Rodrigo Echenique saldrá del consejo de administración de Banco Santander el próximo mes de diciembre, después de que el banquero lo adelantara en su declaración como testigo por el ‘caso Popular’ ante la Audiencia Nacional. Ligado al banco desde 1988, Echenique saldrá del consejo de Banco Santander antes de que finalice el año, después de que el 1 de enero de 2019 quedara sin efecto su condición de ejecutivo y de presidente del consejo de Santander España, una vez finalizada la integración jurídica con Banco Popular. Desde entonces, era consejero externo y miembro de la comisión de nombramientos. Echenique fue consejero delegado de Banco Santander durante seis años, cuando el banco lanzó la Supercuenta, en 1989. También desempeñó un papel clave en operaciones tan importantes como la compra de Banesto (1994), la integración de Banco Central Hispano (1999) y, más recientemente, la resolución de Banco Popular (2017).
En sustitución de Echenique, la comisión de nombramientos de Banco Santander propuso en noviembre de 2019 al que fuera presidente de las filiales de Morgan Stanley en España, Luis Isasi. No obstante, Isasi asumió la presidencia del banco en España sin funciones ejecutivas, como sí tenía entonces Echenique. En realidad, la vacante en la presidencia de Santander España iba a ser ocupada por José Antonio Álvarez, actual consejero delegado de Banco Santander, mientras que el puesto del actual ‘número dos’ iba a ser asumido por el italiano Andrea Orcel, fichaje finalmente frustrado.
Contactos con Saracho
Esta salida ya la adelantó hace unos días en su comparecencia como testigo en la Audiencia Nacional por el ‘caso Popular’, donde declaró que se reunió en dos ocasiones en 2017 con el que era entonces el presidente de Banco Popular, Emilio Saracho. La primera de estas reuniones se celebró en febrero, nada más tomar posesión de su cargo como presidente Saracho. La segunda en abril. Echenique ha señalado que ya en la primera de estas reuniones, el recién nombrado presidente de Popular le comentó “que venía a vender el banco”, ya que era la única solución para la entidad. También ha señalado, después de que la presidenta del banco, Ana Botín, le señalara como la persona que había liderado la compra del Popular, que él no tuvo conocimiento y no lideró la operación porque esta se llevó desde la corporación Santander y él pertenecía a Santander España. La declaración de Echenique sí coincide con la de Botín en cuanto a la salud de Popular tras su compra. Aseguró que Popular era solvente, que cumplía los requisitos mínimos regulatorios y que no había déficit de provisiones, sino que estaban por debajo de la media del sector.