La dirección de Banco Santander ha trasladado a los sindicatos su intención de acometer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para un máximo de 4.000 personas, es decir, el 14,78% de su plantilla en España, y de reubicar a otros 1.090 empleados. Para impulsar la flexibilización interna, la idea es reubicar con carácter obligatorio a los trabajadores en otras sociedades del grupo, pero fundamentalmente en Santander Personal, el servicio de atención personalizada al cliente por canales remotos. A estas personas se les formará y se les mantendrá la antigüedad y el salario. También ha ofrecido movilidad geográfica para poder reubicar a la plantilla afectada por el volumen de cierres de sucursales con la ampliación del radio hasta los 400 kilómetros y con posibilidad de traslados entre islas en ambos archipiélagos. En estos casos se incluirán compensaciones económicas de entre el 10% y el 15%. Los sindicatos han valorado de forma muy positiva las medidas de flexibilidad interna, pero consideran que 1.000 personas son insuficientes. En este sentido, CC.OO. se ha comprometido a trabajar para reducir la cifra final de extinciones, así como para incrementar el número de empleados que pueden acogerse a las reubicaciones.
Asimismo, Banco Santander ha planteado a la representación sindical la necesidad de cerrar en torno al 30% de su red de sucursales en España, es decir, entre 900 y 1.000 oficinas. La entidad cuenta con 3.110 oficinas repartidas por el territorio español, según los últimos datos disponibles correspondientes al cierre del pasado mes de septiembre. Banco Santander ha justificado esta decisión en el creciente uso que los clientes están haciendo de los canales digitales, con la previsión de que se multiplique tanto en transaccionalidad como en ventas en los próximos dos o tres años.