CaixaBank ha obtenido un beneficio de 726 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 42,6 % menos que en el mismo período de 2019, después de realizar una dotación extraordinaria de 1.161 millones de euros para paliar el impacto de la covid-19. En concreto, el margen de intereses se sitúa en 3.647 millones, un 2% menos, mientras que la comisiones se mantienen iguales, con 1.905 millones, y los ingresos derivados de la actividad de seguros de vida riesgo crecen un 8,5%, hasta los 441 millones.
El margen bruto, por su parte, cae un 5,3%, hasta los 6.260 millones, por la reducción del resultado de operaciones financieras y los menores ingresos de la cartera de participadas.
El volumen de negocio de CaixaBank, que recoge la cifra de créditos y recursos, suma 646.299 millones en los nueve primeros meses, la cifra más alta desde la creación de la entidad, tras crecer 34.607 millones en el año (2.668 en el tercer trimestre).
Así, los recursos de clientes ascienden a 404.422 millones (+5,2%), impulsados por el fuerte crecimiento de los depósitos a la vista, y los activos bajo gestión se sitúan en 100.828 millones.
El patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs totaliza 67.166 millones, un 2,1% menos interanual, y los planes de pensiones alcanzan los 33.662 millones, un 0,2% menos en el año. CaixaBank, que ya supera los 7 millones de clientes digitales, cuenta con una ratio de morosidad del 3,5%, una décima menos que hace un año, y la ratio de cobertura se incrementa hasta el 65% tras el refuerzo de provisiones. El crédito a la clientela bruto supera los 241.800 millones de euros, con un crecimiento del 6,4%, debido sobre todo al aumento del crédito a las empresas.