Banco Santander ha decidido proponer a la junta de accionistas un reequilibrio de poderes entre su presidenta ejecutiva, Ana Botín, y el consejero delegado, José Antonio Álvarez, según ha informado la entidad a través de una nota de prensa. Con este cambio, Álvarez reportará directamente al consejo de administración y no a Botín, como ha venido haciendo hasta la actualidad. Se trata de una situación solicitada por el Banco Central Europeo (BCE), de forma que la entidad se adelanta a cumplir con el deseo del supervisor. Además, ante Álvarez seguirán reportando directamente los responsables de las tres grandes regiones: Europa, Sudamérica y Norteamérica, y los de banca de inversión y banca privada. De esta forma, el ‘número dos’ de Santander continuará al frente del negocio, mientras que Botín seguirá como primera ejecutiva enfocada en la estrategia del grupo bancario a largo plazo. Además, sumará a sus responsabilidades las áreas de PagoNxt y Digital Consumer Bank.Estos cambios se producen después de que el BCE se haya mostrado partidario del modelo de gobierno corporativo anglosajón, en el que el poder se reparte entre un presidente con funciones más institucionales y un consejero delegado al frente del negocio, en contraposición del español, en el que resalta la figura del presidente que reúne las funciones ejecutivas e institucionales.