Bankia registró un beneficio neto de 230 millones de euros en el ejercicio 2020, lo que supone un descenso del 57,6% sobre el año anterior, debido al menor resultado generado por las operaciones financieras, así como por unas provisiones de carácter extraordinario de 505 millones de euros como consecuencia de la situación generada por la Covid-19. La entidad ha destacado que la finalidad de estas dotaciones extraordinarias ha sido reforzar aún más su balance y contar así con una mayor flexibilidad para hacer frente a las necesidades financieras que pudieran tener en el futuro familias y empresas. Bankia ha dedicado también 576 millones a provisiones ordinarias de crédito y adjudicados. El beneficio antes de impuestos sin tener en cuenta las provisiones extraordinarias por la Covid-19, que representa la actividad bancaria más recurrente, alcanzó los 816 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 8% sobre el año anterior.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha apuntado que, pese a todas las dificultades y a que los tipos de interés han ahondado en el terreno negativo, Bankia ha cerrado un ejercicio «muy positivo» en términos de negocio, «con importantes crecimientos» en crédito a empresas, en producción hipotecaria y en fondos de inversión. «Gracias al esfuerzo y rigor de todos los profesionales del banco, hemos cumplido los objetivos de crecimiento de cuota de mercado que nos habíamos planteado para el año 2020 en el Plan Estratégico», ha subrayado Goirigolzarri. En este sentido, el presidente de Bankia ha señalado que el 2020 «se ha convertido en el año de la culminación del proyecto de Bankia como entidad independiente». «Debemos hacer un balance muy positivo, del que yo me siento muy orgulloso», ha añadido.