La morosidad de los préstamos concedidos por el total de entidades de crédito a empresas y particulares aumentó en agosto al 4,43%, frente al 4,39% de julio, según reflejan los datos provisionales del Banco de España. De esta forma la ratio vuelve a aumentar después del mínimo marcado en julio, cuando descendió hasta un nivel no registrado desde marzo de 2009. Sin embargo, la tasa todavía se mantiene alejada del máximo marcado en diciembre de 2013, cuando suponía un 13,62% del total del total de créditos. La ratio de morosidad es inferior a la registrada hace un año, en agosto de 2020, cuando se situó en el 4,74%.
El aumento de la morosidad en el mes de agosto es consecuencia de una reducción del volumen total de créditos dudosos, al tiempo que el crédito dudoso se ha mantenido prácticamente estable. Por un lado, el crédito total del sector descendió un 0,93% en el mes de agosto, hasta situarse en 1,20 billones de euros, un dato que se coloca un 0,99% por debajo del de un año antes. Por su parte, los créditos dudosos cayeron un 1,06% en el mes de agosto, hasta los 53.543 millones de euros, lo que además supone un descenso del 7,61% respecto a la cifra del mismo mes de 2020.
Las cifras incluyen el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 dejaron de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito. Sin incluir el cambio, la morosidad se situaría en el 4,535%, puesto que el saldo de crédito fue de 1,18 billones de euros en agosto, al excluirse el crédito de los EFC.