Abanca obtuvo en 2022 un beneficio de 217,0 millones de euros, un 40,7% más, en términos recurrentes, que en el ejercicio anterior gracias al buen comportamiento del negocio y al control del coste del crédito. Destaca la alta calidad de los resultados obtenidos, que en un 94% provienen de negocios bancarios con clientes. Esta ratio era del 89% en 2021.
Los principales factores que explican esta evolución son el buen comportamiento del margen de intereses (+14,2%) y el incremento en la prestación de servicios (+9,4%) destacando el avance en venta de seguros y la aportación de los servicios de cobros y pagos.
La entidad cerró el año desde una posición de gran solidez financiera que la afianza como una de las más saneadas del sistema financiero español.
La entidad presenta una cobertura de activos dudosos del 83,2%, una ratio Texas del 25,4%, una tasa de morosidad del 2,0%, y una tasa de adjudicados sobre balance del 0,3%.
Conceder crédito a familias y empresas es una prioridad en la política comercial del banco, como lo demuestra el incremento en las formalizaciones de crédito: +0,8% en hipotecas, +11,7% en crédito al consumo y +17,5% en formalizaciones con pymes y autónomos.
Portugal, el segundo mercado del banco, muestra un comportamiento análogo, con un incremento del 97,1% en hipotecas y del 12,9% en largo empresa.
La ratio de capital total alcanza el 16,4% (12,5% capital máxima calidad CET1). Gracias a una estructura de capital diversificada, la entidad cuenta con amplios colchones sobre los requisitos establecidos: 390 p.b. (1.268 millones de euros) en capital total y 435 p.b. (1.414 millones de euros) en CET1. Con una ratio del 19,5%, lo que supone un incremento de 102 puntos básicos en el ejercicio, la entidad cumple con holgura los requisitos MREL fijados para 2022.
Por otro lado, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha avanzado que la entidad recurrirá, «en el debido momento», el impuesto a la banca impulsado por el Gobierno, ya que lo considera «claramente inconstitucional».