Banco Santander ha obtenido un beneficio atribuido de 2.571 millones de euros en el primer trimestre del año, un 1% más con respecto al mismo periodo de 2022, apoyado en el fuerte crecimiento de la actividad comercial, una buena calidad de los activos y el control de costes.
El impacto anual íntegro del gravamen temporal en España se contabilizó en el primer trimestre (224 millones de euros). Excluido este efecto, el beneficio atribuido sería de 2.795 millones de euros, un 8% más (+10% en euros corrientes).
Santander continuó aumentando su base de clientes, con nueve millones más en los últimos 12 meses, hasta un total de 161 millones. Los recursos de clientes aumentaron un 5%, hasta los 1,12 billones de euros, gracias al buen crecimiento de los depósitos (+6%) en todas las regiones, apoyado tanto en clientes particulares como en Santander Corporate & Investment Banking (Santander CIB). Los depósitos se redujeron un 2% frente al trimestre anterior debido a caídas estacionales en Santander CIB en enero; sin embargo, los depósitos totales subieron nuevamente desde febrero, prueba de la buena marcha del negocio.
Los créditos aumentaron un 3%, con las hipotecas y el crédito al consumo creciendo un 2% y un 9%, respectivamente. La cartera crediticia de Banco Santander se mantiene muy diversificada tanto por líneas de negocio (hipotecas, empresas, auto y CIB) como por geografías.
Los ingresos totales crecieron un 12% (+13% en euros corrientes), hasta los 13.935 millones de euros, en línea con el objetivo del banco de aumentar los ingresos a doble dígito en euros constantes.
El balance se ha mantenido sólido, con la ratio de morosidad en el 3,05%, tras bajar 21 puntos básicos en los últimos 12 meses y tres puntos básicos desde diciembre, gracias a la buena evolución de Europa, México y Digital Consumer Bank, mientras que la ratio de cobertura se mantuvo en el 68%. El coste del riesgo aumentó seis puntos básicos en el trimestre hasta el 1,05%, por debajo del objetivo para el año (menos del 1,2%).