Los bancos españoles han registrado unas pérdidas de 8.390 millones de euros durante los nueve primeros meses de 2020, lo que supone un recorte de unos 3.141 millones de euros respecto al resultado atribuido negativo contabilizado en junio, según los datos recopilados por la Asociación Española de Banca (AEB). Durante estos meses, las entidades han realizado un intenso esfuerzo para paliar los efectos de la crisis y sus previsibles consecuencias en los balances, con unas provisiones que superan los 30.000 millones de euros, más del doble que en el ejercicio precedente.
El margen bruto también se ha reducido un 7,3% respecto a septiembre del año anterior
A pesar de que este ha sido el principal catalizador negativo que ha llevado a la banca a registrar unas pérdidas tan pronunciadas, también hay otras variables que no han tenido un comportamiento muy positivo. En este sentido, el margen bruto también se ha reducido un 7,3% respecto a septiembre del año anterior, debido al estrechamiento del margen de intereses en ese mismo porcentaje y a la disminución en un 11,3% interanual de los ingresos netos por comisiones, solo parcialmente compensados por la mejoría en los resultados obtenidos por operaciones financieras.
Los márgenes se estrechan
En este sentido, el margen bruto también se ha reducido un 7,3% respecto a septiembre del año anterior, debido al estrechamiento del margen de intereses en ese mismo porcentaje y a la disminución en un 11,3% interanual de los ingresos netos por comisiones, solo parcialmente compensados por la mejoría en los resultados obtenidos por operaciones financieras.
Tras las provisiones extraordinarias realizadas, la ratio de cobertura se eleva hasta el 76% de los activos dudosos, 9 puntos porcentuales más que en septiembre del ejercicio anterior. Los depósitos de la clientela han crecido a un ritmo del 3,9% anual y han superado por primera vez los 1,5 billones de euros, de forma que la ratio de créditos sobre depósitos se sitúa en el 103%, frente al 108% de doce meses antes.