No ha podido ser. Tras posiblemente meses negociando sotto voce y un par de semanas haciéndolo con luz y taquígrafos, Banco Sabadell y BBVA han dado por concluidas sus conversaciones para su fusión. La razón: el precio. Era el consejo de administración del Sabadell el que explicaba los motivos al comunicar a la CNMV que no se había alcanzado un acuerdo “sobre la eventual ecuación de canje de las acciones de ambas entidades”. El BBVA, por su parte, simplemente informaba de la ruptura sin más datos. Fuentes del sector estiman que el banco que preside Josep Oliu, pedía un precio de 0,50 euros por título para valorar la empresa en 2.500 millones de euros, lo que hubiera implicado una prima próxima al 20% sobre el precio de sus acciones, algo a lo que el banco de Carlos Torres no parecía dispuesto. Puede que las conversaciones llevaran más tiempo enturbiadas, señala un analista, que recuerda que fue el CEO de BBVA, Onur Genç el que enfrió los ánimos apenas horas después de que se hicieran públicos los contactos al afirmar que no podía darse por seguro que se fuera a materializar, y que la entidad contaba con distintas opciones estratégicas sobre la mesa, lo que propició que los títulos de Sabadell reaccionaran a la baja.
Por el momento, el banco de origen catalán ha anunciado que durante el primer trimestre de 2021 presentará su nuevo plan de negocio, con el foco puesto en el mercado doméstico
Las conversaciones de fusión entre BBVA y Sabadell se hicieron públicas el pasado 16 de noviembre, el mismo día en que el BBVA vendió su filiar americana por 9.700 millones de euros (11.600 millones de dólares) al banco PNC.
¿Ruptura permanente?
La fusión de BBVA y Sabadell hubiera generado un ahorro de costes de unos 700 millones de euros al año y un beneficio contable por el fondo de comercio negativo de al menos 7.000 millones de euros. La entidad resultante de la fusión habría dado lugar a un grupo con activos globales de 963.108 millones de euros (727.014 millones de BBVA y 236.094 de Sabadell), un total de 9.769 oficinas en las geografías en las que opera (7.565 de BBVA y 2.204 de Sabadell) y 148.028 empleados. Un tamaño en España muy similar al que tendría la unión de CaixaBank y Bankia, pero a cierta distancia.
Si bien esta ruptura no tiene porque ser permanente. Algunos otros bancos como Liberbank y Unicaja se han dado varias oportunidades, y hasta la propia Caixabank-Bankia tuvo algún intento que otro antes de este último que sí parece llamado a fructificar. El propio presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha mostrado «sorprendido» por el abandono de la fusión entre BBVA y Sabadell, pero ha recordado que a veces hay «noviazgos» que se retoman tiempo después.
En cualquier caso, por el momento, el banco de origen catalán ha anunciado que durante el primer trimestre de 2021 presentará su nuevo plan de negocio, con el foco puesto en el mercado doméstico. Con ello quiere “incrementar la eficiencia en el uso del capital y los recursos del grupo, aumentando así la rentabilidad y la creación de valor para los accionistas”, según destaca en una nota de prensa. Anticipa además que dicho plan contemplará, entre otras medidas, la ampliación del programa de eficiencia y transformación en el mercado retail en España -con impacto neutro en el capital- y analizará con sus asesores alternativas estratégicas de creación de valor respecto a los activos internacionales del Grupo, incluyendo TSB. Y añade “Sabadell, que cuenta con una sólida franquicia en España y es líder en índice de satisfacción de clientes en el segmento de pymes, se centrará en estos segmentos de mayor valor añadido y rentabilidad, e implementará su nuevo plan mejorando tanto su eficiencia como la generación orgánica de capital.