Once bancos estadounidenses, entre los que se encuentran los cuatro más grandes (Bank of America, Citigroup, JPMorgan Chase y Wells Fargo) han anunciado una inyección total de 30.000 millones de dólares (unos 28.180 millones de euros) en el First Republic Bank para fortalecer su liquidez y evitar su colapso.
Este rescate se produce después de que First Republic Bank haya sido degradado por Fitch Ratings y S&P Global a la categoría de bono basura. El banco también tiene una de las tasas más altas de depósitos no asegurados en Estados Unidos. Este rescate evitará que First Republic sufra el mismo destino que otros bancos que fueron cerrados por las autoridades y que causaron pánico en los mercados financieros, como Silicon Valley Bank y Signature Bank.
El Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (Fed) y otras instituciones públicas estadounidenses han agradecido este rescate. «Esta muestra de apoyo por parte de un grupo de grandes bancos se agradece mucho, y demuestra la resiliencia del sistema bancario», aseguraron los directores de las oficinas en un comunicado.
La propia secretaria del Tesoro, Janet Yellen, aseguró en una comparecencia ante legisladores que el sector «es sólido» y que los ciudadanos pueden confiar en que sus depósitos están asegurados. También se comprometió a evaluar las condiciones que han dado pie a la quiebra de ambos bancos, y especialmente la supervisión de las entidades reguladoras, que no fueron capaces de prever la debacle.