La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha llamado a acelerar y culminar la unión del mercado de capitales y la unión bancaria en Europa, incluyendo la creación del fondo europeo de garantía de depósitos, ante las turbulencias financieras provocadas por el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse.
Ante la junta general de accionistas, Botín ha señalado que «el sector financiero regulado, los bancos», tienen una situación «sólida, mucho más que hace 15 años». En el caso de los bancos europeos, de hecho, ha resaltado que están sujetos «a la regulación y supervisión más estricta del mundo». Ha destacado las declaraciones realizadas por el Banco Central Europeo (BCE) sobre la solidez del sector, con una «holgada» posición de capital y de liquidez que permite hacer frente a episodios de volatilidad provocados por problemas específicos en entidades concretas. «La rápida respuesta dada por las autoridades en Estados Unidos, Suiza y el Banco Central Europeo han sido fundamentales para restablecer las condiciones adecuadas y recuperar la confianza», ha sostenido ante los accionistas.
Sin embargo, ha considerado que esta situación es una «gran oportunidad» para acelerar los últimos pasos que conlleven la culminación de la unión de mercado de capitales y la unión bancaria, con la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos.
«Ésta sería la mejor respuesta ante los desafíos de Europa, que contribuirá a generar mayor confianza, y sería una gran base para atraer la inversión necesaria para el crecimiento», ha defendido.
Con respecto a la situación de Santander para afrontar estos retos, Botín ha asegurado que la entidad está «muy bien preparada» por la «fortaleza» de su negocio -enfocado en el cliente, la diversificación y la escala- y el «trabajo de estos últimos años», durante los cuales el banco ha invertido en la mejora del negocio.
De forma específica, Botín ha resaltado que el negocio de Santander está enfocado en banca comercial, ya que el 80% de sus depósitos procede de particulares y empresas, lo que implica que su base de financiación es «mucho más estable y resiliente» en tiempos de crisis. Además, el banco tiene cerca de 200.000 millones de euros en efectivo depositados en los bancos centrales, que equivale al 20% de la base de depósitos de la entidad.
También ha puesto en valor la diversificación del grupo bancario, tanto geográficamente como en negocios, algo que también «aporta estabilidad» y ha ayudado «a construir un balance sólido». «Contamos con una ratio de capital superior al 12% y un balance que ha permitido que Santander se posicione de forma consistente entre los mejores bancos en los test de estrés llevados a cabo por el regulador», ha afirmado.
Por último, ha destacado la combinación «única» de escala local y global, lo que permite «confiar» en alcanzar los objetivos fijados, «a pesar de los retos».
Los objetivos se mantienen
Por otro lado, Botín ha destacado, con respecto a las metas marcadas, que en el primer trimestre de este año Santander prevé alcanzar un retorno sobre el capital tangible de alrededor del 14% que, sin anualizar el impacto del impuesto extraordinario a la banca en España, sería de alrededor del 15%. Además, ha reiterado el objetivo del banco de mantener una ratio de capital del 12% en el primer trimestre y que la ratio de eficiencia y el coste de crédito estén en línea para conseguir las metas de 2023. Estos objetivos también incluyen un crecimiento de doble dígito de los ingresos, un retorno sobre el capital tangible (RoTE) por encima del 15%, una ratio de eficiencia del entre el 44% y el 45% y un coste del riesgo por debajo del 1,2%.