamérica y en algunas rutas dentro de España o de corto recorrido que trasladan pasajeros a la capital para continuar desde allí sus viajes a América. Incluso antes de notificar la operación a Bruselas, Iberia había firmado un acuerdo con la aerolínea World2Fly, del grupo Iberostar, para cederle activos en el negocio de vuelos de largo recorrido y otro con Volotea para cederle varias rutas y slots en aeropuertos españoles, en un intento de anticiparse a los compromisos que podría solicitarle la Comisión para evitar problemas de competencia en ciertas rutas o situaciones de posición dominante. Fuentes del sector creen que Bruselas podría ser aún más dura.
¿Nueva renegociación?
La segunda incertidumbre se da en las propias cuentas de Air Europa que, algunas fuentes, ven abocada a un segundo rescate. Los analistas explican que la compañía cerró 2020 con pérdidas de 427,7 millones de euros, frente a los beneficios de 27,7 millones del ejercicio anterior, y prevén que arroje también cerca de 300 millones de pérdidas para el ejercicio de 2021, el doble de lo estimado cuando solicitó la primera transferencia a la SEPI. La facturación de 2020 cayó un 67,6%, mientras que su patrimonio neto es negativo en 364 millones. Esta situación complica la compra de la aerolínea por parte de Iberia y algunos creen que le aboca a un nuevo rescate, aunque el Gobierno no se ha pronunciado al respecto.
A la espera del veredicto comunitario, hace solo unos días, el presidente de Iberia, Javier Sánchez Prieto, dejaba abierta la posibilidad de renegociar otra vez el precio de compra de Air Europa e incluso la operación en sí misma, al asegurar que tras el análisis de Bruselas tendrá que ver «la evolución de la compañía, si necesita que se le inyecten fondos y cuál es la foto final antes de tomar una decisión». Aunque sigue considerándola una operación estratégica, Sánchez Prieto también recordó a modo de advertencia que IAG decidió continuar con algunas operaciones, como la compra de Vueling o de Air Lingus, pero renunció a otras como la de Norwegian. También ha sembrado algunas dudas el que hace unos días el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, saliera al paso de los rumores que en los últimos días apuntaban a una inminente ampliación de capital por parte de la aerolínea, para apuntalar sus finanzas o hacer una operación. «No vemos la necesidad de hacer una ampliación de capital y no lo estamos considerando», afirmó Gallego en una declaraciones al rotativo británico Sunday Times.
En mayo, IAG anunció planes para recaudar 825 millones de euros a través de la emisión de bonos convertibles. Y en septiembre del año pasado, el grupo lanzó una ampliación de capital de 2.750 millones de euros. No obstante, Gallego admitió que Easyjetes uno de los negocios que IAG tiene actualmente en el punto de mira y reconoció contactos de cara a una futura oferta. «Hablamos con todas las aerolíneas que pueden ser de interés para nosotros», precisó el consejero delegado de la matriz de Iberia.
Bruselas y aerolíneas pactan devolver los vuelos cancelados durante la Covid
La Comisión Europea ha anunciado un acuerdo con las grandes aerolíneas europeas para que cumplan las reglas europeas en materia de consumo, reembolsen los vales que impusieron a los pasajeros que sufrieron cancelaciones durante los primeros meses de pandemia. «Celebro que la mayoría de retrasos en los reembolsos se han eliminado y que todas las aerolíneas implicadas se hayan comprometido a resolver los problemas pendientes», ha declarado la comisaria de Transporte, Adina Vãlean, en un comunicado difundido tras el anuncio. La norma de la UE establece que las devoluciones deben realizarse en un plazo de siete días. Junto a Iberia y Vueling suscriben el pacto con Bruselas Aegrean Airlines, Air France, Alitalia, Austrian Airlines, British Airways, Brussels Airlines, Easyjet, Eurowings, KLM, Lufthansa, Norwegian, Ryanair, TAP y Wizz Air. Además de cumplir con el reembolso, las compañías se comprometen también con el Ejecutivo comunitario a informar de manera más clara a los pasajeros que sufren cancelaciones y a darle la misma notoriedad en sus páginas de Internet, e-mails y otras comunicaciones a las distintas opciones de que dispondrán sus clientes en caso de cancelación.
Iberia ha emitido un comunicado en el que señala que, en caso de cancelación de un vuelo, Iberia siempre ha ofrecido a sus clientes todas las opciones que exige la normativa y que son: cambio de fecha, reembolso en la misma forma de pago o reembolso a través de un bono, a elección del cliente. Aplicando la normativa vigente, señalan, la aerolínea ya ha procesado y está al día de todas las solicitudes de reembolso por cancelaciones de vuelos durante la pandemia.