La crisis del coronavirus / Virginia Miranda
La crisis provocada por la pandemia y los objetivos de descarbonización confluyen en unos fondos europeos que buscan la salida en la digitalización y la sostenibilidad, una oportunidad para que el sector eléctrico desempeñe un papel protagonista en la recuperación de la economía y hacerla “más moderna, competitiva y resiliente”. Marina Serrano, presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelēc), sostiene que nos encontramos ante la oportunidad de transformar la estructura productiva del país “orientándola hacia sectores de futuro”, defiende que las compañías a las que representa tienen la capacidad de implicar en la tarea “a todos los eslabones de la cadena de valor industrial” y asegura que “aspiramos a poder acelerar las inversiones en los próximos tres años y con ello contribuir activamente a la creación de empleo de calidad”. Sobre las fuentes de energía renovables explica que el hidrógeno verde sustituirá al hidrógeno de origen fósil como materia prima y, para atender las necesidades del sector residencial o del transporte, la bomba de calor eléctrica o el vehículo eléctrico “presentan una eficiencia muy superior frente a cualquier otra tecnología convencional”. Preguntada por el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico en trámite parlamentario, considera que “transmite una señal favorable para la electrificación de los consumos energéticos” y “concede así una mayor credibilidad” a los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
Está a punto de cumplirse un año del confinamiento en España por la pandemia del Covid. ¿Qué papel jugó el sector eléctrico durante aquellos primeros meses?
Lo primero que hay que destacar es que, desde el comienzo del estado de alarma, el servicio desde el sector eléctrico se prestó con absoluta normalidad, sin incidentes, a pesar de las condiciones extremas que se vivían. Esto permitió centrar los esfuerzos allí donde realmente eran necesarios en esos momentos. La electricidad es un servicio esencial y las empresas de aelēc trabajaron para garantizar el suministro al conjunto de la sociedad y, en especial, a los colectivos más críticos en aquellos momentos, como hospitales, hogares y servicios de telecomunicaciones. Pero, ante las circunstancias que se vivían, las empresas también desarrollaron toda una serie de actuaciones centradas en cuatro ejes: la seguridad del personal, la mitigación del impacto de la crisis sobre los clientes, la contribución solidaria a la sociedad y la participación activa en la reactivación económica, acelerando las inversiones previstas y su actividad.
“Hay que aprovechar la transición energética como un impulso, superior al inicialmente planteado, en la generación de riqueza y empleo”
¿Y cuál puede protagonizar de ahora en adelante? Los Presupuestos se han diseñado para impulsar la competitividad a través de la innovación.
Nos encontramos ante un momento clave para avanzar en los compromisos de descarbonización a largo plazo que ya estaban marcados y apostar por una recuperación económica que vaya en línea con ellos e impulse los cambios que exige nuestra economía. La crisis debe volverse una oportunidad y aprovechar las acciones necesarias para la transición energética como un impulso, incluso superior al inicialmente planteado, para la generación de riqueza y empleo. La Comisión Europea así lo ha visto y por ello ha propuesto un aumento del objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el 55%. Para cumplir con los objetivos de descarbonización marcados es preciso aumentar el grado de electrificación de nuestra sociedad. La recuperación económica y la transición energética exigen compromisos importantes, ahora más que nunca, para continuar con la senda de las inversiones previstas a 2030, en línea con los objetivos de los fondos de financiación europeos, para transformar nuestra economía y hacerla más moderna, competitiva y resiliente. Sin duda alguna, en este proceso de transformación el sector eléctrico está llamado a ser protagonista.
¿Cuáles son las líneas estratégicas del sector al que representa para cumplir con los criterios de transición energética, descarbonización y digitalización del fondo europeo Next Generation?
Entre los programas que componen este instrumento europeo de recuperación hay que destacar tres como especialmente interesantes para el sector eléctrico. En primer lugar, el fondo para la Recuperación y Resiliencia, cuyo objetivo es el de apoyar la transición verde y digital. En segundo lugar está el fondo de apoyo a una Transición Justa, que puede servir de apoyo a las regiones perjudicadas por los cambios industriales asociados a la transición energética. Y, en tercer lugar, el InvestEU, destinado al desarrollo de infraestructuras sostenibles, que puede ser clave en la automatización y digitalización de las redes.
“Para cumplir con los objetivos de descarbonización marcados es preciso aumentar el grado de electrificación de nuestra sociedad”
¿Cuántas manifestaciones de interés han presentado las empresas del sector y a cuánto ascendería la inversión prevista por parte de ellas?
Las empresas eléctricas de aelēc han presentado unos 300 proyectos en el marco de los fondos europeos del Next Generation EU, con una inversión de alrededor de 35.000 millones de euros. Son proyectos relacionados con la electrificación del calor y de la movilidad, las redes inteligentes, la generación renovable, el hidrógeno verde, economía circular o almacenamiento energético.
La electricidad es la principal alternativa a los combustibles fósiles, pero el vehículo eléctrico aún no ha alcanzado una autonomía óptima. ¿Prevé cuándo estarán listos la industria del automóvil y el sector eléctrico para que un coche de estas características pueda ir de Cádiz a Bilbao en el mismo tiempo que un coche diésel?
Actualmente es posible desplazarse a cualquier sitio de la península con un vehículo eléctrico. La industria del automóvil ofrece una gran variedad de modelos eléctricos a precios cada vez más competitivos y la industria eléctrica ha desarrollado ya una infraestructura de recarga con capacidad suficiente para poder realizar trayectos a lo largo de toda la geografía nacional. Aunque, lógicamente, esta infraestructura debe adaptarse a la progresiva entrada de vehículos eléctricos que creemos que será muy importante en los próximos años.
“Para que el ciudadano no perciba la recarga como una barrera, hace falta un mapa nacional con todos los puntos públicos, sus potencias y el tipo de enchufe”
Con este fin, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha fijado un objetivo para 2023 de, al menos, 100.000 puntos de recarga y 250.000 vehículos eléctricos. Para que el ciudadano no perciba la recarga como una barrera, creemos que hace falta disponer de un mapa nacional que incorpore todos los puntos de recarga públicos, con sus localizaciones, sus potencias de carga y el tipo de enchufe con el que operan, y que sea actualizado de manera continua.
Además, los puntos de recarga deberían intercambiar información con el mapa en tiempo real para mostrar, por ejemplo, si está o no ocupado, así como con filtros que nos permitan buscar un tipo específico de punto de recarga o el coste de la recarga. Ya existen iniciativas privadas que empiezan a incorporar estos servicios y también se plantea una aplicación pública como la prevista en el proyecto de Ley de Cambio Climático que se está debatiendo ahora en el Congreso de los Diputados.
El hidrógeno verde parece haber alcanzado gran protagonismo. ¿De qué se trata y por qué las eléctricas han hecho una apuesta decidida por su producción?
Es una tecnología que permite la producción de hidrógeno separando el hidrógeno del oxígeno del agua mediante electricidad producida a partir de fuentes de energías renovables y, por tanto, sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera. Para las empresas eléctricas, es una opción que cobra todo su valor cuando el hidrógeno es verdaderamente verde, es decir, producido mediante el proceso de electrólisis a partir de electricidad generada con energías renovables y no a partir de combustibles fósiles. El uso más viable del hidrógeno renovable será principalmente el requerido para descarbonizar la industria que actualmente utiliza hidrógeno de origen fósil como materia prima.
“El uso del hidrógeno verde es factible donde la electricidad no puede llegar de forma directa, como el transporte marítimo o el transporte pesado de largo recorrido”
En cambio, para atender las necesidades de descarbonización del sector residencial y de servicios o del transporte, existen soluciones tecnológicas como la bomba de calor eléctrica o el vehículo eléctrico, que presentan una eficiencia muy superior frente a cualquier otra tecnología convencional. Si bien en el transporte, el uso del hidrógeno verde es factible donde la electricidad no puede llegar de forma directa como, por ejemplo, el transporte marítimo, las líneas férreas que no puedan ser electrificadas o el transporte pesado de largo recorrido.
¿Tienen previsiones sobre el efecto que todos estos proyectos pueden tener sobre la recuperación económica? Sobre el PIB, por ejemplo.
El conjunto de proyectos ligados al Plan de Recuperación tendría un impacto anual del 1,3% del PIB durante el trienio 2021-2023 al tratarse de proyectos de inversión en los que al impacto directo debe unirse el efecto tractor o de arrastre sobre proveedores e industrias auxiliares. Los proyectos presentados están muy alienados con las orientaciones de la Comisión Europea, principalmente destinados a la economía “verde” y a la digitalización.
Entre personas paradas, trabajadores en ERTE y autónomos cobrando la prestación especial por baja actividad, hay cerca de cinco millones desempleados o con trabajo inestable. ¿Qué posibilidades ofrece el sector eléctrico a la creación de empleo?
Según las cifras presentadas por las empresas recientemente en sus planes de inversión, las inversiones directas y las compras de bienes y servicios a proveedores contribuirán al sostenimiento de alrededor de 9.000 puestos de trabajo directos en 2025. Asimismo, hay que añadir el empleo generado en proveedores e industrias auxiliares, que puede rebasar los 200.000 puestos de trabajo, gran parte de ellos vinculados a la construcción de plantas e instalaciones. De hecho, aspiramos a poder acelerar las inversiones en los próximos tres años y con ello contribuir activamente a la creación de empleo de calidad. Sólo en la actividad de distribución creemos que esto tendría un impacto económico que podría generar hasta 45.000 empleos directos, indirectos e inducidos en los próximos tres años.
“El conjunto de proyectos ligados al Plan de Recuperación tendría un impacto anual del 1,3% del PIB durante el trienio 2021-2023”
¿Qué tipo de empleo? ¿Cuál es la cualificación requerida y las condiciones laborales de un trabajo en un sector como el eléctrico?
En el sector eléctrico aproximadamente hay un 3% de personal directivo, un 37% de mandos intermedios y técnicos cualificados, un 12% de personal de administrativo y de gestión y un 48% de profesionales de oficio y personal de apoyo. Por lo tanto, se trata de un empleo con un nivel de cualificación superior al de la economía española en su globalidad y con niveles de temporalidad en la contratación muy reducidos, un 95% de las plantillas tiene contratos indefinidos. Por ello, nos gusta hablar de que contamos con empleo de calidad y ampliamente diversificado a lo largo de todo el territorio por la capilaridad con que cuenta el sector eléctrico, que llega a toda la geografía.
¿Pueden suponer un efecto tractor para la creación de nuevas empresas, pymes vinculadas al sector energético?
Estamos en los albores de una verdadera revolución industrial, dirigida a sustituir consumos de combustibles fósiles por energías de origen renovable y a digitalizar y automatizar procesos. Los proyectos para la recuperación y la transformación económica tendrán impacto en la competitividad del tejido industrial español y permitirán una recuperación respetuosa con el medio ambiente y que transforme la estructura productiva del país orientándola hacia sectores de futuro. Las empresas eléctricas asociadas en aelēc tienen capacidad de arrastre y de gestión para desarrollar estos proyectos de recuperación y transformación de forma colaborativa, implicando a pequeñas y medianas empresas e involucrando a todos los eslabones de la cadena de valor industrial en todo el territorio nacional.
“Según las cifras de los planes de inversión, el empleo generado en proveedores e industrias auxiliares puede rebasar los 200.000 puestos de trabajo”
El Gobierno presentaba el pasado diciembre el anteproyecto de ley del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico. ¿Qué esperan desde el sector de su tramitación parlamentaria?
Este fondo, conocido abreviadamente como FNSSE, pretende impulsar la descarbonización, reduciendo los precios de los consumos eléctricos y repartiendo el esfuerzo realizado para alcanzar los objetivos que nos hemos fijado como país entre las principales fuentes de energía. No tiene sentido que sea el sector que más contribuye a descarbonizar nuestro país el que cargue con todo el esfuerzo realizado, sobre todo porque el consumidor necesita señales claras para avanzar en el objetivo irrenunciable que los europeos nos hemos fijado para tener una economía neutra en carbono en 2050. El proyecto cuenta, además, con exenciones para los sectores industriales afectados, facilitando así su transición energética. El trámite parlamentario debe servir para mejorar algunos aspectos para no perjudicar la competitividad de los sectores más expuestos.
¿Les parece bien una redistribución del impacto de las renovables para que haya una rebaja de la factura de la luz del consumidor doméstico?
El FNSEE incorpora un principio fundamental en cualquier fiscalidad moderna que es el de que los consumidores paguen por los costes ambientales que ocasiona su consumo. Dicho llanamente, “quien contamina, paga”. Hasta ahora, los consumidores eléctricos han sido casi los únicos que han soportado el esfuerzo realizado para cumplir con el objetivo de conseguir en 2020 un consumo de energía renovable igual al 20% de energía final. Un objetivo que involucraba a todos los sectores energéticos, no solo al eléctrico. A partir de ahora, todos los consumidores energéticos contribuirán.
“Las empresas eléctricas asociadas en aelēc tienen capacidad para desarrollar proyectos de recuperación y transformación de forma colaborativa”
¿Confían en que el fondo, como dice el anteproyecto, aportará equilibrio al sistema para movilizar las inversiones necesarias en los próximos años?
El FNSSE transmite una señal favorable para la electrificación de los consumos energéticos y la descarbonización de la economía y concede así una mayor credibilidad a los objetivos del PNIEC [Plan Nacional Integrado de Energía y Clima]. Para conseguir los objetivos de descarbonización no basta con promover la generación eléctrica renovable, es imprescindible aumentar los usos eléctricos en los consumos energéticos y eso no es posible si se sigue penalizando el consumo eléctrico, frente a otros vectores energéticos, con la financiación en exclusiva de las políticas energéticas descarbonizadoras.
De un vistazo
Marina Serrano es Licenciada en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza.
Pertenece al Cuerpo de Abogados del Estado desde 1982, actualmente en excedencia, y es miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
Ha sido secretaria del Consejo de Administración de Red Eléctrica de España y directora de su Asesoría Jurídica, consejera de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), vicepresidenta Primera de ARIAE (Asociación de los Reguladores Iberoamericanos de Energía), directora General del Patrimonio del Estado en el Ministerio de Hacienda (2001-2004), miembro del Consejo de Administración de Abertis Infraestructuras S.A. como consejera independiente, y Of Counsel en el despacho Pérez-Llorca.
Actualmente es presidenta de aelēc, vicepresidenta de CEOE y miembro del Consejo de Administración de OMEL.