Ibercaja ha presentado su nuevo plan estratégico para el periodo 2021-2023, cuya hoja de ruta se basa en alcanzar al menos un 7% de rentabilidad sobre fondos propios (ROTE) y un ‘payout’ del 50% de manera independiente, a pesar del proceso de consolidación que se está produciendo en el sector. El consejero delegado de la entidad, Víctor Iglesias, ha asegurado que su asignatura pendiente es la rentabilidad y, por ello, todos los proyectos que se han configurado en este nuevo plan estratégico van encaminados a su mejora y también a poder cotizar, probablemente, en 2022. El presidente de la entidad, José Luis Aguirre, y el CEO, Iglesias, han explicado que estos objetivos se conseguirán poniendo el foco prioritario en la experiencia al cliente en un nuevo ciclo que persigue multiplicar por 1,5 las captaciones en banca personal y banca privada, así como incrementar un 23% las vinculaciones en banca de empresas. El banco prevé que estos planes comerciales le permitirán incrementar en 50 puntos básicos la cuota de crédito en empresas; crecer el 8% acumulado anual en gestión de activos (fondos de inversión, planes de pensiones y unit link); e incrementar más de un 6% acumulativo anual la cartera de seguros de riesgo.
En paralelo, Ibercaja continuará reforzando su fortaleza financiera, manteniendo su ratio de capital CET 1 ‘fully loaded’ por encima del 12,5% y una ratio de activos improductivos por debajo del 5%.
En esta nueva etapa del proceso de consolidación sectorial, Aguirre ve espacio para «entidades medianas, líderes en sus principales zonas de actuación, bien capitalizadas y gestionadas, con estructuras de coste ajustadas, especializadas en segmentos de negocio con recorrido en volúmenes y márgenes, y que dispongan de un modelo de atención al cliente omnicanal de calidad». Aguirre ha afirmado que Ibercaja cumple con todos estos parámetros. En su opinión, el banco cuenta con «fortalezas históricas» para acometer este nuevo ciclo estratégico: visión de largo plazo y prudencia en la toma de decisiones, liderazgo y arraigo territorial en sus zonas de actuación; expansión comercial consolidada en Madrid y Arco Mediterráneo; grupo financiero diferencial; cercanía y vinculación con los clientes; y preparación y máxima implicación de los profesionales.