Virginia Miranda
La Feria Internacional de Arte Contemporáneo, ARCO, acaba de cerrar en Ifema su 40 edición que, particularmente este año, se ha planteado como una oportunidad para aportar negocio a las galerías y reconectar con sus clientes. El día de su presentación hablábamos con su directora, Maribel López, con quien nos acercamos a un sector que se vio afectado por la pandemia porque “tenía una inercia expansiva” y, “cuando todo se paraliza”, supuso “un mazazo para el funcionamiento” de estas empresas. Pero fue precisamente el trabajo previo en ferias y exposiciones lo que las permitió mantenerse a flote. Eso y el nuevo uso de lo digital y el papel de los coleccionistas. Hoy, el reto es mejorar su posicionamiento internacional, garantizar su acceso a las ayudas europeas como industria cultural, apoyar su difusión y aumentar el número de seguidores. “El coleccionismo no es sólo ir, comprar y colgar”, explica, hay detrás un proceso de “conocimiento y enamoramiento” de los artistas y sus obras que provoca “adicción”.
ARCO ha celebrado su 40 edición del 7 al 11 de julio con el objetivo de marcar un punto de inflexión para relanzar y reactivar el mercado del arte contemporáneo. ¿Se ha visto afectado por la pandemia?
Se ha visto muy afectado porque tenía una inercia expansiva. Es decir, las galerías tenían un trabajo muy intenso también de puertas para fuera a través de ferias, a través de la presencia de los artistas en la exposición de una institución, etcétera. Todo eso se paraliza y, de entrada, supone un mazazo para el funcionamiento de las galerías en tanto que empresas. Pero lo cierto es que, gracias a toda la labor previa de encontrarse con gente, de conocer a nuevos coleccionistas en las ferias, en ARCO y en las que se celebran en el exterior para captar clientes extranjeros… tenían una base contactos y trabajo muy buena. Eso ha hecho posible que pudieran mantenerse en estos meses reforzando relaciones, utilizando lo digital como herramienta de comunicación como no se había hecho antes. Las galerías han hecho sus viewing rooms, han cambiado sus webs y han organizado studio visitsde artistas a través de Zoom. Con mucho esfuerzo y creatividad y con mucho apoyo y comprensión por parte de los coleccionistas, que han entendido la relevancia absoluta de su rol. Creo que ha sido un ejercicio de flexibilidad y de supervivencia increíble.
“Gracias a toda la labor previa en ferias como ésta las galerías han podido mantenerse en los peores meses de pandemia”
Ha habido negocios, pymes del sector servicios que han tenido que echar el cierre. ¿La crisis sanitaria ha afectado hasta ese punto a las galerías?
Las galerías son negocios difíciles, no son negocios de abrir la puerta y servir. Su trabajo se hace de otro modo. A medio y largo plazo. Eso ha hecho que puedan resistir reduciendo gastos como todas las empresas, pero también porque su manera de trabajar es otra. En ese sentido, no ha sido una debacle hasta el punto de cerrar galerías.
Justo antes de que estallara el Covid y llegara el confinamiento estricto se celebró ARCO 2020. ¿Cómo fueron entonces los resultados de la feria?
A ARCO 2020 llegamos con un gran ARCO. A todos los niveles. El número de galerías es controlado y estable, son máximo 200. Pero eran galerías que no habían participado previamente en la feria. Incluso vinieron coleccionistas que no lo habían hecho antes. Tuvimos la suerte de que, en una situación de poca estabilidad, la feria fue buena y funcionó para las galerías. A nivel de volumen de negocio, cada una obtiene sus resultados y no tenemos esos datos, de modo que tenemos una percepción por lo que ellas nos cuentan. Y el sentir general fue de alivio por haberse celebrado justo antes de que se cerraran las puertas y por haber llegado con muchísima energía.
El e-Commerce ha salvado a muchas empresas. ¿El confinamiento también impulsó el arte contemporáneo a través de internet?
Ya existían plataformas de venta de arte online porque hay personas que funcionan en lo digital. Pero sabiendo cómo trabajan nuestras galerías pensando en exposiciones, pensando en proyectos, pensando en maneras de promocionar a sus artistas y no sólo en vender una obra, no hablaría tanto de e-commerce como del uso de lo digital como una herramienta más en el establecimiento de estas relaciones. Sin duda, el escenario ha cambiado y ha añadido una nueva posibilidad a las galerías para generar negocio a partir de ahí.
“El escenario ha cambiado y el uso de lo digital ha añadido una nueva posibilidad para generar negocio”
A nivel internacional, ¿cuál es el prestigio de las galerías españolas?
Es menor del que merecen. Las galerías españolas son de una altísima calidad. Además, somos uno de los pocos países con una estructura de galerías de muy buen nivel no sólo en las ciudades principales. Madrid y Barcelona tienen el grueso, pero en ARCO se refleja muy bien cómo hay una escena pequeña pero interesante en Palma de Mallorca, en Sevilla, en Valencia, en Murcia… Eso es súper especial de nuestro país. Y creo que la calidad, el compromiso, los modos de trabajar son mucho más interesantes de lo que se percibe todavía a escala internacional. Aunque muchas galerías han hecho una apuesta por salir y sí que están fuera, creo que deberían tener mucho más reconocimiento. Sí, absolutamente.
¿Cuál es la importancia de ARCO para Ifema?
ARCO es un fenómeno dentro de Ifema, cuyo capital económico y simbólico son paralelos. ARCO son sólo dos pabellones y las ferias más importantes ocupan todo el recinto, sin embargo su valor para Ifema, su significado y su importancia es enorme. Eso lo percibimos. Hay mucho apoyo y se nos permite mucha creatividad.
En los foros de ARCO se ha hablado de la sostenibilidad del mercado del arte. Gran parte del tejido productivo español se va a beneficiar por los fondos europeos. ¿Llegarán al sector?
Al sector de galerías confiamos en que sí, por supuesto. Porque esas ayudas, en tanto que industria cultural, deben ir a las galerías, sin duda. En modo de adquisición o en modo de ayudas directas.
“Somos uno de los pocos países con una estructura de galerías de muy buen nivel no sólo en las ciudades principales”
ARCO ha contado con un programa de promoción del arte español que organizado con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E). ¿El sector público hace lo suficiente para promocionar y ayudar al mercado de arte contemporáneo?
Siempre vamos a decir que no, porque nos parece que el arte es lo más importante y lo que más habría que promocionar junto a las otras ramas de la cultura. Sobre toda la cultura contemporánea, que requiere de un tiempo y esfuerzo y de más apoyo en su difusión. Entonces, sí, ojalá hubiera más ayudas. Sobre todo, en los términos en los que la propia cultura requiere. El proyecto de ARCO con Acción Cultural Española realmente creo que está muy bien enfocado. Se dirige a que los profesionales internacionales que vienen a la feria para que conozcan arte español y, de ese modo, se consigan proyectos para artistas en instituciones extranjeras. Eso es lo que queremos para nuestros artistas, que sus carreras puedan funcionar, que una galería los contrate, que empiece a trabajar con ellos, que un comisario los lleve a una bienal… Esa es la manera en la que los artistas funcionan por sí mismos. Por eso creo que este tipo de programas son tan importantes.
Otro de los objetivos que se propuso la feria es el fomento del coleccionismo. ¿Hay margen de crecimiento?
Sí, por supuesto. Incentivar el coleccionismo es un proyecto de cualquier director de cualquier feria y, obviamente, ARCO lo tiene. Lo que más queremos es que las galerías tengan éxito para que los artistas puedan seguir trabajando y el arte penetre en la sociedad y en la cultura. Esta progresión tiene una figura fundamental que es la del coleccionista. Desde personas privadas que convierten el coleccionismo en su pasión y son fundamentales para la existencia del tejido hasta las adquisiciones públicas o las corporativas.
“La calidad, el compromiso y los modos de trabajar son mucho más interesantes de lo que se percibe todavía a escala internacional”
Sí hay margen de crecimiento mientras las personas quieran saber más sobre el presente en el que viven y el futuro al que nos dirigimos. Nos damos cuenta de que, en esas investigaciones, se van generando nuevos coleccionistas porque el arte va convenciendo con sus preguntas a mucha gente.
Una de las consecuencias de la pandemia ha sido el incremento del ahorro de las familias. ¿Es una oportunidad para que se invierta en arte?
Han pasado dos cosas; que hemos ahorrado y que hemos estado más en casa. Sí nos hemos dado cuenta de que personas que ya tenían el gusto o las ganas de tener arte contemporáneo han dado el paso en estos meses y pensamos que ARCO lo reflejará. Sí, sin duda.
¿Para invertir en arte no hay que saber de arte?
Para coleccionar arte hay que querer el arte. Invertir en arte es otra cosa. Cuando se piensa en coleccionar, invertir no debe ser la prioridad. La prioridad debe ser desear una pieza, imaginarse conviviendo con ella. Esa suele ser al final la mejor inversión. No sólo porque esa vivencia futura y sostenida en el tiempo es realmente una gran inversión, sino porque seguramente en ese amor hacia una obra se está descubriendo algo con mucho más valor.
La afición por el arte contemporáneo, ¿puede aprenderse?
Sin duda se puede aprender. Puedes enamorarte de una pieza y ese amor te puede llevar a descubrir otras, pero es verdad que hay un proceso de aprendizaje. Cualquier experiencia cultural contemporánea compleja requiere de un esfuerzo y tampoco le podemos pedir al arte que nos facilite ese camino, tenemos que hacerlo por nosotros mismos.
“El significado y la importancia de ARCO para Ifema es enorme. Lo percibimos, hay mucho apoyo y se nos permite mucha creatividad”
¿Cuál es el perfil del coleccionista en España?
El perfil del coleccionista es tan variado como el del artista. Cuanto más tiempo pasa, más cuenta nos damos. Desde los más jóvenes, profesionales liberales que con sus primeros trabajos empiezan a comprar, hasta las grandes fortunas. Del mismo modo que hay obras por 300 euros que se pueden encontrar en ARCO, hay obras por millones de euros que se pueden encontrar también en ARCO. Es ARCO, pero de personas. Coleccionistas que sólo compran video o coleccionistas que sólo compran obras inmateriales o pintura. Es imposible simplificar como es imposible simplificar el arte.
Habla de obras desde 300 euros, y la feria tiene servicio de asesoramiento para jóvenes. ¿Tienen opciones quienes, por su edad, no disponen del nivel adquisitivo que se presupone a los coleccionistas?
Están interesados en el arte contemporáneo. No diré que masivamente, pero sí hay interés, lo vemos en cada edición de ARCO. Ese paso a coleccionar empieza a producirse cuando hay una situación algo más cómoda, pero también es verdad que hay personas cuyos ahorros son para comprar sus primeras obras. Pueden encontrar dibujos, obra gráfica, creaciones de artistas más o menos importantes, artistas que a cada uno le gusten, por 300, 500, 1.000 euros. Se puede. No es el paso que se da a los 20 años, pero empezamos a verlo a los treinta y pocos.
“Lo que queremos para nuestros artistas es que una galería los contrate, que un comisario los lleve a una bienal… Es la manera en la que funcionan por sí mismos”
¿Crea adicción coleccionista comprar una primera obra de arte contemporáneo?
Es una maravilla cuando alguien te habla de una obra que ha visto, que desea… Ahí te das cuenta de ese enganche. Ya está pensando en la siguiente, empieza a investigar al artista… Crea un poco de adicción porque la experiencia es muy rica. No se trata solo de ir, comprar y colgar. Hasta llegar a esa obra suele haber un proceso de descubrimiento de un artista, de conocer sus creaciones, de irse a casa pensando cuál te gusta y de decidir dar el paso a comprar. Todo ese proceso de conocimiento y enamoramiento es muy rico, sí.
Pinceladas de un propósito
Organizada por Ifema Madrid, ARCO celebraba del 7 al 11 de julio su 40 edición con el objetivo de marcar un punto de inflexión para relanzar el mercado del arte contemporáneo. Con el reto de ofrecer un escenario para la reactivación y el reencuentro profesional, su principal propósito ha consistido en potenciar su complicidad con las galerías con la triple responsabilidad de impulsar el mercado artístico, promocionar artistas y fomentar el coleccionismo.
Los pabellones 7 y 9 han albergado 130 galerías de 26 países; 105 del Programa General y las participantes en la sección comisariada Opening, con una selección de 10 galerías, y en REMITENTE. Arte Latinoamericano, con la representación de 15 galerías de la región.
Siguiendo con su modelo habitual, ARCO se ha interesado por nuevas galerías que, por su corta trayectoria o por su reciente irrupciónen el contexto español, han presentado sus propuestas permitiendo descubrir otros creadores. Como novedad este año, la feria ha concentrado sus 25 Proyectos de Artista exclusivamente en mujeres.
Al objeto de renovar e impulsar un nuevo coleccionismo, ARCO ha vuelto a poner en marcha el servicio gratuito de asesoramiento en la compra de obras durante la feria, First Collectors by Fundación Banco Santander, y ha potenciado el programa Young Collectors para invitar a una treintena de jóvenes coleccionistas internacionales. Dos iniciativas que se suman al Programa de Compradores Internacionales y al de Invitados Especiales, que han llevado a Madrid a 220 coleccionistas y 90 profesionales de 35 países.
Los foros de ARCO se han centrado este año en tres ejes: sostenibilidad, el futuro del mercado y las ferias de arte, y la creación hacia el futuro. Organizado por TBA 21, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, el primero de ellos se ha celebrado bajo el título ¿Cómo podemos tratar los temas más urgentes de nuestros tiempos a través del arte? El segundo, desarrollado con la colaboración de Talking Galleries, ha abordado el tema de Las ferias de arte ante tiempos de cambio. El tercer bloque, de la mano de Yaby, llevaba por nombre Opacidad prevalente: elocuencia y reanudación de legados formales de baja legibilidad.
Esta edición ha celebrado además el programa de promoción del arte español. Organizado con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E) y coordinado por hablarenarte, gira en torno a unas visitas con las que se ha facilitado el encuentro con galeristas y artistas españoles afines a los intereses de cada profesional invitado.
La feria ha contado también con el apoyo de la iniciativa privada a través de acciones de patrocinio, como la de la Fundación Banco Santander, Caixabank, Ruinart, illy café, Cervezas Alhambra, El Corte Inglés, Iberia, Lexus, Auara, agua oficial de ARCO, Veepee o Béjar.
De un vistazo
Maribel López (Barcelona, 1973).
Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona, profesionalmente ha orientado su carrera al ámbito del galerismo y el comisariado.
Entre 1999 y 2007 fue la subdirectora de Galeria Estrany-De la Mota en Barcelona y entre 2007 y 2010 dirigió Maribel López Gallery en Berlín.
En ambas etapas ha sido fundadora y miembro de dos equipos de comisariado: Creatures (1994-2000 en Barcelona) y THE OFFICE (2007-2010 en Berlin).
En 2011 fue la primera comisaria de la sección Opening: Jóvenes Galerías en ARCOmadrid.
Entre 2011 y 2018 fue directora comercial y de programas comisariados de ARCOmadrid y actualmente es directora de ARCO.