Al Grano / A.S.A. ■
Los bomberos tomarán las calles de Madrid el 16 de mayo para protestar contra el bloqueo político de la Ley de Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento. Entre los manifestantes están los bomberos de los aeropuertos, cuyo principal cometido es garantizar la seguridad de los viajeros. En concreto, en España hay unos 1.450 bomberos de aeropuertos, los mismos que en 2008, pese al récord de pasajeros previsto para 2023 y a las puertas de un verano que espera alcanzar cifras pre-Covid de turistas.
¿Cuáles son las funciones de los bomberos de los aeropuertos y cómo les afectó la semiprivatización de AENA?
Antes trabajábamos en zona aire, en pistas, rodaduras, parkings, terminales y hasta 8 kilómetros alrededor del aeropuerto. Ahora, nos tenemos que quedar en el parque y en ocasiones no podemos atender emergencias en las inmediaciones del aeropuerto. Lo que podríamos resolver en cinco minutos, se puede dilatar media hora. Ni qué decir tiene que el tiempo juega un papel fundamental en cualquier accidente que requiera de nuestra intervención. Desde la privatización de Aena hemos perdido competencias y nos encontramos en un limbo jurídico que nos deja desamparados y desprotegidos, lo que en última instancia afecta a la seguridad de los ciudadanos. No somos reconocidos como agentes de autoridad, así que necesitamos la autorización de un agente externo para poder intervenir. Si hubiera que rescatar a los pasajeros de un avión, por ejemplo, tenemos como máximo 90 segundos para actuar. Ahora, con los tiempos de intervención que hay, y al tener que esperar órdenes de fuera, el tiempo asciende hasta los 20 minutos, lo que desgraciadamente puede costar vidas. Un país en el pódium mundial del turismo no se puede permitir que falte seguridad en instalaciones tan básicas, necesarias y estratégicas. Y nosotros, como profesionales destinados a proteger a la ciudadanía, nos podemos ver obligados a saltarnos las leyes para ejercer nuestro trabajo, con todos los riesgos que ello supone para nuestra propia seguridad jurídica. Tampoco entendemos que una empresa privada pueda tomar decisiones que afectan tan directamente a la población, porque ahora parece que la seguridad de esta cotiza en bolsa, y evidentemente, no debería ser así.
“Creemos que la ley y está atascada por un trato de favor por parte del Ministerio del Interior a algunos partidos políticos”
¿Esta situación mejoraría con la aprobación de la Ley de Coordinación de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS)?
Sí, porque en ella se establece que actúe el parque de bomberos que esté más cerca del lugar del accidente, lo que no ocurre en la actualidad. La seguridad aeroportuaria debería ser clave para el Estado, en vistas de la importancia estratégica que tienen los aeropuertos, por eso no entendemos que se pueda demorar tanto la aprobación de una ley tan trascendental como esta. Esta Ley Marco nos permitiría coordinarnos de manera más eficaz con otros compañeros de comunidades autónomas y ayuntamientos para ser rápidos al atender todo tipo de incendios, emergencias e incidencias que puedan localizarse en viviendas, calles urbanas, carreteras…
¿Y el bloqueo de esta ley marco, a qué se debe?
Nosotros señalamos directamente al Ministerio del Interior. Creemos que la ley está atascada por un trato de favor por parte de este Ministerio a algunos partidos políticos, a cambio del respaldo parlamentario para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Esto ocurre porque en ciertas comunidades autónomas, como es el caso de Cataluña, se mantiene a bajo coste un sistema de bomberos basado en voluntarios, quienes -paradójicamente- también empiezan a rebelarse contra las condiciones de su trabajo. ¿Cómo se explica, sino, que una ley que anunció Pedro Sánchez durante el debate sobre el estado de la nación, y que está incluida en su programa de gobierno, lleve dos años para ser aprobada? Todos los partidos políticos votaron a favor de la SPEIS, desde Vox hasta Podemos. Si no se aprueba, es por falta de voluntad política. Y si falta voluntad política para aprobar una ley que va a favor de la seguridad ciudadana, es porque hay intereses políticos detrás.
¿Qué ocurre exactamente con el sistema de bomberos de Cataluña?
Cataluña funciona a partir de un sistema mixto de bomberos, esto es, que la mitad de los profesionales son públicos y la otra mitad son voluntarios. Estos últimos, se supone, que no tienen relación laboral con la Generalitat pero, sin embargo, sí perciben dinero de ella y están adscritos a una aplicación que regula sus intervenciones y a través de la cual se les llama para trabajar. Si no acuden, que es normal si tenemos en cuenta que estas personas tienen sus empleos al margen de los fuegos, o si no cumplen con un mínimo de horas, son expulsados. Esto es totalmente ilícito según la Ley del Voluntariado, donde en los artículos 3 y 4 se establece, primero, que no se puede cobrar por la realización de tareas voluntarias, y segundo, que sus actuaciones deben estar dirigidas, en primera instancia, por un agente de la autoridad, esto es, por un bombero funcionario. Sin embargo, ellos actúan por sí solos. Lo llaman sistema mixto porque deberían estar mezclados los bomberos voluntarios con los profesionales, pero esto no es así. Yo mismo he visitado los parques de bomberos catalanes y desde Lérida hasta el Valle de Arán, por todo el lado izquierdo, solo hay parques de voluntarios. Es decir, parques que pueden tener bomberos o pueden estar desiertos. Te puedes imaginar lo que supone esto para la seguridad de la ciudadanía catalana. Por no decir que ha habido casos recientes de bomberos voluntarios que han tenido accidentes en sus puestos de trabajo y el seguro no se los ha cubierto…
¿Y cómo se relaciona esto con el bloqueo a la Ley SPEIS?
Los políticos catalanes lo que quieren es mantener este sistema low-cost de bomberos. Recientemente visitamos el Parlament Catalán, y nos reunimos con los principales partidos catalanes: Esquerra Republicana, Junts per Cat, la CUP, En Comú Podem… Allí nos dieron a entender que la aprobación de la Ley Marco supondría un gasto que no pueden asumir, algo que, para nosotros, es totalmente falso.
Si la situación no cambia, saldréis a las calles esta primavera…
Es que no tenemos otra opción. Desde el principio hemos apostado por el diálogo con los distintos grupos parlamentarios, hemos agotado la vía institucional, las mesas de diálogo… Lo hemos intentado todo para llegar a un acuerdo, pero no lo hemos conseguido. O, más bien, no nos han dejado. La situación es insostenible y caótica, así que no tenemos otra opción. Saldremos a manifestarnos para defender nuestro trabajo y proteger con garantías a los ciudadanos, porque sabemos que su seguridad está amenazada y sólo nosotros podemos remediar la situación. En el papel hay muchas cosas que quedan muy bien, y que hacen pensar que España tiene un Sistema de Protección Civil óptimo, pero a la hora de la verdad, a la hora de actuar, hay muchas amenazas.
Los bomberos de Asturias ya se han manifestado recientemente, en su caso por el envejecimiento de la plantilla. ¿Los bomberos de los aeropuertos tenéis el mismo problema?
En nuestro caso el problema no es la edad como tal, si no el número de efectivos. Cumplimos por la mínima las directrices que marca la Organización de Aviación Civil Internacional. En todo el país somos unos 1.450 bomberos aeroportuarios, los mismos que en el año 2008. Esto es preocupante si tenemos en cuenta que, ahora, la gente viaja muchísimo más que hace 15 años. Solo en el primer trimestre del año se han registrado 53,65 millones de pasajeros en España, un 1,6% por encima de lo registrado en 2019, antes de la pandemia. Todo apunta a que en verano vamos a batir récords nunca vistos, y sin embargo, no hay previsiones de que nuestras plantillas vayan a aumentar. Por eso apoyamos y entendemos profundamente a nuestros compañeros asturianos. Recuerdo que, en esta comunidad, además, el pasado 18 de febrero se desató un incendio en una nave ubicada en El Berrón, y únicamente había tres bomberos trabajando en el parque más cercano. Esto quiere decir que no se trata sólo de plantillas envejecidas, sino también de plantillas irrisorias en muchos casos. Sólo para transportar una camilla, por ejemplo, hacen falta dos bomberos. Imagínate lo que se puede hacer con tres efectivos…
“Esta ley marco nos permitiría coordinarnos de manera más eficaz con otros compañeros de comunidades autónomas “
Y a nivel de material, ¿contáis con dotaciones suficientes?
Pues, mira, hace apenas unas semanas el aeropuerto de Sabadell tuvo que cerrar varias horas en días distintos del fin de semana por no tener ningún camión de bomberos operativo. Se tuvieron que ir hasta Barcelona para que les prestaran un camión, y este, al día siguiente, se averió, por lo que tuvieron que repetir el viaje para conseguir uno nuevo. Hay numerosos aeropuertos españoles que cuentan con una flota de vehículos de más de 20 años de antigüedad, por lo que esta situación podría darse en otros puntos del territorio y en aeropuertos con mayor flujo de viajeros que el de Sabadell. Además de las graves consecuencias que implica cerrar un aeropuerto a nivel económico, el cierre de estas infraestructuras pone de manifiesto la inseguridad y desprotección a la que están expuestos los viajeros.
Al Timón
Ruyman Jonay Capote Etala nació el 29 de noviembre de 1977 en las Palmas de Gran Canaria, y ha pasado toda su vida en el sur de Tenerife. Casado, y padre de una niña de 10 años, entró al cuerpo de bomberos en 2004. Previamente se licenció en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid para después especializarse en Realización de Televisión y Cine. Le apasionan el cine y los viajes. Vivir en Tenerife le ha permitido desarrollar una relación intensa con deportes acuáticos, lo que le sirve de vía de escape. La pasión que siente por su profesión, y su carácter peleón, le han llevado a liderar un sinfín de negociaciones con partidos políticos de toda índole, buscando proteger las condiciones en las que ejercen su oficio él y sus compañeros, con los que siente un fuerte compromiso. Eso es lo que le ha motivado para ser Secretario general de la Confederación de Sindicatos de Profesionales aéreos (CSPA), Secretario general del Sindicato de Bomberos aeroportuarios (SBA), y vocal de la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP).