Nuria Díaz ■
Despedimos 2022 con la energía como protagonista indiscutible y empezamos 2023 de la misma forma. Eso sí, los expertos lo tienen claro. Las dificultades que ha traído consigo la guerra de Rusia en Ucrania, los cada vez más evidentes efectos del cambio climático y los precios disparados de combustibles y de la luz, convierten este en el año definitivo para las energías renovables. Se van a construir más fotovoltaicas que nunca, a la eólica convencional se une la eólica marina, y el autoconsumo está disparado.
Con el gas en horas bajas, las renovables tienen una oportunidad de oro para afianzarse como la gran alternativa, más barata y ecológica, y España para convertirse en uno de los países de Europa con menos problemas de suministro y más posibilidades de negocio. 2023 puede ser un año, así lo esperan en el sector, de grandes hitos. Por lo pronto, el Gobierno de España subastará hasta 3 gigavatios de eólica marina, por lo que se espera que para 2025 los primeros parques eólicos marinos del país puedan estar en funcionamiento.
El Gobierno de España subastará hasta 3 gigavatios de eólica marina, por lo que se espera que para 2025 los primeros parques eólicos marinos del país puedan estar en funcionamiento
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ya ha recibido una propuesta para instalar en la costa de Vigo un parque eólico marino con capacidad para 34 aerogeneradores y una potencia total de 510 megavatios. No es fácil. Los aerogeneradores tienen que ser flotantes y no anclados al fondo como está extendido en mares más profundos como los del Báltico, del Norte y el de Irlanda, que son los que concentran la mayoría de estas explotaciones en el mundo.
El desarrollo del off shore en España permitiría la creación de entre 7.500 y 17.000 empleos, además en zonas económicamente desfavorecidas. Su aportación al PIB sería de 9.500 millones a 10.500 millones por lustro, según cálculos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). También impulsaría la construcción de buques de nueva generación en los astilleros nacionales y reforzaría una industria de componentes que hasta ahora vive de las exportaciones y tiene un alto nivel tecnológico, señalan.
En cualquier caso, la eólica en general puede presumir de buenísimas previsiones. Según datos de Red Eléctrica de España (REE), la eólica finaliza el año siendo la primera tecnología renovable y alcanzado un récord de generación en el año con más de 61.000 GWh.
El 41,3% de toda la energía que se ha generado en España durante 2022 ha sido renovable, siendo la fotovoltaica el 10,8% del total, y, según las previsiones, la tendencia irá al alza
La potencia eólica instalada hoy en día es de 29.798 MW, con un aumento de 1.659 nuevos megavatios eólicos en 2022. Más del 58% de la potencia eléctrica instalada en España ya es renovable, donde en 2022 se han instalado 4,6 nuevos GW renovables.
También pinta bien el año para la fotovoltaica. El 41,3% de toda la energía que se ha generado en España durante 2022 ha sido renovable, siendo la fotovoltaica el 10,8% del total, y, según las previsiones, la tendencia irá al alza a final de año. La energía solar fotovoltaica tuvo, entre los años 2012 y 2019 un crecimiento de media del 2,9%, mientras que sólo en 2022, ha alcanzado casi el 11% en términos de potencia instalada.
El año comenzaba con la luz verde a una fotovoltaica de 250,08 MW más 100 MW de almacenamiento para hibridar el mayor parque eólico de España. El BOE publicó el pasado 3 de enero el anuncio del proyecto de la planta híbrida Gecama, con un módulo de generación fotovoltaica de 250,08 MW y otro módulo de almacenamiento por baterías de 100 MW, que se ubicarán en Cuenca, junto al mayor parque eólico del país.
Mejor aún le ha ido al autoconsumo. 2022 ha sido el mejor año de la historia para el autoconsumo en nuestro país. En tan solo un año las instalaciones de sistemas de autoconsumo energético se han duplicado e incluso es previsible, señalan fuentes del sector, que las estimaciones realizadas como objetivos del Gobierno para 2030 se queden muy cortas y se alcancen mucho antes de lo esperado.
En tan sólo un año, las instalaciones de autoconsumo se han duplicado e incluso es previsible que las estimaciones realizadas como objetivos del Gobierno para 2030 se queden cortas
La competencia de Renfe, a por todas

Tres competidores van ya por las vías de alta velocidad desde este año 2022. Pero Avlo Ouigo e Iryo quieren más. Más rutas. Iryio iba hasta este fin de año a Barcelona y Valencia, pero su intención es, antes de acabe el primer trimestre de 2023, haber llegado a Andalucía. Concretamente, Madrid – Córdoba – Sevilla – Madrid (12 trenes diarios), y Madrid – Córdoba – Málaga – Madrid (10 trenes diarios). Además, tiene el propósito de poner rumbo a Alicante para el mes de junio. El objetivo de Ouigo es tener completada la expansión en España a finales de 2023. En este tiempo también irán aumentando el número de trenes hasta 14, actualmente ya disponen de 10. Con los nuevos trenes y destinos, Valencia, Alicante, Albacete, Córdoba, Sevilla y Málaga, ya en 2023, la compañía contempla ofrecer hasta 30.000 plazas diarias.
Las aerolíneas serán rentables por primera vez desde 2019

La industria aérea volverá a ser rentable el próximo año por primera vez desde 2019, a medida que continúe la recuperación de los viajes tras casi dos años de restricciones por la covid-19, según las previsiones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) que celebra este martes su asamblea anual en Ginebra. Para 2023, la IATA proyecta un beneficio neto de 4.700 millones de dólares (4.465 millones de euros) con más de 4.000 millones de pasajeros transportados. En 2022, las aerolíneas perderán en torno a los 6.900 millones de dólares (6.555 millones), por debajo de los 9.700 millones que había pronosticado seis meses atrás.
El margen de beneficio llegará, de cumplirse esta previsión, al 0,6% y será el primero que se experimentará desde 2019, año previo a la pandemia y en el que el beneficio se elevó a 26.400 millones de dólares. El sector ve las restricciones de viajes en China, el precio del petróleo y eventuales problemas en el aprovisionamiento de repuestos como los mayores desafíos que enfrentarán en 2023.
Con los resultados, las compañías aéreas inician la transición hacia una recuperación real, que se pronostica para 2024, tras un periodo próximo al colapso, con una pérdida colosal de 137.000 millones de dólares en 2020 y de 42.000 millones al año siguiente.
Tipos al alza y mas proyectos a financiar por los fondos europeos, pero también un previsible aumento en previsiones para cubrir los impagos
La banca se enfrenta al fantasma de la morosidad

La banca española ha terminado muy bien 2022. Decir otra cosa sería mentir. Las seis entidades que cotizan en el Ibex mejorarán el resultado de 2021, registrando incrementos de doble dígito. Según las estimaciones que maneja el mercado recogidas por Bloomberg, las seis entidades del selectivo español cerrarán el año con unas ganancias netas que rozarán los 20.000 millones de euros (en concreto, 19.797 millones), con Banco Santander y BBVA cómo líderes indiscutibles.
EY ha avisado de que la tasa de morosidad de la banca cerrará 2022 con una subida del 3,9% y alcanzará el 4,5% en 2023
En este resultado han influido dos factores. Por un lado, la subida de los tipos de interés y su reflejo en un Euríbor que ha cerrado el año en el 3,018% y, por otro lado, la contención de costes, entre ellos los salarios, ya que la subida que han pactado los sindicatos con la AEB, del 4,5%, no entró en vigor hasta el 1 de enero.
Pero, los nubarrones comienzan a hacer su aparición. Ya el Banco Central Europeo, en su Informe de Estabilidad financiera ha alertado de un aumento de los riesgos de estabilidad financiera en la zona euro, con un empeoramiento de las condiciones económicas y financieras conexas con un entorno de escalada de los precios de la energía, una inflación elevada y un bajo crecimiento económico.
Le siguió el Banco de España que en noviembre aseguraba, en palabras de su gobernador, Pablo Hernández de Cos, que la rentabilidad de la banca es mayor que antes de la pandemia del Covid-19 y más alta que el coste del capital, si bien ha alertado sobre la posibilidad de que la actual crisis económica, agravada por la guerra de Ucrania, cause “daños a la banca” y alce la morosidad. Hernández de Cos que participaba en la Conferencia Internacional de banca organizada por el Santander, señalaba que la tasa de morosidad ha bajado desde la anterior crisis, por lo que ha instado a las entidades a ser parte de la solución, aunque ha alertado de posibles “daños” en forma de menores volúmenes de crédito y aumento de la mora; de ahí que haya instado a “mantener la resiliencia y aumentarla a largo plazo”.
Avisos
Por si fuera poco, varias casas de análisis publicaron en diciembre varios informes en ese sentido. EY ha avisado de que la tasa de morosidad de la banca cerrará 2022 con una subida del 3,9% y alcanzará el 4,5% en 2023. Esta es una de las principales conclusiones de un informe que ha publicado la consultora sobre la evolución futura de los créditos. La compañía también ha pronosticado de que el volumen de financiación bancaria a empresas y familias caerá este año en España un 0,2% y un 1,3% en 2023 debido al deterioro de la demanda por la crisis energética, la débil confianza del consumidor y la elevada inflación.
Pero ahora, hasta los bancos, aunque no de manera oficial, reconocen que la morosidad comenzará a aflorar en el segundo trimestre de 2023
En cuanto a la morosidad, la previsión empeora de cara a los próximos ejercicios. EY considera que irá creciendo de forma paulatina hasta alcanzar el 5,5% en 2026, cifras que están lejos del máximo histórico del 13,61 % que se registró en diciembre de 2013, en el peor momento de la última crisis económica y financiera, según ha informado Efe. Por líneas de actividad, se espera que los préstamos a empresas no financieras se reduzcan el próximo año un 2%, los créditos al consumo, un 1,1% y las hipotecas, un 0,6%. La agencia de calificación crediticia rebaja su previsión de mora para 2023 en 0,3 puntos, hasta el 5,7%, pero la eleva en 2024.
Por su parte, S&P Global Rating ha revisado sus estimaciones de morosidad para el sector bancario y calcula que los niveles de impagos subirán hasta el 6% en 2024.
Previsiones
El alza de la morosidad se espera desde que estallo la pandemia. Pero lo cierto es que las medidas del Gobierno y la banca para paliar los efectos del Covid como los ERTE, las moratorias crediticias o los préstamos avalados por el ICO, junto con el mantenimiento de una política monetaria laxa por parte del BCE han mantenido bajo control la situación. Pero ahora, hasta los bancos, aunque no de manera oficial, reconocen que la morosidad comenzará a aflorar en el segundo trimestre de 2023.