El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha abogado por una «pausa» en las relaciones con España para pasar página a una etapa en la que, según el mandatario, autoridades y empresas españolas se han aprovechado del país norteamericano. «Eran como dueños de México», ha dicho López Obrador, que ha criticado en reiteradas ocasiones el papel de España, remontándose incluso a la conquista. El presidente mexicano ha admitido en una comparecencia ante los medios que ahora «no es buena la relación». Por eso, ha planteado «hacer una pausa», alegando que es lo que «conviene» a las dos partes. «A lo mejor ya cuando cambie el Gobierno ya se restablecen las relaciones y yo desearía que cuando ya no esté aquí, no fuesen igual a cómo eran antes», ha declarado.
Asegura que sus denuncias no son nuevas y que ya en campaña planteó revisar las relaciones empresariales y políticas con España
López Obrador ha aludido durante su alocución a varias empresas españolas como ejemplo de las supuestas malas prácticas, entre ellas Repsol, favorecida a su juicio durante el mandato presidencial de Felipe Calderón. También ha aludido de pasada a contratos de Iberdrola y, ya más en detalle, a OHL, que vincula a la época de Enrique Peña Nieto. En el caso de la constructora, considera que se suscribieron contratos de forma «irregular», primando a la firma española por encima de otras propuestas presentadas por una empresa de Carlos Slim.
«No quiero hablar de los bancos, porque es otro capítulo», ha ironizado el presidente mexicano, quien ha señalado que ninguna de sus denuncias es nueva, en la medida en que ya en campaña planteó revisar las relaciones empresariales y políticas con España.
En la actualidad, BBVA, primer banco del país, y Santander, segundo, tienen en torno al 38% de la cuota de mercado en México. La compra por parte del grupo cántabro de Citibanamex podría elevar este control a casi el 50%. Para BBVA, el negocio mexicano le reporta unos ingresos anuales de hasta 7.600 millones, mientras que para el Santander ascienden a casi 3.600 millones.
No es la primera vez que las relaciones se tensan. El presidente mexicano se ha mostrado muy crítico con el legado colonial español, exigiendo en varias ocasiones que España se disculpe por ello.