Los criterios aplicados en las entidades bancarias para determinar la remuneración variable de los directivos «no siempre son claros y transparentes», ha advertido el Banco Central Europeo (BCE), que lamenta que a menudo confían demasiado en el desempeño financiero en comparación con otros aspectos clave. En su labor como supervisor bancario, el BCE considera que los esquemas de remuneración representan una dimensión clave de la cultura del riesgo en el seno de las entidades y advierte de que estos planes a menudo se basan en indicadores clave de rendimiento (KPI) para determinar la remuneración variable y que deberían garantizar que los comportamientos estén alineados adecuadamente con la toma de riesgos prudente. Sin embargo, el banco central apunta que «los KPI no siempre son claros y transparentes» y alerta de que, en muchos casos, estos indicadores «confían excesivamente en el desempeño financiero» en comparación con el riesgo, el control y los aspectos calve.
En estos días se ha conocido el sueldo de Carlos Torres que ganó 8,29 millones por presidir BBVA en 2022, un 5,8% más, y el de su consejero delegado, Onur Genç, que ganó 7,15 millones de euros, un 4,9% más.