Kutxabank obtuvo un beneficio neto de 216,5 millones de euros en 2021, lo que supone un 20,1% más que el año anterior, gracias a la evolución del negocio recurrente. En concreto, los ingresos bancarios recurrentes crecieron un 8,2%, impulsados por el fuerte volumen en la comercialización de productos, servicios y seguros. Según ha informado el banco vasco, los recursos de clientes se han elevado un 8%, y los recursos fuera de balance representan más del 37% del total administrado. Así, se mantiene como la cuarta mayor gestora de patrimonios del mercado, con un volumen de negocio superior a los 32.000 millones de euros. La entidad ha incrementado el pasado ejercicio en un 7,5% la inversión crediticia productiva, con un avance del 19% en la contratación de préstamos hipotecarios, del 9% en préstamos consumo y un 20% en empresas e instituciones. Por su parte, los gastos de explotación se han reducido en cerca de 35 millones de euros, y se ha mantenido el exigente nivel de provisiones y dotaciones, a los que se han destinado 279 millones de euros. Según ha destacado, la tasa de morosidad de Kutxabank continúa como una de las más bajas del sector (un 1,86%), y el volumen total de activos dudosos se ha reducido un 14%, hasta situarse en los 941 millones de euros.